Bandas: H.E.A.T + Crazy Lixx
Lugar: Sala Salamandra (Hospitalet del Llobregat) – 9 de noviembre de 2023
Promotor: Madness Live!
Fotos: Alfredo M.Geisse
Siempre es buena señal que los conciertos de una banda se cuenten por sold outs, pero también es algo que llega a incomodar un poco al estar apretujado entre el gentío. Un llenazo es sinónimo de incomodidad, pero es lo que hay: fue un éxito. La sala Salamandra lucía, con tantísima gente entregada en un doble cartel de lujo que terminaba gira justo en ese concierto: H.E.A.T. y los siempre interesantes Crazy Lixx de Danny Rexon (el hombre que compone los temas de Chez Kane).
El problema que tenemos muchos es que los horarios de los conciertos son cada vez “más europeos” y que se ha remolado la zona adyacente de la sala hospitalense, hasta el punto que aparcar es una ardua tarea. Pero llegamos…
Crazy Lixx: hard rock mermado por un sonido mejorable
Llegué a la sala cuando el grupo atacaba el “Silent Thunder”, con mucho colorido entre el grupo y sobre el escenario, con el quinteto muy entregado, pero también con algunos coros pregrabados. El problema básico del concierto fue que el sonido no acompañó para nada, a pesar de que el grupo principal les dejó espacio y muchas facilidades. Incluso pudieron poner la batería en un lateral mientras la de H.E.A.T quedaba en el otro lado. “Rise Above” contó con el baterista de la banda principal de invitado pues hay esos juegos internos habituales del concierto de final de gira.
Me sorprendió especialmente que tocaran esa semibalada de su primer y genial disco “Blame It on Love”, con el rubio Jens Lundgren luciendo velocidad dactilar en su preciosa guitarra blanca. Del mismo disco caería la tremenda “21 Til I Die” con su guitarrista ya descamisado para terminar con más ganas que buen sonido con “Never Die (Firever Wild)” en la que consiguieron que participara el público cantando. Sacaron en la despedida una especie de bandera de Estados Unidos y dejaron de fondo un saxo sonando como telón de fondo. Han tenido mejores noches en Ripollet y en Calella.
H.E.A.T celebra su fin de gira con invitados y grandes canciones
Antes de su salida a escena suena la clásica ochentera “The Heat Is On”, toda una declaración de intenciones y aviso a navegantes. Los cabezas de cartel son un valor seguro y me parece bien que Kenny haya vuelto a la banda de toda la vida a pesar de que se suelen hacer comparaciones, especialmente cuado canta los temas de la era Erik. Venían con disco bajo el brazo: Force Majeure, atacando directamente el “Demon Eyes”, con esas luces de neón de producción y ese 22 P.M. bien visible. A destacar la clase que le daba el sombrero a Dave Dalone y la mejora notable de sonido en “Rock Your Body”.
La movilidad del grupo es total, son muy dinámicos y el feeling y comunión que consiguen con el respetable no es algo que puedan lograr muchas agrupaciones coetáneas.
En “Hollywood” hubo unos chorrazos de humo que siempre dan color a los directos ya que en salas no se puede utilizar pirotecnia. Destacar también ese cartel vertical en el que quedaba escrito el título de su nuevo disco. “Downtown” es una grandísima balada con sintetizadores muy ochenteros que enamoraron a los presentes. Tuvieron un recuerdo-homenaje a Crazy Lixx y demostraron que piezas como “One by One” son especialmente entretenidas. Y es que H.E.A.T han supuesto un soplo de aire fresco absoluto para el hard rock actual. Ellos y Eclipse son los exponentes más claros del nivel actual, aunque también hay otras buenas bandas en esas latitudes.
“Late Night Lady” vino acompañada por palmas y por cánticos y en “Come Clean” alguien le lanzó una camiseta que lució Kenny con orgullo. Pero sería en “Living on the Run” cuando el grupo ya tenía a la sala en sus manos. Mucha energía que se calmó un poco cuando Jona Tee hizo una introducción larga a teclado para el “Cry”. Esta les sirvió para lucir guitarristas a pesar de que está claro que el grupo funcionó como un reloj. Llevan años dejando patente el altísimo nivel que atesoran, con un Jimmy Jay al bajo que es el tapado del combo.
Mientras se despedían hicieron sonar la banda sonora de Cazafantasmas, lo cual es todo un punto a su favor: la conoce todo el mundo y es absolutamente pegadiza, además de otro guiño a la década de las hombreras. Gran noche de hard rock a manos de dos bandas que poseen personalidad y temas.
Mucho me temo que vamos a verles en recintos más grandes la vez próxima y… no entraré en comparaciones entre Kenny y Erik, porque esa era la comidilla entre la gente. Pro sí diré que el mejor concierto que he visto en mi vida de H.E.A.T fue cerrando una jornada del Rock Fest en la que contaban con pirotecnia.