La Asociación La Vega Rock, borda su segundo año con El Viking Fest
Festival: Viking Fest
Lugar: El Abrazo, La Rinconada (Sevilla) – 22 de marzo de 2025
Texto: Rock´cio Jurado
Fotos: Olga
Breve resumen del Viking Fest: la crónica completa estará disponible en la edición impresa de nuestra próxima revista.
La Asociación Cultural Musical La Vega Rock ha vuelto a hacerlo. Con un crecimiento notable respecto a su primera edición, el Viking Fest 2025 se ha consolidado como una cita ineludible para los seguidores del buen Heavy Metal. Ubicado en el imponente recinto El Abrazo, un espacio polivalente de 80.000 metros cuadrados en La Rinconada, el festival ha demostrado ser una experiencia inmersiva, no solo en lo musical, sino también en el ámbito cultural y social.
Un gran cartel para una maravillosa jornada
Desde el mediodía hasta la medianoche, el festival ofreció un despliegue de talento nacional que abarcó desde el heavy metal más puro hasta las propuestas más progresivas y melódicas. La apertura de puertas dejó ver un flujo constante de camisetas negras, chalecos parcheados y muchas ganas de música.
La primera descarga llegó con cierto retraso respecto a la hora anunciada en redes y estuvo a cargo de los locales Rock Royce.
Tras casi tres décadas de inactividad, Rock Royce volvían con ganas de directo. Su regreso demostró, además, la importancia que tiene para La Vega Rock el valorizar las raíces musicales de la comunidad.
Su setlist, estuvo cargado de nostalgia y rock andaluz, fue como una especie de cápsula del tiempo para los más veteranos. No faltaron momentos especiales, con «Frustración» y «Todo Sigue Igual» —parte de su single de 1992— y que eran los temas más esperados de la banda. Su sonido tenía ese aire vintage y setentero de otra época. Entre canción y canción, los músicos aprovecharon para compartir anécdotas y recuerdos.
Tooth Unlabeled Society tomó el relevo. La banda sevillana de metal progresivo, demostró que las adversidades del pasado no definen el futuro. Tras los contratiempos en la edición anterior por problemas de salud de su vocalista, esta vez ofrecieron una actuación impecable.
¿Qué ocurre cuando fusionas las melodías de Dream Theater y la agresividad de Jinjer? Tooth es la respuesta.
La banda se mostró segura y cómoda en el escenario, cuidando tanto la estética como el sonido para ofrecer una experiencia inmersiva y coherente. Había problemas de sonido que se sucedieron en todas las bandas: desaparecían partes del sonido de algunos instrumentos. ¿El viento, los cables, el equipo? No lo sé. Provenía siempre de la misma zona, estuviera quien estuviera tocando. Sin embargo, ninguna banda dejó que esto afectara su espectáculo.
La propuesta de Tooth, resultó para los asistentes que aún no les conocían muy interesante. El setlist estuvo marcado por los temas de su último trabajo, The Darkest Path. Los momentos clave llegaron con «Shores of Rubicon», «Orphans», «Lullaby» y «Curse».
Dejaron para el final mis favoritas, «Rotten» y «Epitaph», dejando a los más de mil personas con la sensación de haber presenciado un acto digno de ser recordado.
Siguen los burgaleses Antecessor, una banda que me he preguntado mil y una veces cómo no está en más carteles de festivales. Musicalmente, son impresionantes; sus letras, dignas de admiración; y, como personas, chapó.
Antecessor es una banda de metal potente con una fuerte raíz en la escena de los años 90. En su música hay de todo: aunque a primera escucha puedan recordar a Sôber o Skizoo, si prestas atención, notarás una influencia clara de Pantera.
Ofrecieron un repaso a su fantástico Ex Libris, con temas como «El Camino», «El Elemento», «La Memoria del Agua» y «Fronteras de lo Absurdo». Pero también nos regalaron los grandes temazos de su nuevo EP, Neologismo, y sus brillantes cortes «Extimidad», «Sintientes» o «Ecocidio».
No sé si oportunidades como esta les brindarán las mejores condiciones para alcanzar mayor reconocimiento, pero lo que sí tengo claro es que Antecessor y su original propuesta lo merece.
Las cosas para Invicti se están poniendo serias. La banda ha logrado atraer a seguidores de distintas ciudades, impulsados por el boca a boca y el impacto de sus directos.
Subieron al escenario con su ya reconocible intro y, sin detenerse, ofrecieron una hora exacta de fantásticos temas. El repertorio estuvo dominado por su nuevo álbum Evil Empire, casi al completo. La transición del día a la noche acompañó perfectamente la melodía de temas como «Our Names», «The Eclipse» y «Berserk», como si el retraso fuera cosa del destino, permitiendo que en esos momentos se generara ese ambiente mágico que hizo que coincidieran con la puesta de sol.
La imagen general de la banda es imponente y demoledora. El mensaje queda claro: el público quiere Heavy Metal. Sin dar tregua, encadenaban un tema con otro, hasta que llegó el turno de «Balls of Steel», un sello de identidad indispensable en sus directos.
Cuando parecía que la banda se despedía, regresaron con una última embestida. Joey, implacable con su bajo, marcó el inicio de «Heavy Metal is Painful» seguida de «Midnight Resistance», pieza clave de su set por ser un tema íntegramente dedicado a los fans. Tras verlos en directo, es imposible no marcharse rebosantes de fuerza.
Había muchas ganas de ver a Kilmara. La banda de Barcelona venía a presentar su nuevo trabajo Journey to the Sun, además de hacerlo con la experiencia de haber finalizado su primera gira europea, acompañando a Dynazty y Nanowar of Steel. La cita en La Rinconada marcó el inicio de su periplo español, y vaya si lo hicieron bien.
Aparecieron en escena ataviados con sus característicos monos futuristas de apariencia retro. ¿Que nos ofreció Kilmara? calidad y contundencia. Su vocalista ofreció poderosas interpretaciones y la banda sonaba compacta.
El público reaccionó dejándose hipnotizar por el buen hacer del grupo. Los aplausos fueron más que merecidos con temas como «Power of the Mind», que destaco como uno de los grandes momentos de la velada.
Además de presentar su nuevo trabajo, nos regalaron gran parte de su disco anterior Across the Realm of Time, con «My Haven», «Wildfire» o «End of the World». Estos temas sonaron frescos, encajaban perfectamente con la onda de las nuevas bandas del panorama actual del Power Metal, aunque ellos le meten un toque especial de de rock melódico que te encandila.
Al fin llegó el momento de los míticos Easy Rider, un grupo que ha marcado la vida de muchos de sus seguidores. Recuerdo aún la primera vez que los vi en el Rock Machina del año 2000, y evidentemente, encontrármelos en el escenario después de tantos años es todo un placer.
El público acogió a la banda con mucha ilusión desde el primer acorde de «Lord of the Storm». Allá en las primeras filas, podías ver a varios de los miembros de la Asociación Vega Rock dándolo todo emocionados. «No Room in Hell» y «Paralysis» descargaban la adrenalina de los asistentes y de una banda que sonaba más sólida que nunca, y en plena forma. Se notaba que disfrutaban tanto como nosotros.
Dess interpretó «Changes» con una fuerza y sentimiento que ponían los pelos de punta. El setlist fue un acierto total, repasando su historia pero también tocando su futuro. «Tiempo» fue un momento precioso, con el público cantando tan fuerte que su voz se fundía con la de la banda.
Para la recta final, nos regalaron una traca compuesta por «Savage Rage», «Vampire Prelude» y «Stranger».
El público salió del recinto completamente satisfecho
Es maravilloso ver el esfuerzo que hacen las asociaciones culturales rockeras del país, que, sin apenas apoyos, hacen todo lo que esta en su mano por mantener vivo el género. Pusieron todos los medios a su alcance para hacer crecer el festival: merchandising, máquinas de pinball temáticas, puestos de figuras 3D, ludoteca, churros, barra con comida y bebida, zona literaria… en general el festival estuvo bastante completo.
El viento y el frío jugaron en su contra, algo inusual en Sevilla, pero a partir de las 17:00 la situación mejoró. A pesar de todo, más de 1.500 personas asistieron, superando la edición anterior.
¡Enhorabuena a todas las personas involucradas!
