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Anette Olzon – Rapture

Discográfica: 

Frontiers Records

 

Fecha de edición:

10 de mayo de 2024

 

Componentes:

Anette Olzon – Vocals
Magnus Karlsson – Guitar Bass Keyboards
Anders Köllerfors – Drums
Johan Husgafvel – Growl

Anette Olzon no renuncia a su carrera en solitario y con este tercer disco, Rapture, consolida una carrera con pasos bien estudiados. Es evidente que si por algo ya ha quedado marcada su vida musical es por su paso por Nightwish. Su voz queda para la posteridad en dos grandes discos como son Dark Passion Play e Imaginaerum pero lejos de quedar encasillada en lo que fue aquello su trayectoria en solitario ha tocado diversos palos y se ha sabido rodear de personajes solventes tanto en lo que se refiere a músicos, actores del negocio y compositores. Su propuesta en solitario, con The Dark Element, Allen/Olzon y Heart Healer así lo atesoran.

Para esta ocasión ha contado con el guitarrista y productor sueco Magnus Karlsson con el que ha sabido crear una colección de canciones que explota de manera más que adecuada su voz junto a una propuesta musical variada que va desde el power melódico, ramalazos de melo-death e incluso guturales por parte de Johan Husgafvel que poco nos esperábamos. Ya que mencionamos los guturales es una de las características del disco esos “duetos” a lo largo del mismo como contrapunto a la siempre melódica voz de Anette. Si a eso le añadimos el trabajo en la mezcla de Jacob Hansen el resultado difícilmente puede decepcionar.

Y el disco comienza por todo lo alto con “Heed the Call”, reivindicando todo lo que conlleva el metal sinfónico. Coros grandilocuentes, pompa y Anette con unos tonos altos de órdago. Lo mejor de bandas como Epica o los mismos Nightwish se mezcla en este tema, más aún con la adición de los guturales. “Rapture” es algo más melódica aunque el palm mute no deja duda que la apuesta es la contundencia. De nuevo guturales y un estribillo que engancha por melódico y épico… Anette en la parte alta. En “Day of Warth” desde el primer segundo la apuesta es la grandilocuencia. Orquestaciones, sostenidos vocales en rangos altos, doble bombo y guturales. Esos mismos guturales conforman una parte central durísima… pero ¿qué ha estado escuchando esta mujer los últimos tiempos?

“Requiem” sigue la senda del power melódico sinfónico grandilocuente. Melodía inicial abrazada por coros a lo Nightwish todo ello con la dureza que imprime el doble bombo de la batería y estribillo pegadizo. De nuevo orquestaciones y profusión de coros en “Arise” para dentro de la dureza del tema cierto toque progresivo. Eso sí, los estribillos ciertamente se te pegan por melódicos y épicos. Ligera sorpresa en “Take a Stand” con la inclusión de sonidos electrónicos y cadencias que te pueden recordar a Rammstein, salvando las distancias, aunque la mayor parte del tema se muestra muy típico del power metal. La diversidad preside “Cast Evil Out” con toneladas a partes iguales de melodía, guturales y power.

“Greedy World” casi parece en su inicio un tema de Priest o Accept al que solo los toques orquestales alejan de esa tendencia. El tema más puramente heavy metal del disco sin duda. También hay espacio para algún tema reposado, casi parecía imposible a estas alturas, y “Hear my song” deja la voz de Anette desnuda con orquestaciones a las que poco a poco se la va añadiendo instrumentos pero dejándola protagonista en todo momento.

“Head Up High” recupera el tono más power metal con un doble bombo sostenido y el contrapunto a modo de coros de algunos guturales. Si alguna cosa está cuidada en el disco son precisamente las voces, tanto la de Anette como los coros, segundas y terceras voces y esos “gruñidos”. El disco se cierra con “We Search For Peace” sin aportar nada adicional pero si siguiendo la línea de coherencia del trabajo.

Trabajo muy disfrutable si el power metal melódico es un estilo que está entre tus preferencias. Anette Olzon en su anterior disco, Strong, ya se alejó de las canciones suaves y pop que podíamos esperar después de su debut en solitario pero ahora confirma ese camino y lo refuerza. La enfermera parece tener sus heridas curadas.

Temas:

By Albert Perera

Live After Death tuvo la culpa de todo y tantos años después aquí seguimos. Si hay algo que me gusta más que escuchar música es hablar sobre ella y difundirla… y en ello estamos durante un cuarto de siglo.

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