Festival: Resurrection Fest
Lugar: Viveiro – Lugo – del 26 al 29 de junio de 2024
Promotor: Bring de Noise
Fotos: Álvaro Carlier y Zoe Lilith
Morriña es una palabra de origen gallegoportugués (morrinha) que indica la “Tristeza o melancolía, especialmente la nostalgia de la tierra natal” (RAE). Es un término especialmente ligado a la enorme añoranza que los gallegos emigrantes tenían de la tierra que los vio nacer. El uso del vocablo para referirse a circunstancias menos trascendentes es imposible que albergue un sentimiento tan profundo como la de los gallegos lejos de su hogar, pero resulta una palabra bonita para señalar una añoranza similar por algo.
Hace tan solo uno pocos días que estábamos entregados en cuerpo y alma a la última edición del Resurrection Fest y, ya recuperados, nos ponemos a redactar nuestra crónica de lo sucedido y se nos ocurre una definición extendida de la palabra Morriña: “Nostalgia de un lugar o momento en el que has vivido una experiencia vital intensiva”, como la que nosotros sentimos tan solo unos días después de haber pasado por el festival.
Porque pasar cuatro días entregado a un festival como el Resu es, sin duda, una experiencia profunda. Que cada cual vive y revive a su manera. Con la presente crónica, intentaremos explicar lo que vimos y vivimos el equipo de Metal Hammer, esperando que nuestras palabras estén al nivel de la vivencia.
En este punto explicaremos que esta crónica web es una versión parcial de nuestra crónica en la que únicamente incluiremos reseñas de los cuatro cabezas de cartel. Podéis ver la crónica completa de todos los grupos en la edición en papel de Metal Hammer España del mes de septiembre.
La del 2024 ha sido la decimonovena edición de un festival plenamente consolidado y convertido en uno de los más importantes festivales de metal de nuestro país. El cartel de esta edición no había levantado grandes aplausos, siendo una explicación en boca de tod@s que se estaban reservando para el 20 aniversario, en el 2025. Sin embargo, contaremos que el balance musical de esta edición ha sido más que satisfactorio y nos ha dejado muchos momentos memorables.
El Resu se celebra justamente en la tierra que se inventó la Morriña, exactamente en la localidad de Viveiro, en las Rías Altas Gallegas. Una villa marinera y tranquila que cada año, transcurridos pocos días del solsticio del verano, ve como decenas de miles de aficionados al metal llegan de repente a sus puertas, como esa fuerza poderosa que es el viento del Atlántico, que sopla con intensidad desde el océano, moldeando los acantilados. Viveiro parece moldeada por el festival durante unos días y la simbiosis con su población se nos antoja reconocible. Durante esta edición pudimos ver escenas entrañables como grupos de gente mayor local paseando entre la parroquia metalera, saludando amistosamente y haciéndose fotografías, o como grupos escolares protegidos con auriculares y situados en la parte trasera de los escenarios, justo en el momento de alguna actuación. En este contexto, destacamos escenas de gran contraste como la de unos jóvenes y salvajes Nakkeknaekker, ofreciendo una descarga brutal en el Ritual Stage, mientras niños muy pequeños lo presenciaban alucinados y desde bien cerquita.
Resaltaremos una de las ocurrentes frases que Pela, cantante La Excavadora, soltó durante su actuación. “No estábamos seguro si nos dejarían entrar en el Resu, porque yo no canto en gutural”. Siendo obviamente bienvenidos al festival, la frase resumía un poco el estilo más generalizado de esta edición. En el cartel de cada día hemos podido ver una alta dosis de metal moderno y extremo (metalcore, deathcore, alternativo… en la versión en papel de la crónica explicamos detalles de cada grupo). Los growls y screams, los riffs pesados, las afinaciones bajas y las percusiones asesinas han sido platos de cada día.
Otra propuesta actual con much@s adept@s, a juzgar por la cantidad de gente que reunieron en el Main Stage, es esa curiosa mezcla entre metal y electrónica o dance que representan bandas como Babymetal o los Electric Callboy (ambos grupos nacidos en el 2010, que incluso hicieron una canción juntos, repetida en la actuación de cada uno). Es un género que viene acompañado de una manera nueva de vivir el metal en directo: bailando.
Dentro de una diversidad de orígenes de las bandas invitadas, destacaremos la cantidad de bandas japonesas que hemos podido ver en esta edición (Babymetal, Crystal Lake, Hanabie, Jiluka, Lovebites y Knosis).
“Besos negros gratis” anunciaba una de las muchas y jocosas pancartas que podíamos ver entre el público, gracias a Headbanging Cam situada en disposición cenital por encima del público del escenario principal. Cámara que también nos retransmitió los momentos de esas enérgicas y habituales actividades físicas metaleras: circles pits, walls of death, mosht pits, headbangings… Versiones variadas de todo ello dependiendo del grupo y del escenario, en muchos casos incentivadas por las propias bandas. Sin embargo, el acto colectivo que más hemos visto crecer en el Resu 2024 ha sido el Crowd Surfing, movimiento que implica que un asistente es levantado y transportado por las manos de otros miembros del público hasta el escenario. Obviamente es algo que ya existe hace mucho tiempo, pero nunca habíamos visto semejante flujo continuo de gente surfeando por las cabezas del público como este año. Especialmente en el Main Stage, auténticos ríos de metalheads que brotaban desde el centro del público y desembocaban en la balla del foso, dando trabajo continuado a los miembros de seguridad.
Ajenos a la llegada de los inversores extranjeros en el sector, el público del Resurrection vive el festival bajo una atmósfera contagiosa de tolerancia, buen rollo y ganas de pasarlo bien. Los únicos momentos de odio detectados por este redactor se limitan a algunos comentarios de haters en las redes sociales. El mito de los metaleros peludos, vestidos todos de negro, con cananas y muñequeras ha quedado enterrado en el siglo XX. Ahora la diversidad de gente y de maneras de vestir es tan amplia como la variedad de géneros de música que se pueden llegar a escuchar en el festival. La diversidad es otro de los aspectos destacables del festival.
Por lo que hace al recinto, en esta edición se han vuelto a habilitar los cuatro escenarios habituales para agendar actuaciones sincronizadas o simultáneas: Main, Ritual, Chaos y Desert. Repartidos a lo amplio del recinto, obligan inevitablemente a caminar de punta a punta del recinto varias veces al día. Y es en este recorrido que vas tomando el pulso al festival. A primera hora de la tarde la afluencia era baja y todavía hay muchos espacios para moverse y las colas son cortas. Cuando el sol empieza a marchar, el recinto empieza a llenarse hasta momentos donde se aprecian auténticas riadas de gente arriba y abajo, por todas partes.
En Galicia, la lluvia suave y persistente es conocida como “orballo”. Este término se refiere a una llovizna fina que a menudo parece más bien una especie de neblina húmeda que empapa lentamente. En los tres primeros días nos visitó el orballo, siendo el viernes el peor día, en el que llegó a llover un poco más y varios puntos del recinto se llenaron de barro. El dios del tiempo nos concedió su clemencia y el sábado fue un día soleado y perfecto para rematar el Resu del 2024.
Hacer una mención especial a mis dos companyer@s encargados de la fotografía: Zoe Lilith y Álvaro Carlier, que para mí han sido tan artistas o más que cualquiera de los que hemos visto encima de los escenarios. No dejéis de seguirlos en las redes.
Miércoles 26 – Ver periódicamente el show de Alice Cooper es algo recomendado en la dieta de cualquier metalhead
Con setenta y seis años en sus espaldas, Alice Cooper fue el artista de mayor edad en pisar un escenario del Resu 2024. Unos escenarios que han sido su vida durante cinco décadas y que le han permitido sumar clásicos del rock en su setlist y evolucionar su espectáculo hasta el formato de show actual, que lleva años mostrando y que es una auténtica obra del rock teatral, calibrada al máximo detalle e impactante en su resultado final.
Cooper está en la lista de grupos abonados a los festivales y cada año lo podemos ver en un festival cercano, pero a pesar de ello, aunque veas su espectáculo de magia una vez cada año y te conozcas todos sus trucos, te continúa pegando fuerte. Entre el público siempre detectas a gente que lo ve por primera vez y entonces el grado de impacto es relevante.
Justo cuando el de Detroit empezó el concierto, el orballo hacía acto de presencia, como si fuera parte de la escenografía tétrica del show. Salvo por la ausencia de la serpiente, pudimos ver en escenario todos los trucos clásicos: su muñeco gigante bailando entre los músicos, el truco de la camisa de fuerza, su decapitación en la guillotina, las peleas con su hija y con diferentes personajes que se atrevían a desafiarlo, las banderas yankis, los globos reventados a golpe de espada…
Y todo ello apoyado por su banda habitual, con la que cualquiera podría atreverse a conquistar el mundo: Ryan Roxie (guitarra) como miembro más antiguo. Chuck Garric (bajo) afiliado a la secta desde el 2002. Glen Sobel (batería) y Tommy Henriksen (guitarra), en nómina desde el 2011. Y Nita Strauss (guitarra) la componente más joven, recientemente reincorporada a la banda después de su incursión en el mundo del pop.
La bienvenida al show la hicieron con “Lock Me Up”, pasando directamente a “Welcome to the Show”, único tema de su trabajo más reciente “Road” (2023).
Para recordarnos que su lista de clásicos es larguísima, nos encadenan tres de seguidos “No More Mr. Nice Guy”, “I’m Eighteen” y “Under My Wheels”. Los trucos no aparecen hasta llegar a “Billion Dollar Babies”, en la que Cooper dispara al público esos billetes de dólar personalizados (Alguno tenemos archivado en el baúl de los recuerdos rockeros).
Continua con “He’s Back (The Man Behind the Mask)” y “Lost In America”, hasta llegar a “Hey Stoopid” donde vemos subir un fotógrafo al escenario. No tardamos en saber que es parte del espectáculo, porque acaba eliminado de la escena, atravesado con el palo del micro.
A estas alturas del concierto, el público ya está envenenado por la magia de Alice y “Poison” es sin duda el tema más reconocido y coreado. En “Feed My Frankenstein” vemos a Alice convertirse en ese muñeco gigante e interactuar con cada uno de los músicos y con “Ballad of Dwight Fry” aparece de nuevo Calico Cooper para completar ese papel dramático en el archiconocido número de la decapitación de su padre. “I Love The Dead” podemos ver una introducción de Nita, que luce su técnica más metalera. Y para “Elected” insertan dos banderas yankis al extremo de una de las escaleras, transformándola en un atril.
“Schools out” es un final a medida, igual que el traje blanco que luce Copper para despedirse. Salen los globos y la canción evoluciona a “Another Brick in the Wall” de Pink Floyd, para acompañar el momento de presentar la banda. Está claro que, si algún artista tiene crédito para presentarse a si mismo, ese es el gran Alice Cooper. En el Resurrection del 2024 no nos descubrió nada nuevo en su directo, pero volvió a convencernos y a constatarnos que es uno de los más grandes showmans del rock.
El setlist completo fue el siguiente:
- “Lock Me Up”
- “Welcome to the Show”
- “No More Mr. Nice Guy”
- “I’m Eighteen”
- “Under My Wheels”
- “Billion Dollar Babies”
- “He’s Back (The Man Behind the Mask)”
- “Lost In America”
- “Hey Stoopid”
- “Poison”
- “Feed My Frankenstein”
- “Ballad Of Dwight Fry”
- “I Love The Dead”
- “Elected”
- “School’s Out”
Jueves 27 – Bring Me the Horizon vuelven por quinta vez al Resurrection, esta vez con la segunda parte de su era POST HUMAN
Bring Me the Horizon es claramente una de las bandas internacionales más frecuentes en la historia del Resurrection Fest. Pisaron el festival por primera vez en el 2011 y posteriormente habían sido invitados hasta tres veces más (2013, 2019 y 2022). La visita del 2024 era, por lo tanto, la quinta vez que los podíamos ver en un escenario del Resu, esta vez como cabezas de cartel del jueves 27. Con este historial, está claro que se merecen una de las estrellas en el nuevo Paseo de la Fama que la organización pondrá en marcha en el 2025.
El del Resu no ha sido un concierto exclusivo de los de Sheffield en España, porque tocarán en el Mad Cool (Madrid) el 13 de julio.
BMTH están claramente centrados en presentar su material más reciente, englobado en lo que ellos mismos han llamado era POST HUMAN. Etapa que iniciaron en el 2020 con el lanzamiento del trabajo “POST HUMAN: Survival Horror”, del que nos presentaron hasta cuatro canciones: “Kingslayer”, “Obey”, “Parasite Eve” y “Teardrops”. Y trayecto que han continuado la publicación de su último álbum de estudio “POST HUMAN: NeX Gen” (mayo del 2024), del que nos presentaron hasta cinco temas diferentes: “AmEN!”, “DArkSide”, “Kool-Aid”, “LosT” y “Top 10 staTues tHat CriEd bloOd”.
Encima del escenario pudimos ver a los cuatro miembros actuales de la banda: Oliver Sykes (voz principal), Matt Kean (bajo), Lee Malia (guitarra solista) y Matt Nicholls (batería. El teclista original del grupo, Jordan Fish, dejó el proyecto en el 2023 y hemos de remarcar que en directo notamos a faltar su presencia física, que no tanto su aportación musical.
La explanada del Main Stage estaba realmente llena y el concierto arrancó, puntualmente a la hora prevista, con un vídeo introductorio con una especie de IA a modo de experiencia inmersiva. En el escenario una tarima central, pantallas traseras que fueron cambiando de tramas, disparos continuados de columnas de fuego y algún momento de laser de color disparado hacia el horizonte.
Empezaron con mucha fuerza, con el nuevo tema “DArkSide”, que sirvió rápidamente para ver que el público tenía intención de activarse y pasarlo bien. Durante todo el concierto se pudieron ver riadas de gente surfeando e innumerables círculos y pogos, habitualmente incentivados por Sykes. También pudimos ver como mucha gente conocía y cantaba los temas, evidenciando que es una banda querida en el festival.
Emotivo el momento en que Sykes pidió a una fan que subiera a cantar “Actvisit”, cediéndole el protagonismo durante un rato. Si no era un instante preparado, la improvisación salió realmente bien. Y con “Drown” se llegó al punto de conexión máxima, con Sykes situado entre el público dejándose querer.
Bring Me The Horizon mostraron en directo un sonido potente y preciso, con cada miembro mostrando gran habilidad en sus respectivos instrumentos. La voz de Sykes, combinada con los coros de la audiencia, creó una atmósfera intensa y el público indudablemente se lo pasó a lo grande. Un show completo y efectivo, digno de un cabeza de cartel, que hace agrandar la relación de idilio entre BMTH y el Resurrection Fest.
El setlist fue el siguiente:
- “DarkSide”
- “Empire (Let Them Sing)”
- “Mantra”
- “Teardrops”
- “AmEN!”
- “Kool-Aid”
- “Shadow Moses”
- “Obey”
- “Top 10 staTues tHat CriEd bloOd”
- “Itch for the Cure (When Will We Be Free?)”
- “Kingslayer”
- “Parasite Eve”
- “Antivist”
- “Drown”
- “Can You Feel My Heart”
Encore:
- “Doomed”
- “Lost”
- “Throne”
Viernes 28 – The Offspring revienta el Main Stage a pesar de la lluvia
El tercer día del festival fue el peor en cuanto al clima y no paró de caer agua, con mayor o menor intensidad, durante toda la jornada. A pesar de ello, pudimos ver más gente que los dos días anteriores y en el turno de The Offspring, el escenario principal del festival se mostraba realmente a reventar de gente.
Los californianos pisaban el Resurrection unos meses antes de publicar su nuevo trabajo, “Supercharged”, anunciado para octubre del 2024, del cual únicamente tocaron el sencillo conocido hasta la fecha “Make It All Right”. Bajo el claro objetivo de ofrecer una mirada a los principales éxitos de la banda, más de la mitad del setlist fueron temas clásicos de su repertorio, escritos en el siglo pasado y diseñados para gustar a todo el mundo.
Encima del escenario pudimos ver a los dos históricos miembros de la banda: Dexter Holland: (voz principal, guitarra rítmica) y a Noodles (guitarra principal, coros). Acompañados de los más recientes Todd Morse (bajo), Jonah Nimoy (guitarra rítmica, teclados, percusión, coros) y de un joven y brillante Brandon Pertzborn (batería).
Las pantallas de vídeo laterales, que transmitían el concierto para facilitar la visión de lejos, presentaron textos y elementos editados sobre las imágenes en directo. Una tendencia que vimos en más de un grupo, con diferentes resultados (ver comentarios en el concierto de Avenged Sevenfold).
Holland y Noodles no pararon de dirigirse al público y de bromear entre ellos, mostrándose agradecidos por la gran cantidad de gente que cantaba sus temas. Desde el primer acorde hasta el último, la banda mantuvo un ritmo frenético que mantuvo a la audiencia en constante movimiento. Durante toda la actuación se vivió un ambiente de pura fiesta.
Muchas de las canciones de The Offspring tienen coros pegajosos y fáciles de cantar, lo que hace que el público forme parte del espectáculo. Sucedió así también con el cover de Blitzkrieg Bop (Ramones), que siempre es muy efectivo para hacer gritar al público. Aunque los temas que fueron más cantados y realmente desataron la locura comunitaria fueron los grandes clásicos del grupo, como: “Why Don’t You Get a Job?”, con los que lanzaron balones rojos inflables al público, “Pretty Fly (for a White Guy)”, “The Kids Aren’t Alright” y el desenfrenado final con ““Self Esteem”.
Los dos miembros originales de la banda se mantuvieron al frente de toda la actuación: Holland presentó su tono distintivo, con una voz clara y potente, y Noodles nos demostró que, a parte de ser un tipo súper cachondo, es un guitarrista excelente. A destacar el peso de la batería de Pertsborn, con capacidad para mantener el tempo rápido y consistente durante toda la actuación, crucial para el estilo de la banda.
El concierto de The Offspring en el Resurrection 2024 fue una gran experiencia en la que pudimos gozar en directo de la esencia de su característico punk rock, presentado con una vitalidad que sigue siendo tan relevante hoy como lo fue en sus inicios.
El setlist completo fue el siguiente:
- “Come Out and Play”
- “All y Want”
- “Want You Bad”
- “Staring at the Sun”
- “Make It All Right”
- “In the Hall of the Mountain King” (Edvard Grieg cover)
- “Blitzkrieg Bop” (Ramones cover)
- “Hit That”
- “Hammerhead”
- “Original Prankster”
- “Million Miles Away”
- “Bad Habit”
- “Gotta Get Away”
- “Why Don’t You Get a Job?”
- “(Can’t Get My) Head Around You”
- “Pretty Fly (for a White Guy)”
- “The Kids Aren’t Alright”
Encore:
- “You’re Gonna Go Far, Kid”
- “Self Esteem”
Sábado 29 – Avenged Sevenfold paga su deuda con el Resurrection, ofreciendo el concierto más diferencial de la actual edición.
Avenged Sevenfold tenía una deuda importante con el Resurrection, después de cancelar su presencia en la edición del 2022. El motivo que expusieron en ese momento para anular su gira fue que necesitaban centrarse en l grabación de su octavo trabajo de estudio y último hasta la fecha, “Life Is but a Dream…” (2023).
No sabemos si por este motivo, o porqué están en un momento realmente inspirado, explicaremos que A7X nos obsequió con un concierto diferente, innovador y memorable en muchos sentidos.
Como es normal, el sábado es el día que más gente se concentró en el festival. Especialmente en las horas nocturnas, cuando todo el mundo se resiste a dejar del reciento, porque significa no volver a pisarlo hasta dentro de un año. Esta circunstancia, junto al detalle que el concierto de los estadunidenses fue programado como el último en el Main Stage antes de la clásica despedida del festival con fuegos artificiales, hizo que la explanada central del Resu registrara las cuotas máximas de público.
Pisando el escenario pudimos ver a la formación actual de la banda: M. Shadows (voz), Synyster Gates (guitarra), Zacky Vengeance (guitarra), Johnny Christ (bajo) y Brooks Wackerman (batería).
La actuación empezó de una manera extraña, con “Game Over” y un Mr. Shadows sentado y ataviado con un pasa montañas que no se quitó hasta el segundo tema, “Mattel”. Con “Afterlife” ya pudimos ver a todo el público cantar con pasión. A continuación Mr. Shadows pidió que se identificaran, alzando la mano, los que eran novatos en un concierto de la banda y les dedicó un “Hail To the King” que sonó realmente espectacular.
“Burrie Alive” también sonó realmente incendiaria y con “So Far Away” llenaron la esplanada de luces horizontales, creando un efecto espectacular. Con “Unholy Confessions” vimos a Wackerman haciendo un solo de batería para desembocar en un outro enigmático. “Nightmare” resonó como una pesadilla apoteósica y fue posiblemente el tema que más brilló en la actuación. “A Little Piece of Heaven” es un tema complejo, con muchas variaciones, que fue defendido en directo de una manera muy inspirada, demostrando toda la versatilidad de la banda. Con “Save me” tuvimos uno de los momentos en los que gozamos con claridad de ese punto diferencial que tienen las guitarras de A7X. Y para cerrar el show con la máxima personalidad, en vez de elegir un clásico, optaron por “Cosmic”, del material más reciente de la banda y ejemplo perfecto de su momento actual.
Doce canciones largas y complejas, con muchos rincones donde perderse y presentadas en directo con una solvencia extraordinaria. Con un Mr. Shadows realmente inspirado y unas guitarras de Gates y Vengeance espectaculares y diferentes a todo lo que habíamos escuchado en los cuatro días del festival.
Mención a parte tiene la transmisión en directo por las pantallas, que se presentó filtrada con efectos espectaculares parecidos a los que puedes conseguir con los filtros de las redes sociales. Es cierto que estos efectos no permitieron seguir tan claramente el concierto desde lejos y, por esta razón, no gustaron a todo el mundo. A nosotros nos pareció algo novedoso y diferente, que enfatizó el enorme espectáculo que nos regalaron.
Avenged Sevenfold combinó a la perfección la intensidad y versatilidad de su música en directo con un espectáculo visual impresionante y una fuerte conexión con el público. Una experiencia memorable para cerrar el Resurrection 2024 y que les permite saldar su deuda con rotundidad.
El setlist completo fue el siguiente:
- “Game Over”
- “Mattel”
- “Afterlife”
- “Hail to the King”
- “Buried Alive”
- “So Far Away”
- “Unholy Confessions”
- “Nobody”
- “Nightmare”
- “A Little Piece of Heaven”
- “Save Me”
- “Cosmic”