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Dream Theater en Madrid, que nunca acabe la representación

Banda: Dream Theater
Lugar: Cubierta de Leganés – Madrid – 17 de noviembre de 2024
Promotor: Z! Live
Fotos: Víctor M. Lera

Todo el mundo lo esperaba y de algún modo sabíamos que tarde o temprano iba a suceder. Mike Portnoy ha vuelto a Dream Theater y siempre que suceden estos reencuentros o reuniones se genera expectación que se traduce en ganas de verlos en directo. Esta gira de 40 aniversario sirve precisamente para ello y como preludio de la edición de un nuevo disco como será Parasomnia, que ya os digo va a gustar.

Consideraciones previas. Una vez más se confirma la tendencia, y realidad actual, las giras de las bandas internacionales se vuelven de una fecha, eso si se acercan por aquí. Manera de abaratar costes para el promotor, aumentar la cotización de la banda y congregar a más público en un único recinto. De esta manera obligas a viajar a la gente o directamente muchos no pueden asistir a no ser que sea un sábado. Como siempre quién sale perjudicado es el fan. Segunda, llama poderosamente la atención como todas las fechas de la banda americana, que como es sabido tocan sin ninguna banda que les acompañe un show de tres horas, han comenzado en toda Europa como muy tarde a la ocho de la tarde, siendo el horario más habitual las 19 o 19.30. En España no. España siempre es diferente y juega otra liga, por desgracia. Las 21.00 era la hora programada y aún se demoró en 5 minutos. Siendo un domingo y siendo la previsión de finalización las doce de la noche, ¿no hubiera tenido más lógica empezar una hora antes? Sería interesante saber las razones.

La cubierta de Leganés albergaba la única cita española del Teatro de los Sueños con un temor, la reputación del recinto en cuanto al sonido no es muy halagueña, y eso para una banda como Dream Theater no es nada bueno. Con ellos cobra más importancia como suena el concierto. No fue tan fiero como lo pintaban en esta ocasión. Cierto que el rebote lo tiene el recinto, más aún en según qué ubicación pero sonó razonablemente bien siempre dependiendo de la ubicación cada uno. Otra cosa fueron los accesos y, sobretodo, dentro del recinto ya que en la grada la única separación entre zonas de diferentes precios era una simple cinta que pronto desapareció. Además la ausencia de localidades como tal complicó la mínima comodidad de los asistentes. En pista pues de pie y ahí aguantando las tres horas, no hay más.

Sabíamos a lo que íbamos e incluso el set que se ha mantenido imperturbable durante esta gira dejando para otra ocasión suculentas sorpresas que han tenido por costumbre ofrecer en las diferentes fechas de una gira. Por cierto, un set, a tenor de lo complicado de confeccionar uno con la discografía que acreditan, bastante equilibrado y que creo pocos fans le pueden poner pega. De los mejores que les hemos visto. Hubo para todos, los fans de la época considerada dorada, con hasta siete temas rescatados, y una parte de temas menos esperados y joyas para los más fans.

Prueba de ello es el inicio absolutamente demoledor con “Metropolis Pt.1:The Miracle and the Sleeper” seguidas de las joyas “Act I: Scene Two: I. Overture 1928” y “Act I: Scene Two: II. Strange Déjà Vu”. Lo dicho, atacar estas tres de inicio casi te pone en éxtasis. El recibimiento del público es enorme y en cuanto a la puesta en escena la acostumbrada en los últimos tiempos con las pantallas traseras con contínuas proyecciones (poco valoradas la mayoría de las veces estas visuales reflejando la esencia y temática de cada tema) y la novedad de luces laser que resultaron de lo más efectistas. Ah sí, y la curiosidad de la pequeña pantalla en el frontal del teclado de Jordan Rudess también con todo tipo de proyecciones como gráficos de frecuencia mientras tocaba así como un teclado en el que se marcaba qué nota estaba tocando… y que velocidad la verdad…

Sobre la pregunta de siempre: ¿qué tal LaBrie? Pues ciertamente lejos quedó ya su mejor forma vocal pero no desentonó tanto como le hemos visto muchas otras veces, sin ir más lejos en la gira del anterior disco A view from the top of the world. Algunos efectos puntuales en la voz, y diría que ayudas cosa que seguramente va a ser la tónica de aquí en adelante. En el grupo no són tontos y ven la forma vocal de Labrie. Eso sí, una inusual, a estas alturas, vitalidad como hacía tiempo que no le veíamos. Animando al personal, moviéndose e interactuando con sus compañeros. Mucho mejor que no hace tanto. Eso sí, siempre desaparece en las partes instrumentales. Casi mejor. Porque los que quedan en el escenario, tela los que quedan…

Y Portnoy… vaya recibimiento a Portnoy. Parece que nunca se hubiera marchado. Tras el órdago inicial para “The Mirror” Jordan se enfundó un teclado a modo de guitarra para moverse libremente por el escenario y darnos mejor visión de sus partes. Porque si lo de Petrucci es de otro mundo, Jordan Rudess no le va a la zaga. Sobre Petrucci, es insultante. Tanto virtuosismo y belleza a la hora de tocar. Hace palidecer a cualquiera que se atreva a coger una guitarra. Por si no le hubieramos visto pocas, una lección más… y sin despeinarse. “Panick Attack” suena de miedo y antes de “Barstool Warriors” Labrie se dirige a los presentes para agradecer los 40 años de seguimiento y el calor recibido. Nos consta que no lo ha hecho en todos los conciertos de la gira, algo debió notar… La cosa se calmó musicalmente pero no en intensidad con “Hollow Years” del poco reivindicado Falling Into Infinity con una exquisita previa de Jordan y Petrucci.

“Constant Motion” nos devuelve a la banda más dura con esos riffs a lo Metallica que siempre han ofrecido al igual que con “As I am” que sonó aplastante con Labrie contoneándose y animando… ¿qué le ha pasado en esta gira? Finaliza aquí el primer acto y nos dejan descansar durante 15 minutos.

El segundo acto fue se abría con una instrumental que cualquier grupo de metal sinfónico firmaría con extractos de diferentes temas del grupo con unas buenas visuales relacionadas con todos sus discos y fue casi un sueño para todo die-hard fan. Termina con la portada del que serà el nuevo disco y de ahí era óbvio que iba a sonar “Night Terror” que sonó super integrada en el set y muy bien recibida. “This is the life” sonó preciosa y emotiva con toda la cubierta moviendo los brazos. “Vacant” resulta hipnotizante y con “Octavarium” más de uno voló ya que fueron 20 minutos de goce instrumental con casi el silencio entre los presentes atentos a lo que provenía del escenario y con Portnoy acabándola tocando de pie.

No se hicieron esperar los bises precedidos de una escena de la película original de The Wizard of Oz y por si ya fuera poco lo ofrecido van con dos de Metropolis 2 como “Act II: Scene Six: Home” y “Act II: Scene Eight: The Spirit Carries On” y el broche con “Pull Me Under” con todos gritando como locos.

Labrie a parte el nivel de esta banda es absolutamente insultante. En disco todos sabemos que se puede hacer de todo pero verlo en directo y comprobar como tocan es todo un espectáculo. Maestros de la música haciendo lo que mejor saben hacer en un mundo en el que triunfa lo que triunfa en el panorama musical. Veremos como sigue esta gira y si vuelven por estos lares con los temas nuevos porque amigos, creédme, el disco nuevo será de lo mejor que han hecho.

By Albert Perera

Live After Death tuvo la culpa de todo y tantos años después aquí seguimos. Si hay algo que me gusta más que escuchar música es hablar sobre ella y difundirla… y en ello estamos durante un cuarto de siglo.

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