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In Vain y Azrael calientan el frío madrileño

Banda: In Vain – Azrael
Lugar: The Basement Club – Madrid – 9 de marzo de 2024
Promotor: MetalVicioAgency
Texto: Víctor M. Lera
Fotos: Paula Sánchez

Noche de metal en vena para calentar el frío invernal que nos azota a las puertas de la primavera. Un atractivo cartel donde los madrileños In Vain presentaban su sexto larga duración, titulado Back to Nowhere, y los cuales estaban acompañados por los granadinos Azrael, unos auténticos invitados de lujo. Ambas bandas tienen unas larguísimas trayectorias, donde destaca la de los andaluces, y, quizás, en ambos casos no han sido respondidas con el éxito que, bajo el criterio de quien escribe, piensa que deberían tener.

Al llegar a la sala, pocos minutos del comienzo del concierto, apenas tres decenas de personas esperaban la acción. Temía lo peor, pero por suerte, unos diez minutos más adelante, el aspecto de la sala era infinitamente mejor. El ambiente era bueno, así que ya solo faltaba la música para comenzar la fiesta.

Una noche que, en lo musical, comenzaba con unos Azrael en un estado de forma espectacular. La banda granadina se asomó a las tablas con «Nada que temer», quizás su mejor canción, dejando claro que no solo habían venido a acompañar a In Vain, sino a demostrar, una vez más su valía. Hacía muchos años que, por diferentes circunstancias, no me cruzaba con ellos, y me dejaron boquiabierto. Siempre lo hicieron muy bien, pero la presencia de Marc Riera creo que les hace ganar muchísimo. Un cantante no solo con unas cualidades vocales excelentes, sino que, además, su presencia en el escenario me recuerda a esas bestias pardas que quizás se perdieron como líderes de las bandas, más centrados en entonar a la perfección olvidando la esencia de la música en directo. A mi entender, Marc es un cantante a la vieja usanza, de los que emocionan y da gusto ver encima de las tablas. El buen rollo que trasmite es total. Bueno, este punto lo hace toda la banda. Solo había que mirar a los laterales del escenario, donde se encontraban Salas y Zoraida, sonriendo y moviéndose continuamente.

Su repertorio estuvo basado principalmente en Dimensión IV, a pesar de tener publicado recientemente Dimensión V. Está claro que el IV tiene un peso enorme en la banda, tanto por el momento en el que se publicó como por la publicidad que hizo la compañía que lo auspició. A «Nada que temer» le siguió «Sentencia», y antes de volver al IV, cayeron «Hoy por fin», «Al amanecer», «Renacer» y «Más allá del cielo». La banda sonaba de una forma maravillosa, mostrándose muy cómoda en el escenario, y ejecutando los temas a la perfección.

Regresaron a 2002 con «Tres y el apocalipsis», y, de vuelta al presente, «Vivir/Morir». No había opción al descanso. Con «Incierta Realidad» seguían en la línea más intensa, quizás un poco rota con «Llorando por Granada», que, por buscar algo menos positivo, es una canción que no termina de convencerme.

Apenas pasaba la hora de concierto cuando «Tarde ya» y «Sacrificio» pusieron el broche de oro a un grandísimo concierto de Azrael. Se echaron de menos más canciones del Mafia y Futuro, sí, pero el tiempo era limitado, así que espero volver a verles muy pronto, a poder ser en su propio concierto. Al menos, que no pasen tantos años sin disfrutar de una banda de este calibre y en tan buen estado.

Tras la excelente actuación de Azrael llegaba el turno para In Vain. A los chicos de Rivas-Vaciamadrid les habían dejado el listón muy alto, pero superaron con creces el envite. Ante una buena cantidad de fieles seguidores, la banda liderada por Daniel Cordón salía a escena con «Force of Thunder», canción que pertenece al disco que presentaban en la capital titulado Back to Nowhere. No disfrutaban de un gran sonido, pero ya sabemos lo que ocurre habitualmente en este tipo de locales reconvertidos a salas de conciertos. Los técnicos pueden aplicar toda su buena fe y conocimiento, pero los recintos tienen límites estructurales insalvables.

Alteraron canciones de sus discos anteriores, como «Falling to the ground», antes de regresar al disco que presentaban con «Story of a lie». Con «No future for the world», y tras la colaboración pedida por la banda, el público coreó el estribillo saliendo de la ya clásica inactividad heredada, quizás, del otro lado de los Pirineos. «Blood & Steel» me gustó especialmente, y es que, a un servidor, le gusta más esa faceta de la banda que los sonidos más agresivos adquiridos en las últimas publicaciones.

De vuelta al nuevo disco, Metal Enlightenment, con recuerdo a los momentos oscuros vividos en los últimos años, nos devolvía a esos sonidos más pesados. No durarían mucho, ya que nos esperaba una genial «Into the abyss» y otra, igual de atractiva, como «It’s gettiing dark». Una vez más regresaban a la última publicación con «For the fallen», en la cual Julio, su nuevo guitarrista,  dedicaba de manera muy sentida a las personas que sufren de salud mental. Le seguía un pequeño solo el cual marcada el principio del fin. Y es que parece que los conciertos cortos han venido para quedarse, definitivamente. A la finalización del solo, vuelta a los sonidos más duros con «Hannibal and portas», el recuerdo de «Hellhounds» de su debut y el cierre con la ya clásica «War Machine». De esta forma, y tras agradecer a toda persona implicada en sacar adelante con mucho esfuerzo este concierto, la banda madrileña se despedía sin opciones a bises, no sé si por decisión suya o de los ya malditos horarios impuestos desde las salas. Finalizaba, por tanto, una gran noche de dos bandas veteranas, que se dejaron la piel para que los asistentes se fueran con un buen sabor de boca. Os puedo asegurar que su esfuerzo no fue en vano.

By Redacción Metal Hammer

Metal Hammer és una marca legendaria en toda Europa en cuanto a la difusión de la escena del hard rock y heavy metal. El primer número de la revista se editó en diciembre de 1987.

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