Frantic Amber – Death Becomes Her

Discazo en toda regla

Su tercer disco es Death Becomes Her, un disco conceptual que explora la oscura temática de asesinas en serie femeninas. Cada canción del álbum narra la historia de una mujer que cometió crímenes atroces, ofreciendo una mirada intensa y brutal a sus vidas y actos. El disco se centra en diferentes tipos de asesinas en serie, categorizándolas según sus métodos y motivaciones. La banda busca dar voz a estas figuras históricas, explorando sus psicologías y los horrores que perpetraron.

El trabajo se abre con “El Orfanato”, una intro absolutamente fantasmagórica, de ambientación siniestra y bastante lúgubre con todo tipo de voces que emanan angustia y sufrimiento. Enlaza con “Bloodbath”, un brutal tema que alterna veloces riffs a doble bombo con partes que buscan la contundencia desde la pesadez. No deja de lado la melodía para dar juego en la historia en donde empiezan a narrarse los primeros crímenes.

“Black Widow” es un trallazo. Enigmática, grandilocuente, pomposa y brutal. El tema logra unas atmósferas impresionantes con partes lentas, netamente metálicas y buenos riffs. Aborda la historia de una mujer que asesina a sus parejas sentimentales para obtener beneficios.

El tema título, “Death Become Her” nos sumerge en un in crescendo lúgubre con largos acordes que llegan a una melodía de piano antes que las guitarras dibujen dramatismo y junto con algunos arreglos casi orquestales en esta historia acaecida en Grecia. Una abadesa devota de los Los Mateoítas, primeros cismáticos y luchadores contra los cánones de los Viejos Calendáricos griegos, asesina sin piedad.

“Hell’s Belle” está inspirada en Belle Gunness, una mujer que, entre 1884 y 1908, atrajo a hombres a su granja en Indiana con promesas de amor, solo para asesinarlos y robarles. Se estima que mató a más de 14 personas, posiblemente hasta 40. La canción incorpora elementos de black metal y orquestaciones, creando una atmósfera oscura que acompaña la narrativa de sus crímenes.

“Angel Maker” emana un groove ideal para el headbanging junto con unos coros draconianos de lo más evocadores. Se trata del tema más extenso del disco, más de siete minutos, resultando curioso que se base en medios tiempos e incluso melodía en la parte central. Solo en la parte final nos ofrecen más velocidad con unas líneas de bajo inquietantes.

“Jolly Jane” recoge el testigo de “Hell’s Belle” en cuanto a violencia sónica aunque en esta ocasión me recuerda de alguna manera a bandas como Napalm Death. Toda una clase magistral de cómo equilibrar la violencia sónica con una narrativa absorbente. Ya que menciono Napalm Death, el siguiente “Gore Candy” dura solo 50 segundos y es una avalancha sónica brutal de rabia y contundencia al más puro estilo de aquel From Enslavement to Obliteration.

Con “The Butcheress” de nuevo tenemos un groove oscuro y siniestro, mostrando la versatilidad compositiva de la banda. Hay black metal, hay thrash, hay progresiones casi sinfónicas, pero todo al servicio de una visión artística unificada.

“In the garden of Bones” emana influencias de bandas más contemporáneas de metal. El tema sorprende sobremanera ya que a partir de la mitad se convierte en un acústico con voces limpias para posteriormente volver a retomar la dinámica metalera.

La final “Epitaphium” definitivamente muestra que esta gente no se cierra a nada. Una instrumental a medio camino de la banda sonora con piano clásico, arreglos orquestales y grandilocuencia a raudales.

Conclusión

Frantic Amber ha creado algo más que un álbum de metal: ha esculpido una experiencia cinematográfica, histórica y emocional que deja huella. Death Becomes Her no solo es uno de los mejores discos de metal del año: es un manifiesto feroz de lo que el death melódico puede ser cuando se ejecuta con ambición, visión y alma.