Crónica de FM y Dare en Barcelona. FM y Dare sientan cátedra en Barcelona. Concierto que se celebró en la sala Wolf de Barcelona el pasado 19 de octubre.
Texto: Jordy Stanley
Fotos: Alfredo M. Geisse
Que el ‘Ruock En Ruoll’ es cosa de señorones, es algo que ya sabemos desde hace tiempo. No hace falta que los Rolling Stones saquen nuevo disco para que nos demos cuenta de que en nuestro género favorito se peinan canas. Pero, aun así, no veo que en ninguno de los conciertos a los que asistimos, nuestros cantantes favoritos necesiten de autotune u otras hierbas para poder llevar a cabo su show. Y esto es lo que vimos el pasado jueves 19 de octubre: unos señorones que cantaban como los ángeles y que daban un espectáculo que muchos de los que hoy en día se autoproclaman artistas (ya os imagináis que hablo de todos estos ‘traperos’, ‘reaggetoneros’ y demás ‘animalías’) quisieran poder hacer algún día.
Pues a lo que vamos, FM y DARE sentaron cátedra en Barcelona, y en toda España, durante esta mini gira que ha orquestado la promotora Rock the Dice. El show comenzaba con puntualidad británica en la Sala Wolf, para mí, una de las mejores salas de Barcelona en estos momentos. Los de Darren Warthon salían sin muchos aspavientos, como aquellos que son conocedores de que no necesitan demasiado artificio para llegar a su público y hacerlo bien.

El concierto comenzaba con “Born in the Storm” y “Cradle to the Grave”, ambas canciones pertenecientes a su último disco “Road to Eden”, lanzado en 2022. Tras estos primeros dos temas, cayeron “Home” y “Until” del disco “Sacred Ground” (2016), para venir luego acompañadas por “Road to Eden” y Fire Never Fades”, nuevamente del disco de 2022. Como sucede con tantas de estas bandas que poseen una larga trayectoria (DARE llevan en los escenarios desde 1985), hay diferentes planteamientos frente a un concierto: o un ‘Greatests Hits’ o echarle un par y presentar el nuevo trabajo como se merece.
Y este fue el planteamiento de DARE durante esa noche. Muchos podréis pensar que no, pero les funcionó. Pero no solo porque son unos musicazos, sino porque Darren Warthon actuó como un maestro de ceremonias excepcional: hablaba con nosotros de tú a tú, cantaba, nos hacía partícipes, nos cogía el móvil para grabar a la banda desde el ‘stage’ y se nos metía en el bolsillo con “Sea of Roses” una de sus canciones más emblemáticas de principios del dos mil. ¡La comunión perfecta!

Ya sobrepasado el meridiano del concierto, y después de haber interpretado “Silent Hill”, del mismo disco que la anterior, “Beneath the Shining Water” (2004), tocaban los clásicos: “Wings” y “We don’t Need a Reason”, de su segundo disco, y “Abandon” y “Into the Fire”, del trabajo con el que debutaban en 1988. Si hasta este momento el personal lo estaba pasando fetén, ahora enloquecía con los temas que habían revolucionado la escena musical allá por los años ochenta. Como se dice hoy en día, DARE ‘devoraron’.

La traca final vino con “Thy Kingdom Come”, nuevamente de su último trabajo, y con “The Raindance” y “King of Spades”, ambas, éxitos de antaño, para terminar con “We Will Return”, prometiéndonos que volveríamos a vernos. Y así será, porque nos juramos amor eterno entre todos los que ahí estábamos y DARE, por el gran espectáculo que nos dieron.
Un rápido cambio de escenario, nos traía a FM, quienes iban a rematar la faena por todo lo alto. “Synchronize” de su álbum homónimo de 2020 era la escogida para comenzar y sincronizarnos con los de Steve Overland y compañía. Con FM íbamos a tener un planteamiento de concierto completamente diferente: iban a ofrecernos, fundamentalmente, canciones de sus álbumes más emblemáticos, “Indiscreet” (1986) y “Tough it Out” (1989). Y así comenzaba la lista. “Tough it Out” como segunda canción y “Killed by Love” como tercer tema.
Hasta ahora, Steve Overland se había dedicado, únicamente, a cantar. Pero a partir de estos momentos, combinaría la función de cantante con la de segunda guitarra, aunque más de un solo nos ofreció junto con Jim Kirkpatrick, actual guitarrista desde 2008, con quien demostró que hay una complicidad brutal. Y eso hacía que se estableciera una comunión especial entre banda y público que nos hacía disfrutar a todos. Steve Overland se empujaba con Jim Kirkpatrick, mientras soleaban alguno de los temas; y a ellos se les unía Merv Goldsworthy, para no perderse la fiesta. Como veremos, poco le faltó a Jem Davis para salir piano en mano a gozar del sarao que estaban montando sus compañeros. Da gusto asistir a shows en los que todo es armonía y buen rollo.

Y tras todos estos súper ‘hits’ que nos trasladaban a los años ochenta, donde destacaba esa “American Girls”, que con tanta emotividad nos presentaba Steve, tocaba una canción del nuevo disco del 2022, “Thirteen”. No podían haber escogido otra mejor, “Turn this Car Around”, para mí de las mejores de este nuevo larga duración, donde comprobamos que una banda como FM sigue en lo más alto, casi cuarenta años más tarde, en lo que a nivel compositivo se refiere. En cuanto a nivel en un show, ya lo estábamos viendo: ¡incombustibles!

“Story of my Life” iba a ser uno de los temas que comenzaría a cerrar el concierto. Pero iba con sorpresa. Jem Davis tomaría las riendas del escenario haciéndonos una introducción brutal a piano y preparándonos para el momento más emotivo de la noche: Steve Overland cantando esta canción acompañado exclusivamente con el piano de Jem Davis. La noche terminaba con “Other side of Midnight”, también perteneciente a su primer disco, y con todos los miembros de la banda disfrutando de un concierto que nos costará mucho de olvidar.
Lo que os decía. Un concierto de ‘Gentlemen’ que nos daban sopas a un público que los contemplaba atónitos, viendo que realmente hay una ‘larga vida’ en el ‘Ruock En Ruoll’, por muchas canas que peinemos y por mucho autotune comercial que usen algunos. FM y DARE calentaron el alma y el corazón de todos los que asistimos a Barcelona y a la gira hispánica que nos regalaron.

Hasta aquí ha sido la crónica de FM y Dare en Barcelona. Próximamente seguiremos informando en la sección de noticias y en la revista física.