Bandas: Michael Schenker + Gut´s + Human Zoo
Lugar: La Riviera – Madrid – 4 de mayo de 2025
Promotor: ZLive on Tour
Fotos: Juanma Tocho
Uno de esos momentos que recuerdo con total nitidez fue cuando me compré Strangers in the Night de UFO. Recién aterrizado en Madrid, visité la tristemente desaparecida tienda de discos Madrid Rock y vi esa reedición a un buen precio. No dudé en adquirirla, aunque ese mes ya no me quedase ni para tabaco. Le di vueltas hasta morir, de saberme de memoria los gritos del público en ese mítico directo. Casualidades de la vida, un cuarto de siglo después iba a ver ese repertorio casi en su totalidad.
Michael Schenker está celebrando su quincuagésimo aniversario de su pasó por UFO, y para ello ha decidido recuperar ese disco en directo, con algún añadido muy interesante para los fans de la banda británica de sus discos de la década de los 70. Unos seguidores que no han dudado en llenar todos los recintos donde pasaban por la geografía ibérica. Normal, el repertorio es tan legendario como interesante. Y como añadido, una banda fantástica, por la que siento un estima especial como son Human Zoo. Tuve claro que no me perdería la cita desde el momento que se anunció.

En un primer momento, los que no aparecían en el cartel eran los suizos Gut´s. Una banda bastante desconocida, que sorprendieron a propios y extraños. La sensación que me dejaron a mí fue un tanto agridulce. La banda suena bastante potente, practicando un rock’n’roll de la vieja escuela, claramente influenciados por AC/DC. Ellos mismos no lo esconden en su web, así que creo que poco o nada hay que reprocharle. Lo que me dejó frío fue su actitud en el escenario. Una cosa es que tu sonido se parezca a una determinada banda y otra que parezcas una banda tributo repitiendo muchos de los movimientos de algunos de los miembros de la banda de los hermanos Young.
Bajo mi criterio ese último detalle es bastante contraproducente. La banda tiene mucho que ofrecer, y si el espectador se encuentra a una copia rápidamente perderá la atención. Canciones como “High as Noise”, “Jump the Gun”, “That Guy” o “Dirty Squeeze” demostraron tener calidad más que suficiente para llegar a ser una banda emergente interesante. No sé qué les deparará el futuro. Solo espero que estas líneas envejezcan muy mal y logren el mayor de los éxitos. En Madrid ofrecieron una descarga electrizante, animando al público que poco a poco iba llenando la sala.
Human Zoo fueron los segundos en salir al escenario de La Riviera. Procedentes de Balingen, Alemania, demostraron su valía con un sonido inclasificable. Al igual que sus compañeros de viaje Gut´s, se estrenaban en los escenarios de la capital. Me alegré mucho de verlos en el cartel cuando se presentó la gira. Es una banda a la que le tengo mucho cariño, ya sea por su procedencia, ya sea porque les descubrí en su ciudad natal hace la friolera de catorce años, sumándose al cartel a última hora en el tristemente desaparecido festival Bang Your Head. Practican un Heavy Metal melódico, quizás Hard Rock para muchos, con la curiosidad de añadir un saxofón en algunas de sus composiciones. Liderados por Thomas Seeburger, salieron a aprovechar una de esas pocas oportunidades que te da la vida para acercarse al gran público.

Los vi muy cómodos y profesionales, tal y como les recordaba de hace más de una década, ejecutando los temas sin parones, aprovechando el poco tiempo que tenían para demostrar su valía. Les destrozó el sonido, que, a pesar de mejorar a lo largo de su actuación, la sobresaturación de todo llegaba hasta ser incómodo en algunas ocasiones. Venían presentando su último y esperado trabajo en estudio, publicado hace casi un año, titulado Echoes Beyond. Un gran trabajo del que presentaron “Hello! Hello!” para abrir, siguiendo con “Gun 4 a While”, “Echo”, “To the Ground” y “Ghost in Me”.
Tuvieron poco tiempo, pero algo les quedó para recordar su primer disco, de la mano de “Crowd’s on Fire”, finalizando su corto repertorio con “Love Train”. Buen concierto de la banda teutona, a la que espero que no pasen otros catorce años para volver a ver. Solo deseo que la próxima sea en unas óptimas condiciones como las que mencioné más arriba. No es de recibo que en pleno 2025 no se les cuide un poco más a las bandas invitadas en las giras.
Rápidamente el equipo de la estrella de la noche se subió al escenario para dejar todo como a su jefe le gusta. Así, la batería de Bodo Schopf se escondía tras unos paneles acústicos que tendrán su lógica, pero visualmente quitan el sabor añejo de un concierto de Hard Rock. Se colocaba el teclado del multinstrumentista Steve Mann, mano derecha y pieza clave en la evolución de Michael Schenker en los últimos años, y se realizaban las últimas comprobaciones. Eran las nueve en punto de la noche y todo esta listo para la descarga.
Comenzaba a sonar “Inmigrant Song”, mientras las luces de La Riviera se apagaban. Había llegado el momento más esperado de la jornada dominical. Y la primera sorpresa estaba por llegar: la aparición de Roberto Dimitri Liapakis, más conocido como Lia. El vocalista de, entre otros proyectos, Mystic Prophecy y Steel Prophet, aparecía en escena ante la mirada atónita de la gran mayoría del público. La noticia de la ausencia de Erik Grönwall se produjo pocas horas antes del concierto, por lo que no todo el mundo estaba al tanto de la actualidad. Los comentarios se sucedían a mi alrededor, entre incredulidad o simplemente pensando que era parte del espectáculo.
Lo cierto es que a base de clásicos este detalle pasó rápidamente a un segundo plano. La banda interpretó “Natural Thing” y “Only You Can Rock Me” y a uno se le pasan todos los males. Si la noticia de la triste ausencia de Erik cayó como una losa, su rápida solución y evitar la cancelación de las fechas de Madrid y Barcelona dice mucho de la profesionalidad de la banda, del equipo que le rodea, y de los promotores que, imagino, temieron por la cancelación del concierto, tras muchos meses de duro trabajo para la celebración de un evento de estas características. Lo fácil hubiera sido cancelar, como en tantas ocasiones hemos visto. Así que desde aquí mi felicitación a todo el equipo involucrado en sacar este concierto adelante.

“Hot’n’Ready” era la siguiente en sonar, siendo una de esas joyas que Michael Schenker tenía olvidada en sus conciertos. No olvidemos que siempre que el rubio guitarrista alemán actúa con cualquiera de sus otras denominaciones termina interpretando canciones de UFO. En esta ocasión todo el repertorio se centraba en ello, sonando una vez más la joya de la corona “Doctor, Doctor” junto a otras gemas también olvidadas como “Mother Mary”, “I’m a Loser” o “The Kid’s”. De esta forma te aseguras de que todos los bandos se queden satisfechos: el que va a ver los clásicos de siempre, y el que busca alguna cosa rara nunca, o pocas veces vista en directo.
“Lights Out” fue el único momento difícil de la noche para Lia. Hizo un trabajo soberbio, sí. Desconozco el tiempo de antelación con el que preparó el concierto, pero, aunque estuviera en el banquillo por si acaso el bueno de Erik sufría alguno de sus achaques, salir a escena así tiene que ser como enfrentarse a escalar un Everest. Cumplió con la tarea asignada, quizás sonando diferente a lo que todo el público esperaba, y solo perdiéndose en la segunda mitad de la interpretación de “Lights Out”. Así que chapeau, no puedo decir nada más.
Otro de los detalles a destacar fue la falta de descanso de la banda. La ejecución del repertorio se realizó de forma casi continua, sin tiempo para respirar. Así siguieron la excepcional “Love to Love” o la potente “Let It Roll”. Diez canciones y apenas cuarenta y cinco minutos de concierto. Tampoco se puede pedir mucho más, dada la total entrega por parte de la banda. Si alargas el repertorio con muchos temas no esperados, probablemente el concierto llegue a ser aburrido para la inmensa mayoría. No es mi caso, así que pude disfrutar como gorrino en charca con temas como “Can You Roll Her” y “Reasons Love”.
Se cumplía la hora de concierto y había llegado el turno de otro de los momentos álgidos de la noche: “Rock Bottom”. Nunca me cansaré de escucharla. Para sorpresa de muchos sonó sin muchos de los matices que Michael le añade en sus giras, intentando sonar lo más fiel posible a la canción que compuso estando en las filas de la banda británica. Lo hizo en todas las canciones que habitualmente interpreta en sus giras, siendo ésta y “Doctor, Doctor” donde más se evidencian esos arreglos. Evidentemente hay opiniones para todos los gustos. Supongo que habrá gente a la que le sonaron más potentes de lo que debería, y otros nos conformamos con no sonar tan duros como en las giras centradas en su discografía en solitario.
La banda se despidió sin irse del escenario, ni siquiera un pequeño momento para que el público reclamase los bises. Tenía que haber bises: quedaban dos clásicos en el tintero como “Shoot, Shoot” y “Too Hot to Handle”. Ambas sonaron excepcionalmente bien, cerrando por todo lo alto la celebración de las bodas de oro del rubio guitarrista alemán de sus años en UFO. Una gira que llenó La Riviera, corrió riesgo de cancelarse, y por suerte, se celebró de forma triunfal. No le sobró nada, no le faltó nada. Y, a tenor de las opiniones escuchadas a mi alrededor, el resultado satisfizo a la gran mayoría. Cincuenta años, se dice pronto. Ojalá otros cincuenta de uno de los más prolíficos e influyentes guitarristas de la historia.








