The Karma Effect – Promised Land

«Promised Land»

The Karma Effect siguen las directrices de su anterior trabajo y mejoran tanto sus labores compositivas como solistas, lo que nos proporciona un disco tremendamente bueno de Hard Rock de elegante corte británico en su telar, pero que no rehúsa de calzar botas tejanas Aerosmith o Black Crowes y que los debiera poner, desde ya, en la primera línea del escaparate de tienda de lujo a la que pertenecen.

Con una abierta admiración por los Rolling Stones o Free, hay estrofas y estribillos tan envidiables que nos reportan también a los mejores Quireboys o incluso a los injustamente tratados Skin (“Promised Land”).

“See You Again”, entre otras, lo tiene todo, no es cuestión de azar.

Sería incompleto no hacer referencia al tono Pop, Blues y retro que añaden con tacto sedoso y, sobre eso, pesa encomiablemente la funcionalidad de Seb Emmins (¡vaya labor a lo Bruce Hornsby en “Be My Salvation”!) a los teclados, Hammond y pianos, una de las claves distintivas y anímicas del quinteto, en tanto y cuanto la animada sección rítmica de Ash Powell (batería) y Liam Quinn (bajo) manejan las intensidades como les sale de los… ¡Ejem! De ahí mismo.

Su vocalista y guitarra Henry Gottelier, con un timbre rasgado y apasionante, te unirá a una juerga coral de diferentes sexos con un magnetismo animal.

Finalmente Robbie Blake es un concienzudo guitarrista que se conoce al dedillo los entresijos de este sonido pero que sabe extrapolarlos al presente sin ningún complejo.

Un “top” de este año.