Bandas: Tyla’s Dogs D’Amour + The Jerrycans
Lugar: Sala Wolf (Barcelona) – 22 de febrero de 2024
Promotor: Roll the DIce
Fotos: Alfredo Geisse
Si eres fan de los Dogs D’Amour y del bandido de Tyla estaba claro que esa noche de jueves en la Wolf barcelonesa era de obligada asistencia, y así lo entendió el público barcelonés, pues el recinto se llenó y mucho. Gran parte de la culpa de que Tyla sea menos perro y más lobo (como la sala) es gracias a los esforzados The Jerrycans, banda de Igualada que le acompaña en esta aventura y que también se ganó los corazones de los presentes. No sólo el maestro está en la mejor forma posible y en un estado vocal impresionante, es que las canciones son defendidas con clase y se trajo toneladas de merchandising en forma de vinilos, CDs y litografías. Si no conoces el arte pictórico de esta leyenda del rock inglés, digamos que está a la altura de su legado musical.
Empezaron The Jerrycans, muy metidos en su cometido, con un buen sonido y entrando con “Hell I Know”, sorpresivo corte con aires de americana. Son un quinteto con un material que sorprende y que es variado, pues “Noisey Old Car” es puro rock n’ roll. Todos ponen coros excepto el teclista e Ignasi se turna las voces con el otro guitarrista, y en temas como “You Get Me High” consiguen empastar voces con clase y pedigrí. En esta mostraron su lado más Stoniano, pero lo que sí lució especialmente es la amplia paleta de estilos e influencias del grupo.
En “Lucky One” el baterista da la entrada en una canción que trata sobre Bukowski mientras que “Until We Meet” se exploran las relaciones de pareja en una especie de balada con mucho teclado. Si tengo que quedarme con un tema ese fue “London Queen”. Los Jerrycans tienen imagen y el único pero es que Iggy estuvo algo contenido en sus parlamentos, pero en lo musical las canciones atrapan, el grupo suena compacto y los solos de guitarra son tan buenos como el inglés de sus dos vocalistas.
En la entrevista que mantuve con Tyla e Iggy Rojas el pirata le daba vueltas a cómo hacer la transición de un grupo al otro, por lo que ha optado por lo que hicieron Nine Inch Nails con David Bowie, y Tyla, apareció trajeado, copa de vino en mano y con la harmónica en “Brooklyn Girl”. Cantó a turno con Iggy, y de repente, ya estábamos ante los Dogs D’Amour en una especie de concierto integrado… Impresionante inicio con canciones de la talla de “Billy Two Rivers” en la recta de salida. Hubo un recuerdo a su amigo Spike de Quireboys: “Si conocéis a Spike… no creáis nada de lo que os diga”.
Su voz rota en “Trial of Tears” encandiló a una sala que se atrevió a cantar a la vez que Tyla iba colando frases en español como “Para toda la casa”, a la vez que brindaba con los presentes. Los temas suenan muy fidedignos y ese himno “Drunk like Me” elevó la apuesta, que continuaría con “Get By”. Con una nota de una cuerda de guitarra ya divisamos que “Heroine” no faltaba a la cita y en “The Last Bandit” quedó evidenciado que el grupo ha trabajado y ensayado el material y que las voces y coros del grupo son un apoyo espectacular para Tyla. Difícilmente encontrará nuestro protagonista una banda tan en consonancia con lo que él representa.
El esperado momento de la noche cayó pronto: “How Come It Never Rains” cantada por toda la parroquia y con los Jerrycans disfrutando bajo sus sombreros. Temas como este hicieron inmortales a los Dogs D’Amour. La eléctrica “Gypsy Blood” y “Scared of Dyin’” con dueto vocal abrieron paso para otra de las fundamentales: “I Don’t Want You to Go” bajo luces rojas, de infeccioso estribillo. Y es que como compositor Tyla es memorable y se le vio entero, muy enchufado y alegre, como siempre. No podía obviar “Satellite Kid” que compartió las mismas luces rojas que la divertida “Bottle of Red”. Del gran final y con 21 canciones completadas hasta ese momento destacó muy especialmente la tremenda “I Think Is Love” y ya con la sala a sus pies.
El horario permitió un único bis que estaba cantado: “Errol Flynn”. Ese mítico rasgueo de guitarra y luego ese estribillo mítico que puso a todo el público a cantar en lo que fue un inmejorable fin de fiesta con grandes coros de banda y de la gente. Conciertos como este son los que uno disfruta y hacen afición desmedida hacia un personaje del calado de Tyla. Subrayaría otra vez el gran papel de The Jerrycans, pues si escuchas su disco el veneno entra rápido.