Crónica de Jinjer y Bullet For My Valentine en Barcelona. Concierto que se celebró el pasado 16 de febrero en la sala Razzmatazz de Barcelona.
TEXTO Y FOTOS: MIGUEL RAGA
Jinjer genera división de opiniones mientras que Bullet For My Valentine se coronan.
A las vueltas de San Valentín esperábamos una noche en donde le ofrecíamos un metálico regalo al nuestro. El panorama no era para nada baladí con un cartel largamente esperado y conformado por tres integrantes que arrastran numerosos seguidores. Hablamos de Bullet For My Valentine, Jinjer y Atreyu.
Los que llevamos tiempo en esto del metal, incluso cuando se llamaba heavy, y que contamos batallas que se remontan a más dos décadas atrás vemos un claro relevo generacional con bandas como las que hoy actuarán. El metalcore es el conductor de este cambio.
Sin duda y por suerte, los gustos cambian y el deseo de música nueva no va por las mismas sendas que antaño. La prueba de ello la gran entrada y largas colas iniciales de jóvenes que bajaban la media de edad con respecto a otros conciertos o giras que calan en Barcelona.
El primer acompañante fueron los estadounidenses Atreyu que a la hora de su comienzo la sala ya tenía buen aspecto pese a ser temprano y laboral. Banda que ya lleva muchos años y que antaño era capaz de encabezar propuestas como las de hoy en la grande de Razzmatazz de Barcelona. Recibidos entre grandes vítores denotaba que queda más de un seguidor de aquella época.
Ellos, como grandes que son, actuaron desde el primer minuto y siendo conscientes que solo disponían de escasos treinta. Tiempo justo para demostrar y recordar su buen material. No tardaron en descargar “Becoming the Bull” ese pegadizo tema donde Brandon, enchufadísimo ya lo veíamos interpretando este tema entre el público. De igual modo el público hiperconectado y comprometido.
Tras “Save Us” o la nueva y bien recibida “Drowning” de su último trabajo “Baptize” daban paso a su versión libre en estilo metalcore de “I Wanna Dance With Somebody (Who loves me)” de Whitney Houston. Finalizaron con la enorme “Blow” y el público recompensó con un largo aplauso atronador.
Tocaba cambio y preparación para ver a Jinjer. Sin duda una banda que goza de fama y está en un momento álgido en parte por sus actuaciones y altas capacidades para crear enlace con el público de su frontwoman. Ello les a granjeado una buena reputación para colarse en las posiciones altas de los festivales europeos convirtiéndose en una de las bandas más demandas.

Aquí me voy a mostrar un poco escéptico hacia la evolución y quizá desde el prisma de viejo para esto del metalcore y groove metal. Me parece que, sin poner en tela de juicio que son integrantes con talento y bien engarzados, empiezan a estar sobrevalorados. No me acabo de explicar el porqué de esa gran capacidad de embelesar y atraer a sus recitales tras verles el verano pasado en Resurrection Fest y hoy.
No puedo hablar mal de su concierto porque Tatiana, sin duda es una actriz principal que marcará una época al nivel de otras de su mismo rol con nombres más gigantes. Además de estar perfectamente acompañada de unos músicos excelentes. Sin duda ella es el centro de atención y se mostró enfundada en un traje apretado y oscuro de rallas verticales amarillo fosforescente que junto a su maquillaje resaltaba y contrastaban sus movimientos con la media luz que la iluminaba.
“Who is Gonna Be The One” abrió su actuación donde los potentes guturales fueron los absolutos protagonistas. Sin respirar “Copycat” de nuevo cuño o la referencia a la situación de su tierra natal “Home Back”. Veloz engarzada de temas como si tuviesen prisa sobre el escenario. “Dead hands Feel No Pain”, “Colossus” y la homónima de su nueva placa “Wallflowers”, junto a la potente “Call Me a Symbol” cerraron su, para mi gusto, descafeinada actuación.
Concierto rápido y agresivo, como nos acostumbran los ucranianos, pero frialdad en la interacción y cooperación. No surgió la química después del subidón que acumulábamos de Atreyu, incluso en la seca despedida.
Tiempo entonces para virar las sensaciones con los galeses Bullet For My Valentine que tampoco nada hay que explicarles en cómo actuar, vencer y modificar el sentido de la percepción.

Con hilo musical con a modo de warm-up con System of a Down, Limp Bizkit y Pantera, saltó el cuarteto sin piedad para laurearse ante el público de Barcelona. Sin darnos cuenta “Knives” y “Over It” ya había sido arrojada desde el escenario.
“Piece of Me” y “4 Words” añadieron más revoluciones a la euforia colectiva. ¡Eso si que era un vinculo y alianza visceral! Se notaba que los artistas estaban disfrutando y haciendo disfrutar. El gran juego de luces, donde el público quedaba iluminado e introducido en la escena que cargaba más pólvora a la bala.
Si Matthew en su condición de vocalista y el bajista Jamie hubiesen apagado sus micrófonos podrían estar confiados que aquello hubiese sido un gran karaoke. Muchos pasajes de temas cantados al unísono por la mayoría del joven público. “You Want a Battle” fue un claro ejemplo.

La interacción vocal entre ellos funciona perfectamente cuando del canto polifónico así lo requiere. En la balada “All These Things I hate” y su capacidad para evocar sentimientos nostálgicos donde Jamie asume el rol de cantante principal. Arreón de nuevo con la clásica y cortante “Scream Aim Fire” o la que usaron para la pausa “Death by a Thousand Cuts”.

Vuelta sobre las tablas a volcar todo lo que les quedaba sobre nosotros. No puedo dejar de mencionar a Jason Bowld que golpeó incansable la batería y marcar un ritmo acalorado y casi sofocante. Para encarrilar el delirio, “Your Betrayal”, “Tear Don’t Fall” y otra añeja de tiempos pretéritos “Waking the Demon”.

Hasta aquí ha sido la crónica de Jinjer y Bullet For My Valentine en Barcelona. Próximamente os seguirémos informando en nuestra sección de crónicas.