Nightwish – Century Child

El comienzo es arrollador con «Bless the Child» con ese machacón sintetizador, el coro y la grandilocuencia que dan los empaques de batería y guitarra. Todo ello con la voz de Tarja, voz icónica del estilo. El tema es puro drama y poesía con la contundencia de una banda de metal en mayúsculas. Contrasta el peso de las guitarras con la actual tendencia de la banda en este sentido. «End of All Hope» es uno de los temas clásicos que tan bien combinan la parte metálica y sinfónica.

Si algo cabe remarcar en este disco es la presencia e incorporación de Marko Hietala. Su presencia, carisma y sobretodo voz sumó muchos enteros siendo una de los valores de la banda durante años en disco y estudio. Muchos le echan de menos actualmente. «Dead to the World» es un ejemplo de su poder vocal… por no hablar del icónico dueto con Tarja. Las guitarras siguen siendo protagonistas en lo que hoy en día segura tendría entrada alguno de los instrumentos que interpreta Troy Donockley. «Ever Dream» es una de esas piezas en las que se luce Tarja y Tuomas sabe mostrar su lado más asequible. Marko le da un toque magistral. «Slaying the Dreamer» es seguramente el inicio más duro que nunca ha hecho la banda, invita al headbanging sin sentido en contraste con «Forever Yours» que invita a una pequeña pausa sin bajar el nivel. La canción tiene su atractivo, con una agradable mezcla de canto lírico con notas vocales de fondo, así como una de las primeras incursiones de flauta en su música, como anunciando su sonido actual.

«Ocean Soul» quizá es la pieza más floja de todo el trabajo ya que no ofrece tanto como el resto de temas. Sufre en la comparación. Destacaría la interpretación de Jukka Nevalainen. Las cosas vuelven a su cauce con la introducción de “Feel for You”, y su tintineante sonido de sintetizador en un tema con una de las mejores interpretaciones vocales de Marko.

Qué decir de la versión “Phantom of the Opera” de Andrew Lloyd Webber. En manos del dueto Turunen-Hietala incluso la mejoran con todo el drama y sentimiento necesario. Como no enamorarse del tema cuando Marko suelta ese “Sing my angel of music!” y Tarja ataca esas notas tan altas.

El disco se cierra con uno de los temas más enterrados y quizá infravalorados «Beauty of the beast». El bajo en su sitio, las voces suaves, las letras brillantes y la poderosa armonización de la primera parte, a medida que avanza la canción, son absolutamente maravillosos en todos los ámbitos.

Century Child quizá no sea el disco más querido por los fans del grupo pero contiene una serie de canciones absolutamente imprescindibles y referentes. Si alguien planea escuchar por primera vez al grupo quizá éste sea un buen comienzo…