Arch Enemy – Blood Dynasty

 “Illuminate the Path” me ha recordado horrores al material de bandas como Amon Amarth con esa cadencia constante y machacona que invita al headbanging. El estribillo no puede ser más melódico con Alyssa en voces limpias y elevando tono en una tendencia que vino en discos anteriores para quedarse y, en mi opinión, le hace bien a la diversidad musical de la banda.

“March of the Miscreants” vuelve a tesituras más duras pero ya exploradas pero con interesante trabajo de guitarras y voces con diferentes pistas y capas que le dan un matiz interesante. Algún blast-beat, un coletazo thrash y la parte del solo acaban mejorando un tema que de inicio parecía más monótono.

El inicio de “A millions Suns” es descorazonador. Parece concebido justo para los tiempos que vivimos, a los 40 segundos ya nos metemos en el estribillo. Veloz y melódico, esperable, pero sin ninguna aportación notable. “Don’t Look Down” se mueve en parámetros más harcoretas en su inicio para desembocar en terrenos plenamente metálicos. Aquí encontramos algunos de los gritos más desgarradores de Alissa en todo el disco. El rasgado de cuerdas es incesante en todo momento, veloz e insistente con un solo efectivo.

“Presage” es una instrumental con guitarra acústica a modo de intro para “Blood Dynasty” que busca pretendidamente una mayor grandiosidad. Inicio hímnico que te recordará aquella “Eagle Flies Alone” en un tema que mantiene una cadencia ideal para dar entrada a punteos, solos, efectos y arreglos de todo tipo. Si te gusta el material melódico con toques pretenciosos te encantará.

Con “Paper Tiger” afloran las influencias rockeras de la banda tanto en los riffs como en el tratamiento de la voz, tímidamente gutural. Los guitarras toman el mando en algunos solos doblados muy melódicos y rockeros al mismo tiempo.

Sorpresa con la inclusión de “Vivre Libre”, una versión de una banda de hard rock metal de los años 80 llamado Blaspheme. Tiene letra en francés, Alissa habla francés con fluidez, ya que creció en Quebec, Canadá. Iba a ser un bonus pero al final el grupo decidió incluirla y la verdad que da un toque incluso original y excéntrico. Vía libre para las voces limpias de Alissa que muestra puede ofrecer nuevos caminos por ahí.

“The Pendulum” te recordará a un tema de power metal al uso incluso con un toque a los Stratovarius clásicos. Cadencia típica e incluso la estructura del tema, ni las cada vez menos guturales de Alissa hacen ver lo contrario.

Cierra el trabajo “Liars&Thieves”, tema ya conocido que se mueve en lo esperado de velocidad y contundencia de la banda con las casi ya habituales voces melódicas de Alissa de nuevo y el break central para dar entrada a una parte más asequible antes del final, de nuevo hímnico, que enlaza con el inicio.

Conclusión

Nada nuevo que ofrecer en este disco por parte de la banda, eso sí, todo muy bien hecho, esperable y dejando claro que la aparición de las voces melódicas ya no es puntual. El anterior Deceivers aportó algunas novedades interesantes, en esta ocasión han apostado por seguir el mismo derrotero aportando poco más. Satisfará a los fans del grupo y será tolerado más que fácilmente por cualquiera que haya disfrutado los cuatro últimos discos del grupo. Además la garantía de trabajar de nuevo con Jens Bogren (ya lo hicieron con Will To Power de 2017) hace que todo suene en su lugar y contundente como debe. Solo las plataformas de streaming destrozarán eso.