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Óscar Rilo (Dark Embrace): «En España no estamos acostumbrados a tanta variación vocal»

Desde las entrañas de la Galicia más arcana, donde el eco de las meigas aún resuena entre los montes y nieblas, Dark Embrace ha conjurado su obra más ambiciosa hasta la fecha: Land of Witches. Este hechizo sonoro, vió la oscuridad del mundo el 13 de diciembre de 2024 bajo el auspicio de Massacre Records. La banda ha transformado cánticos demoníacos, distorsiones perturbadoras y ritmos infernales en un artefacto musical que desafía las normas del metal más oscuro. El álbum ha sido grabado por Carlos Santos en Sadman Studio y cincelado hasta alcanzar su forma final por Chris Clancy (Machine Head y Kataklysm). Singles como “We, The Witches” y “Orcavella” nos dieron el avance de esta hipnotizante y enigmática nueva obra. Hablamos con Óscar Rilo, líder de Dark Embrace para desentrañar los misterios que han dado forma a Land of Witches.

Bueno Óscar, estaba deseando charlar contigo ¿Qué tal estás? Mucho trabajo, ¿verdad?

Sí, es un caos. Presentación del nuevo disco, trabajando con giras, ahora estoy con Riot, y más cosas siempre en marcha. Es la vida que elegí, pero bueno, uno se acostumbra.

He escuchado el disco varias veces, y me ha pasado lo mismo que con el anterior. Según lo voy escuchando, mi opinión cambia; voy variando de temas favoritos. Pero no voy a analizarlo aún del todo, si haré una review, pero lo terminare de analizar en directo, como el anterior, a ver que me transmitís ahí. El álbum ha llegado rápido, casi sin pausa desde el anterior. Cuando vi el single de presentación me dije ¿ya tienen algo nuevo? ¿Cuándo lo han compuesto? Pero si no les ha dado tiempo…

Sí, salió muy rápido. De hecho, ya estamos componiendo el siguiente. En cuanto tenemos algo de tiempo, nos ponemos a trabajar.

Pero, lo que hay en este nuevo trabajo es increíble, hay mucho trabajo detrás. Especialmente me sorprendió la sección de percusión, muy elaborada. ¿Julio estuvo a cargo?

Sí, Julio hizo un trabajo excepcional. Fui con él a grabar la batería; pillamos un estudio en Galicia. Muchas noches preparaba temas; fue impresionante. Tardó casi un día entero en montar y ajustar todo, y después, esa misma tarde, el técnico la microfoneó y comenzó a grabar.

En el disco anterior, grabó las baterías Snowy Shaw ¿no?

Si, Snowy Shaw. Julio entró poco después de que Snowy grabará Dark Heavy Metal.

Pues chapó por él.

Julio tenía muchas ganas de grabar.

Es magnífico. Quiero entrevistarlo para una sección especial de baterías más adelante. Tengo muchas preguntas solo para él.

Estará encantado.

Vamos al grano. El disco abre con «We, The Witches», el video promocional está muy enfocado en vuestra tierra. Me encanta el minimalismo, menos, es más.

Esa es la idea, no sobrecargar. Queremos que la música y el mensaje sean los protagonistas.

Pero me quedé pensando en la batería del videoclip ¿Era necesario quemarla? (Risas)

Era una batería comprada específicamente para videoclips. Ya la habíamos usado en «Never Seen The Sun» y en algún otro más. Era una batería azul que encontré por Wallapop y que después pintamos, y la alargamos lo más que pudimos. Pero todos acordamos que era hora de despedirla en este último vídeo. (Risas)

¿Cuántos kilómetros corristeis monte arriba? (Risas)

Muchísimos. Cargar con los instrumentos, montar, grabar, repetir… Pero disfrutamos mucho del proceso. No te voy a mentir, grabar vídeos es muy duro. Somos una banda pequeña y, como todas, tenemos que encargarnos de todo: cargar, descargar, montar, desmontar…

Y si encima decides grabar en un monte…

Ya. Subimos y bajamos cargados con el equipo. Es un trabajo muy físico y exigente. Pero vale la pena cuando ves el resultado. Ahora mismo estamos pensando en un tercer videoclip de este disco. Viendo los dos primeros, sabemos que queremos ofrecer más.

Dark Embrace – We, The Witches

Me han sorprendido la conexión que lográis con los estribillos del álbum en general. Son muy coreables, lo que no es común últimamente. Algunos de los coros se quedaron conmigo. Tienen algo especial.

Sí, buscamos eso. Queremos que el público se enganche, que cante con nosotros. Es algo que muchas bandas grandes hacen, y creemos que lo hemos conseguido con este disco. Me alegra mucho escuchar eso. Para nosotros, los coros son una parte fundamental. Es algo en lo que siempre pienso como vocalista y responsable de las melodías vocales. Queremos que sean pegadizos y que conecten con el público. Buscamos ese punto en el que los estribillos se conviertan en algo coreable, inolvidable.

Y lo habéis conseguido. Este álbum tiene momentos que el público seguro cantará en directo. Creo que elevan más los temas en comparación con el álbum anterior, donde quizás había tres canciones destacadas en este sentido.

Puede que este disco tenga más coros, pero no fue algo premeditado. Sencillamente, dejamos que cada canción pidiera lo que necesitaba. Algunas pedían más coros, otras menos. Así es como trabajamos.

¿Os basáis en la reacción del público en directo para tomar decisiones como incluir más coros?

Sí, es algo que analizamos. Si ves que un estribillo funciona en directo, piensas en cómo replicar esa energía en futuras canciones.

Tengo ganas de ver en directo la respuesta del público a modo de coro respondiendo en «We, The Witches» con el “Yes we are” .

Esos coros y de uno cuantos más del disco surgieron mientras iba conduciendo. De hecho, en el disco anterior también hay partes que nacieron mientras estaba en mi furgoneta como por ejemplo el de “Never Seen The Sun”. Cuando uno va de viaje solo, con las canciones rondando en la cabeza, ya sea una melodía de guitarra, un solo o lo que sea, surgen ideas importantes.

El problema es que, en viajes largos, a veces se te ocurre algo, pero si no lo apuntas enseguida, se te olvida. Lo que intento hacer es grabar la idea en el móvil tan pronto como puedo, ya sea al llegar a algún sitio o, si voy solo, incluso haciendo una parada rápida en una gasolinera. Mientras voy conduciendo, suelo repetir la idea, modificarla y darle forma. Así, cuando paro, ya tengo algo más definido para grabar. No es la primera vez que hago una pausa solo para registrar una idea que no quiero perder

Este álbum también tengo la sensación de que tiene más partes agresivas que los anteriores.

Puede ser. Este álbum es más agresivo y tiene una atmósfera más cercana al black metal, o doom metal, algo que viene de mis influencias de finales de los 90. Hemos buscado darle esa atmósfera y agresividad.

Eso se nota, también en tu voz. Hay más extremos, tanto agudos como guturales. ¿Fue algo intencional?

No, realmente no. Simplemente sigo lo que la canción me pide. Si necesita una voz limpia, gutural o una combinación, eso es lo que hago. Intento que sea interesante y que exprese bien la emoción del tema.

Yo sé que tienes la capacidad de subir más y bajar más dentro de tu estilo vocal. Sé que hay mucha gente que reacciona de forma extraña ante tu voz, diciendo cosas como «es que es un timbre muy raro», pero es que es tu estilo de cantar. O lo comprendes y te gusta, o lo odias. Eso pasa con todo el mundo, porque no cantas como los demás; tienes tu propio estilo. Y a mí me encanta, precisamente porque no es igual al de todos los demás. Me resulta muy aburrido cuando todo suena igual. Me gusta esa forma que tienes, esos matices. ¡Es que tienes la voz de una bruja, de verdad! Es fantástica.

Un poco, sí, me metí en el papel de bruja. En mi caso, intento que mis canciones no resulten aburridas. Primero, porque no quiero que me aburran a mí, y segundo, porque imagino que tampoco quiero aburrir a la gente. Que algo guste más o menos es cuestión de gustos, claro, pero creo que aquí en España no estamos acostumbrados a tanta variación vocal. Es algo que noto mucho; cuando sales al norte o a otros países, encuentras más bandas que experimentan con diferentes estilos vocales. Aquí, en cambio, es algo raro.

Me imagino que debe ser similar a cuando la gente empezó a escuchar a King Diamond en los 80. Era muy criticado entonces, y aún hoy sigue siéndolo. Recuerdo también cuando estaba en el instituto, y salió Cradle of Filth. La gente decía cosas como: «La música me encanta, pero la voz no la entiendo, no la soporto». Ahora me pasa algo parecido con mis amigos del barrio. Me dicen: «Sí, la música está genial, pero la voz me cuesta». Creo que es algo cultural, les resulta difícil acostumbrarse.

Es un poco como cuando menciono uno de mis discos favoritos, el Black Metal de Venom. Siempre digo que es un disco mal producido, pero eso no le quita su esencia. Es parte del género y, aunque a muchos les cuesta entenderlo, ahí está su magia. De hecho, puede ser de mis cinco discos favoritos. Todavía, a día de hoy, discuto con gente que dice: ‘Es que es horrible’. Yo les respondo: ‘Es que no lo entiendes. Esa producción tenía que ser así. Nadie debería tocar nada de ahí porque, para mí, es perfecto’. Es la atmósfera, el encanto de la oscuridad y el rock and roll. Todo está ahí, y con esa portada… preciosa. (Risas)

Ese fue uno de los primeros discos que me compre, sin saber quién era Venom. Antes, no había tantas revistas, ni tantos grupos visibles. Al menos en Coruña, donde vivo, era más difícil identificar qué estilo era cada cosa. Comprabas discos muchas veces solo por la portada.

Claro, ahora hay que tener cuidado con la portada. Últimamente veo portadas que intentan hacer demasiadas cosas.

No hace falta sobrecargar.

Vosotros habéis optado por una portada más clásica, con pocos colores. Se siente más personal. Quizá en el futuro experimentéis con algo diferente.

Sí, estamos siempre pensando en el siguiente paso. Nunca paramos. A veces estás terminando algo y ya tienes que planificar lo próximo. Quizás sobre la portada para el siguiente daremos un giro.

Hablemos del tema más moderno del álbum “My Darkest End”. Tiene algo especial, desde el efecto de la guitarra hasta el solo, que es brutal. Además, el estribillo tiene esa calma que contrasta.

Es curioso, porque la idea inicial fue de Marcos, nuestro guitarrista, que es más de heavy metal clásico. Él propuso lo del delay, y nos gustó. El estribillo, en cambio, era una melodía mía de hace años que encajó perfectamente. Es una de esas cosas que compones y guardas hasta que llega el momento adecuado.

Esa guitarra inicial me recuerda un poco a Judas Priest.

Sí, tiene algo de eso. Es natural que nuestras influencias salgan de forma inconsciente. Creo que todos lo hacemos. Es nuestra forma de componer, influenciada por las bandas que escuchamos o con las que hemos crecido.

¿Cómo clasificas tu estilo? ¿Qué dice la gente cuando lo escucha?

Mucha gente no sabe cómo clasificarlo. Dicen: ‘Es heavy metal, pero tiene algo más’. Quizá se acerca más al heavy metal oscuro. Tiene esa atmósfera que lo hace especial. El álbum anterior tenía algo similar, pero este tiene variaciones, teclados, voces distintas… es difícil encasillarlo.

El tema “A Blaze In The Sky” puede ser un buen ejemplo del heavy metal en este disco desde luego. Tiene que ser un orgullo tener un estilo único.

Sí, pero también es nuestra debilidad. A mucha gente le cuesta procesar algo que no pueden clasificar fácilmente. Lo veo con fans, prensa, músicos… Pero prefiero que sea difícil de entender. Prefiero que la gente tenga que escucharlo más de una vez y pensar en lo que está escuchando.

Hoy en día, hay muchos discos que suenan vacíos, aunque tengan mucha promoción.

Por eso, en nuestra banda siempre hacemos lo que nos sale del corazón, lo que nos apetece. No vamos a planificar pensando en cómo va a encajar, simplemente dejamos fluir. Componemos desde lo que sentimos.

Es algo que se nota. Tú mismo puedes escuchar un tema propio y sabes si tiene ese algo especial, esa fuerza, ese sentimiento de himno. No todos los temas tienen que ser himnos, pero hay algo que los distingue: esa sensación que te pone los vellos de punta.

Si, es cierto, sí que te das cuenta después de grabar de que temas van a ser esos posibles himnos.

Hay varios himnos en el disco, los he identificado rápido. En vuestro anterior trabajo también los tenía claro. “Never Betray Youes mi favorita, aunque “We, The Witches la tengo rondando en la cabeza todo el rato. ¿Tienes favorita?

A mí me pasó igual. Al principio tenía otra favorita, pero ahora vuelvo a “We, The Witches.

“Never Betray You me encanta porque es muy leñera, más directa. Luego está “No Place To Hide, donde la voz se sale, o “Witch Tower, que es más old school. Cada canción tiene su propia esencia.

Aquí, todos hemos aportado algo. Cada uno ha puesto su estilo, y eso se nota en la diversidad del álbum. El disco tiene un concepto muy unido, pero cada tema es diferente, ninguno se parece al otro. Aunque sean distintas entre sí, al final se nota que son de la misma banda. A mí, por ejemplo, me aburre mucho cuando las bandas hacen diez temas y todos suenan igual: mismo tempo, mismos riffs. Es monótono. Lo nuestro es intentar que cada tema se diferencie del otro y que tenga un significado especial. Que cada canción cuente algo único.

Para única el cierre del disco, “In The Snow es precioso. La letra me llegó mucho, me recordó a mi abuela. Tuve que respirar hondo con este tema varias veces Óscar…

Es un tema muy, muy triste. Siempre que pienso en él, me da casi ganas de llorar. Y cuando lo grabé fue especialmente difícil. Si has tenido Alzheimer en la familia, lo pasas fatal. Yo también lo viví, y es devastador. La canción está escrita desde el punto de vista de alguien que padece la enfermedad. Me puse en el lugar de estas personas y no puedo imaginar el sufrimiento de no reconocer a la gente, de olvidar todo… Es una situación muy dura.

Sí, pero es un tema muy bonito porque lo aborda desde una perspectiva poco común, desde dentro, desde quien lo padece. Eso lo hace especial, aunque hay que prepararse emocionalmente para escucharlo.

Exacto, cuando canto, me meto mucho en el papel. Y este tema en particular fue muy difícil porque te imaginas olvidar todo lo que fuiste, todo por lo que luchaste. Dejar todo en blanco. El resto del mundo sigue, pero tú estás ahí, vivo, aunque perdido. Es una situación horrible.

¿Y cómo surgió este tema? ¿Por qué incluirlo en el disco?

No lo sé con certeza, simplemente estaba escribiendo las letras y esa idea apareció. Una de las cosas que quiero hacer siempre es incluir al menos un tema lento o una balada en cada disco. Esta vez salió este. Pero nosotros no somos de baladas de amor. No lo veo en nuestro estilo. Así que preferí tratar un tema diferente.

Es preciosa. Pero, como dije, necesitas respirar profundamente antes de leer la letra o escucharla.

Empatizar con esto es complicado, pero también es necesario.

Me ha encantado el disco, de verdad.

Gracias, me alegra mucho que te haya gustado.

Cuando eres fan de una banda, siempre hay ese momento de expectativa, ¿no? Es como: ‘A ver, ¿qué me traen ahora?’ Y cuando recibes un disco nuevo, te da un poco de miedo lo que te vas a encontrar. Este disco lo recibí con esa sensación de: ‘Ay, por favor, que tenga algo que me guste’. ¿Sentís lo mismo cuando están grabando? ¿Ese miedo a cómo será recibido?

Sí, totalmente. Yo creo que siempre tenemos ese miedo. Es como una presión interna de pensar: ‘¿Será tan bueno como el anterior? ¿Será mejor? ¿O peor?’ Pero al final, tenemos que confiar en nosotros mismos y tirar hacia adelante. Yo creo que tanto este disco como los próximos serán buenos porque seguimos disfrutando al hacerlo. El día que dejemos de disfrutar, o si empezamos a sacar discos malos, será porque algo raro está pasando. Ya sea porque no estamos conectados o porque alguien en el grupo no está cómodo. Hay que disfrutar haciéndolo y que las composiciones realmente te gusten. Si alguien nos empieza a imponer lo que tenemos que hacer, creo que sería el momento de dejarlo.

Totalmente, cuando algo deja de ser auténtico, se nota enseguida. Bueno, hablando de giras, ¿qué planes tienen? ¿Dónde podré veros?

Estamos trabajando en ello. Buscar conciertos siempre es complicado, y ahora más que nunca. Con el disco anterior nos pasó algo parecido: al principio, no teníamos casi nada hasta que salieron los videoclips y empezaron a llegar ofertas. Espero que esta vez pase lo mismo. Nuestra idea es enfocarnos en Europa. Queremos salir más fuera. En España y Portugal ya nos conocen más o menos, pero es momento de explorar otros territorios.

Además, creo que vuestra música tiene más potencial de venta fuera. Si tengo que cruzar medio continente para verlos, lo haré, pero ¿dónde hay más posibilidades?

Eso pensamos también. De hecho, cuando el sello nos pasó el reporte de ventas, creíamos que la mayoría sería en España, porque es donde más hemos tocado y porque somos de aquí. Pero no, fue en Alemania donde más vendimos, y luego en Holanda. Así que claramente tenemos que tocar más por allí.

Alemania y Holanda, ¿eh? Entonces ya sabéis hacia dónde deben apuntar.

Sí, claro. Fue una sorpresa para nosotros porque en Alemania solo tocamos una vez, en el festival Ragnarök. Así que, viendo esos datos, está claro que tenemos que trabajar más en esa dirección. Se vendió bien el merch. Tenemos que volver.

¿Cuándo grabasteis este nuevo disco?

Lo grabamos este año. Creo que empezamos en abril de 2024, más o menos. En mayo ya lo teníamos prácticamente listo y lo entregamos al sello a principios de junio. Si no recuerdo mal, empezamos con la batería en marzo o abril. Todo fue en esos meses. Primero se grabó la batería, que llevó unos cuatro o cinco días. Luego vinieron las guitarras, después el bajo, y por último grabé las voces.

¿Quién se encargó de grabar el bajo?

Uno de los guitarristas. Fue algo que decidimos entre nosotros porque cualquiera de la banda podía hacerlo. Ya habíamos grabado de esa forma antes. Por ejemplo, Mou y Julio, que tocan la batería, también han grabado bajo en otras ocasiones. Pero Marcos fue quien lo hizo en este disco. Es un guitarrista muy técnico y se defendió perfectamente con el bajo.

Mi marido es bajista y cuando le puse el disco, le pregunté: ‘¿Quién dirías que grabó el bajo?’ Y acertó. Es curioso cómo algunos detalles no pasan desapercibidos.

Marcos hizo un gran trabajo con el bajo.

Y respecto al directo, con la tecnología actual, muchas cosas son más fáciles.

Nos gustaría tener un bajista oficial, sinceramente, ahora mismo no lo vemos necesario. Mientras el sistema funcione como un cuarteto, preferimos mantenerlo así. No queremos arriesgarnos a cambiar algo que está funcionando bien.

Además, cuando una banda encuentra esa química entre sus miembros, es complicado añadir alguien nuevo sin alterar la dinámica.

En una banda, el éxito a menudo depende de que la formación se mantenga estable. Nosotros llevamos mucho tiempo juntos, conocemos nuestros defectos y virtudes, y hemos aprendido a trabajar con ello. La vida de gira, la convivencia diaria, y compaginarlo con la vida familiar es complicado. Pero mientras podamos mantener esta hermandad, seguiremos adelante como estamos.

Eso es lo que yo digo, cuando un grupo funciona bien como está, si te falta un elemento y lo puedes programar, no necesitas más. Es como The Doors, por ejemplo. Ellos no llevaban bajista porque funcionaban perfectamente así.

Sí, en el caso de The Doors era algo que compensaban muy bien con el teclado. En estudio sí grababan con un bajista real, pero luego en directo utilizaban las líneas de bajo en el teclado. Nosotros llevamos las pistas de bajo disparadas en directo.

¿Cuál es el próximo single en salir con vídeo?

El siguiente single será “The Dark Land”, que es la tercera canción del disco. Saldrá el mismo día que el disco, junto con el vídeo. Es lo que tenemos preparado para el lanzamiento.

Dark Embrace – The Dark Land

Por cierto, tengo curiosidad por “Orcavella”, estuve leyendo por internet un poco sobre la Leyenda.

Sí, vete tú a saber porque la trataban de bruja. Parece que viene de una historia antigua, de año 1500 o así. Me llamó mucho la atención. Le tendrían envidia, verían algo malo…

Sería una mujer muy lista y eso molestaba, como era común antes.

Si era lista, era mujer… seguro decían cosas como ‘esta mujer usa magia negra, come bebés’, no sé, a saber. Nunca se sabrá. Es solo una leyenda, pero probablemente existió esa mujer, y tal vez cuando mencionan que venía con las tribus paganas, podría haber sido alguien que vino del extranjero, o que viajó y apareció allí. Y tenían problemas con ella o algo, o era simplemente muy lista… Habría que investigar mucho.

Sí, seguramente. En cuanto a letras, en vuestra Tierra, tienes un mundo para explorar.

Uff, hay muchísimas. Hombres lobo, brujas, Santa Compaña… todo eso está ahí.

Totalmente, hay una cantidad enorme de temas. Y para escenarios de video también hay de sobra. Tenéis suerte.

De hecho, cuando empezamos a pensar en los videoclips, ya tenía una lista de casi 100 localizaciones que habíamos considerado, muchas desde el disco anterior.

Sí, pero no pensaste en cuanto iba a costar cargar con todo el equipo, ¿no? (Risas) La batería, por ejemplo, para montarla.

Eso es Julio el que lo piensa. Él es el que se encarga de esas cosas. (Risas) A veces las localizaciones parecen perfectas, pero luego hay que pensar en lo que cuesta mover todo el equipo. De hecho, si te fijas en los vídeos, por ejemplo, en “Orcavella”, verás que la batería está completa, con los dos bombos y todos los timbales. Eso fue porque estaba cerca de casa y lo grabamos en una sala de conciertos que tenía cerca.

Pues en el video parece que estáis en una cueva.

Tiene ese ambiente neblinoso, tal vez por la acústica o la luz. En “The Dark Land”, la batería era más sencilla, solo un bombo y menos piezas, ya no quería llevar tantas cosas (Risas). Aunque, en el vídeo de “Orcavella” queda muy bien todos esos elementos en la batería y sobre todo la intro que tanto le gusta.

Sí, la intro de batería es impresionante. Tengo muchas ganas de hablar con Julio sobre eso.

Vamos a sacar un vídeo donde él va a explicar cómo hizo esa intro.

Yo me sentaría con él para que me explique paso a paso cómo lo ha compuesto.

A él le encantaría. A mí también me gusta más hablar de cosas de batería que de guitarra, o incluso de la voz. El mundo de las baterías es algo que me gusta mucho, me encanta ver a los bateristas tocar. De hecho, cuando estamos de gira, siempre compartimos habitación y hablamos toda la noche sobre cosas de batería. Es un mundo muy complicado.

Es muy entretenido, sí.

Aunque no toco batería, es muy entretenido, sí. El mundo de la percusión y la batería me fascina. A decir verdad, sigo a muchos bateristas, me encanta.

Por eso me metí completamente en el mundo de la batería, porque realmente me conquistó. Es más entretenido, más divertido, lo veo así.

Sí, yo no sigo a ningún guitarrista, ni bajistas, pero bateristas sí.

Además, los bateristas disfrutamos más porque estamos al fondo, viendo a la banda y al público. Cuando eres vocalista, aunque estés haciendo tu espectáculo, no te da tiempo de analizar la gente. Pero el baterista sí puede ver todo.

Me parece muy difícil estar tocando, es algo muy físico, y al mismo tiempo tener tiempo para analizar las cosas.

Sí, pero te acostumbras a hacerlo.

En directo, cuando interactúo por aquí y por allá, me da miedo acercarme a Julio y molestarle.

Pues seguro que te habla y te contesta, casi todos los bateristas son así. Tienen como cinco o seis cerebros. (Risas)

Como los pulpos ¿no?, que tienen tres corazones. Es algo similar. A los otros sí que los molesto. Pero me encanta ver lo que hace Julio en la batería.

¿Tenéis ganas de directo?

Sí, todos nos morimos por tocar en directo. Esa es nuestra gran pasión. Aunque, bueno, los guitarristas, Mou y Marcos son más tranquilos. El álbum está bien, todo bien, y sé que también se mueren por tocar en directo, pero lo expresan de una manera diferente. Julio está mucho más emocionado, tal vez por el disco, y yo también. Estamos todos con expectativas altas, esperando ver qué pasa, porque ya sabes cómo es siempre. Somos una banda pequeña. No tenemos conciertos hasta que pase algo o alguien se interese o pueda meterme en una gira. Es muy, muy difícil, sumamente complicado, y es lo que ya sabes. Yo estoy dentro de este negocio y, de momento, no pasa nada.

La gente cree que no es tan difícil, pero hay muchas bandas y demasiados conciertos.

Sí, las cosas son como son. Tienes que destacar en algo, tienes que ser mejor que los demás y trabajar mucho. No hay otra. A ver si este disco marca un antes y un después, como nos pasó con el anterior, que de repente empezamos a tocar en muchos festivales y hacer varios tours. Pero con esta constante, no sé, la cosa está muy difícil.

Creo que este disco tiene más signos positivos que el anterior, bajo mi punto de vista.

Creo que también este disco está mejor porque los cuatro estamos componiendo al cien por cien. Lo que tenemos claro los cuatro en la banda es que no tenemos un talento innato. Lo que tenemos es trabajo duro. Nos cuesta mucho, pero al final lo conseguimos. Es puro trabajo. Hay guitarristas que no tienen que hacer mucho esfuerzo para tocar un solo impresionante. Nosotros no somos así, pero lo conseguimos a base de esfuerzo. Es trabajo, no es cuestión de horas ni de tiempo. Yo trabajo con bandas grandes, y a veces ves y dices: ‘Ostras, esto es puro talento, esto no es solo trabajo’. Pero es mucho trabajo, a veces incluso demasiado. Luego te das cuenta de que, en realidad, es lo que nos gusta. Es un trabajo que llevamos haciendo toda la vida, desde que éramos adolescentes.

Por ejemplo, en este disco me costó mucho menos grabar las voces. Yo lo preparo mucho. Al principio grabo una toma, pruebo, veo cómo va. De hecho, los coros los grabo yo primero, me grabo la voz principal y luego los coros para ver cómo quedan. A veces paso horas y horas probando, ¿esto queda bien? Cuando fui a grabar lo tenía todo bastante claro.

Oye, cuando estabas grabando la voz, ¿interpretas con movimientos lo que expresas con ella?

Sí, escenifico muchísimo.

¿Hay algún video de esto?

Creo que hay algún vídeo de Julio. Él vino un día, creo que fue el tercero, y me grabó algo.

A mí me gustaría verlo, porque tengo curiosidad.

Para mí es casi como un directo. No es cien por cien directo, pero necesito grabar expresando lo que estoy sintiendo. Me quedé muy contento con el chico con quien grabamos, Carlos Santos.

¿Y todo bien con la grabación?

Sí, todo perfecto. Me puso dos micros, pero uno se estropeó y le dije que lo sentía, que quizás fui yo por gritar demasiado.

¿Durante la grabación se estropeó el micrófono? Eso es cosa de brujería (Risas)

Sí, uno de los dos micros se estropeó. Carlos me decía que no sabía qué le pasaba, porque era un micro muy bueno. Se enfadó bastante, pero bueno, son cosas que pasan. Realmente, él me ponía dos micros para grabar, para coger dos señales. Un día falló el cable, lo cambié, y al día siguiente falló el otro. No podía ser. El micro era un modelo muy caro, súper profesional.

Lo que yo te diga, cosa de Brujas….

Bueno, para despedirnos, ¿quieres decir algo a los lectores de Metal Hammer?

Bueno, primero, muchas gracias a ti, Marta, por la entrevista. Y también gracias a Metal Hammer. Espero que puedan escuchar el disco en alguna plataforma y vernos en directo. Y si les gusta, que nos apoyen comprando el disco o adquiriendo nuestro merchandise. Pero lo importante es que no tengan prejuicios al escuchar el disco, que lo escuchen un par de veces y luego decidan por sí mismos.

¿Y dónde se puede comprar el disco?

El disco está disponible en Massacre Records. La distribución es bastante buena, también lo pueden encontrar a través de EMP, y creo que pronto estará en tiendas como FNAC y otras tiendas de discos en España. Además, lo tenemos disponible en nuestra página web. ¡Nos vemos pronto!

Dark Embrace – Orcavella
By Marta Grimaldi

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