Finlandia es un país peculiar. No hay otra forma de definirlo. Cualquier persona que no esté familiarizada con nuestro movimiento musical siempre señala a Finlandia como potencia del género. Pero no, no hay hordas de blackers caminando por las calles de Helsinki, ni en los bosques lapones. Tan solo un montón de tiendas de recuerdos afincadas en las cunetas de la deshabitada región que da guarida a Santa Claus. Y renos, muchos renos que esquivar en sus carreteras.
Durante los años 90 fue una mina de bandas. Una buena parte de ellas adquirieron cotas de popularidad inimaginables en un país sin tradición en bandas de Heavy Metal con éxito masivo. Cosa rara e inesperada. Un país maravillosamente extraño que se convirtió en referencia musical, hasta el punto de ver a numerosas bandas europeas peregrinar hasta allí para grabar sus nuevas obras en los famosos estudios Finnvox. Cuando la escena agonizaba en países como USA o Reino Unido, otros mantuvieron la llama viva. Habitualmente se hace referencia a Alemania, aunque en los años dorados también tuvieron su aporte. Nadie contaba con Finlandia.

A lo largo de los gloriosos años 80, cuando el impacto del Heavy Metal era algo descomunal en el mundo occidental, cada país tenía sus bandas más representativas, con mayor o menor recorrido. En el caso de Finlandia apenas hay dos nombres que tuvieron una mínima repercusión. Los más conocidos son OZ, banda que se reunió en 2010, y han estado tocando habitualmente en el circuito de festivales underground del viejo continente. Fire in the brain (1984) es un buen disco, que suena con las limitaciones de la época. Tras su reunión publicaron un entretenido Burning Leather (AFM Records, 2011), que merece mucho la pena. En la actualidad, de la formación que les vio crecer solo queda su baterista Mark Ruffneck.
Junto a la banda de Nakkila, podemos encontrar a IRONCROSS, de los cuales tengo en casa su segundo disco Steel Warrior, en una reedición publicada en 2008 por Karthago Records. Un disco que está entretenido, con claras deficiencias en la producción. Es lo que tenían los años 80 fuera del circuito de bandas grandes. Su último larga duración, Too Hot To Rock, tiene una portada en la que aparece la banda con aspecto totalmente Glam, indicando claramente el nuevo sonido que iban a adoptar. Fue publicado por EMI en 1986, siendo su final discográfico, previo al cambio de nombre a la banda. De la nueva banda llamada DILLINGER, solo se sabe que publicaron un single y desaparecieron.
De la misma forma que no hay mucho donde rascar en el Heavy Metal, dentro del Hard Rock apenas aparece HANOI ROCKS como buque insignia, con Michael Monroe a la cabeza. Aunque parezca extraño y vendieran muchas copias, nunca pudieron forrar las paredes de sus casas con discos de oro. Un caso similar al de Motörhead, que disfrutaron de un reconocimiento a nivel mundial, pero sus ventas siempre estuvieron lejos de los grandes nombres. Con este pobre bagaje nadie se imaginaba que en la década siguiente comenzaran a salir a bandas como setas, todas con una calidad insultante. Comenzaron a ganar importancia, a llenar recintos grandes en sus giras, ocupar posiciones altas o muy altas en los festivales de finales de la década maldita y crearon una escena que, por suerte, aún perdura hasta nuestros días.
Pero no todo son los grandes nombres que podemos todos tener en la cabeza. En la escena siempre ha habido decenas de bandas del llamado underground, que, por diversas razones, no tienen un gran reconocimiento. El caso finlandés es curioso, ya que casi todo lo que ha salido de esas mágicas tierras ha cosechado un gran éxito. La escena underground es bastante pobre si la comparamos, por ejemplo, con sus vecinos suecos, que podrían inundar los principales festivales europeos solo con sus bandas de menor repercusión. Curioso en un país que ha llegado a ganar el festival de Eurovisión con una banda como LORDI. Hagamos un repaso de algunos de esos nombres que merecen un pequeño reconocimiento.

El primer nombre que me viene a la cabeza es TAROT, banda que se dio a conocer al gran público gracias a la estela de NIGHTWISH mientras Marko Hietala formaba parte de la banda. A pesar de que la banda procede de los años 80, no he querido incluirlos como tal ya que considero que el videoclip de «Pyre of Gods», de 2003, fue vital para el gran salto que dio la banda en popularidad. Eso, y que ese disco, titulado Suffer Our Pleasures, fue auspiciado por Spinefarm Records, sello que tantas alegrías ha dado a las bandas que han firmado con ellos. Quizás la apretada agenda de Marko no les permitió tener la presencia que merecía la banda en la carretera, presentando sus buenos trabajos. Tras años de parón, se reunieron el año pasado, visitando Villena en la última edición del festival Leyenda del Rock.
Ya metidos en el nuevo milenio aparecieron unos tal MACHINE MEN. Con su segundo disco, Elegies, parecía que daban un salto de calidad y popularidad que les llevaría a tener una buena trayectoria profesional. Llegaron a actuar en la primera edición del festival español Metalway, celebrado en Gernika en el año 2005. Aquel día, además de disfrutar las siempre agradables visitas a tierras vascas, quedará en el recuerdo la gira de reunión de Accept. Unos jóvenes finlandeses abrirían esa última jornada del festival. Todo el mundo se quedó con la cantinela de las cualidades vocales de su cantante Toni Parviainen, el cual recordaba a Bruce Dickinson, y quizás esa losa fue la que tumbó a una banda que prometía un buen futuro. Elegies, y su siguiente publicación, Circus of Fools, publicado en 2007 también por Century Media, fue su último disco, disolviéndose la banda en 2011 sin haber cuajado en un mercado quizás saturado en aquel momento.
Para influencias las de NORTHER. A veces parecían una copia de Children of Bodom. Eran, sin duda, una buena banda, de la que partió Petri Lindroos para liderar Ensiferum. Crecieron bajo el paraguas de Spinefarm Records, y cayeron en la irrelevancia más absoluta, y su posterior disolución, con Century Media Records. Con la discográfica finlandesa publicaron Dreams of Endless War (2002), Mirror of Madness (2003), Death Unlimited (2004) y Till Death Unites Us (2006). Con los alemanes, N en 2008 y Circle Regenerated en 2011, recibiendo fuertes críticas por la falta de ideas.
Otra banda que llamaba la atención en la misma época fue STURM UND DRANG, que practicaba un Power Metal muy accesible y quizás inmaduro. Recuerdo con cariño su segundo disco, Rock ‘n’ Roll Children, que no tuvo ni el apoyo ni la repercusión que merecía. Un mercado saturado destrozaba cualquier carrera musical que no tuviera algo especial o que cayera en gracia, como fue el caso de Turisas. En 2013 cerraron su carrera discográfica con su tercer disco, titulado Graduation Day, y que pasó sin pena ni gloria. Un final temprano para una banda que grabó su primer disco Learning To Rock en 2007 siendo aún adolescentes.

ALTARIA, abanderaban con un sonido muy melódico, tocando el Hard Rock en ocasiones. Sus tres primeros discos son de comienzos de siglo, y fueron publicados por Metal Heaven: Invitation (2003), Divinity (2004) y The Fallen Empire (2006). Ese último lanzamiento con Metal Heaven les llevó de gira por Europa, acompañando a Doro y sus compatriotas Sonata Arctica, visitando nuestro país en mayo de 2006. Todavía tuvieron tiempo para publicar un cuarto disco antes de su disolución, titulado Unholy (Escape Music). Pocos nos acordamos de ellos. Al igual que de BURNING POINT, otra banda que hace un Power Metal muy accesible, también llamado melódico. Tienen un cuarto de siglo a sus espaldas y nada menos que ocho discos de estudio, publicados con diferentes compañías, destacando que los tres últimos lo hicieron a través de AFM Records. Afincados en el norte del país, concretamente en Oulu, no tengo referencias de conciertos fuera de su país.
Los que parecía que seguirían los pasos de sus predecesores noventeros fueron THUNDERSTONE. Tuvieron más éxito que sus bandas contemporáneas, sin duda, pero quedaron lejos de lo que podrían haber logrado si el momento de irrupción hubiera sido otro. Nuclear Blast auspició sus cuatro primeros discos, titulados Thunderstone (2002), The Burning (2004), Tools of Destruction (2005) y Evolution 4.0 (2007). Incluso publicaron un quinto disco, Dirt Metal, a través de Sony Music. Llegaron a girar con sus conciudadanos Strtovarius e incluso con Nocturnal Rites. Aunque tuvieron su momento álgido y llegaron a un público más amplio que el resto de bandas que estoy presentando, tras su parón allá por 2011, han quedado relegados a un segundo plano.
TWILIGHTNING, otra banda de principio de siglo que hacía Power Metal. Con el apoyo de Spinefarm Records, publicaron tres discos titulados Delirium Veil (2003), Plague-House Puppet Show (2004) y Swinelords (2007). Poco se pudo ver de ellos fuera de sus fronteras, teniendo como curiosidad su visita a Japón en pleno crecimiento de la banda. CELESTY, KIUAS, DREAMTALE…la lista es interminable dentro del Power Metal, estilo que tanto ha dado en lo musical a la preciosa Finlandia.

Si pisamos un poco el acelerador, en el nuevo milenio nos topamos con algunos grupos de Speed Metal muy interesantes. El primero de ellos es SOLITAIRE. Llegaron a visitar España, en la quinta edición del Pounding Metal Fest, celebrado en el año 2011 en Fuenlabrada (Madrid). Poderío sónico o garrulismo endiablado. Lo cierto es que los amas o los odias, no hay término medio. Tuvieron una actividad frenética hace dos décadas, publicando cuatro discos en seis años: Rising to the Challenge (2002), Extremely Flammable (2004), Invasion Metropolis (2006) y Predatress (2008). Cesaron cualquier actividad hace una década, después de haber pasado casi desapercibidos, aunque dejaron huella: reavivaron una llama que abrazaron al menos tres bandas similares: SPEEDTRAP, RANGER y CHEVALIER. Analizamos a cada una, para ver sus logros.
SPEEDTRAP, procedentes de Lappeenranta, formada por músicos que compaginan su actividad con un número amplio de bandas, parecían destinados a conseguir el éxito siendo una banda de Speed Metal, pero bastante accesible para los oídos de los poco amantes del género. Con dos discos auspiciados por Svart Records, titulados Powerdose (2013) y Straight Shooter (2015), llamaron bastante la atención dentro del movimiento underground desde el primer día. Tal fue su irrupción que llegaron a participar en una edición del Black Magic Night, conciertos que organizaba la asociación Pounding Metal Union, compartiendo cartel con Ironsword, Dark Quarterer y Amulet. Se disolvieron dos años después de la publicación de su segundo disco, siendo otro ejemplo de banda joven finlandesa que no toca el cielo.
RANGER también son una banda similar a la anterior. Con algo más de recorrido, tanto discográfico como de carretera, la banda de la capital parecía renacer tras la pandemia, publicando su tercer disco «Risen from the ruins». Toda una declaración de intenciones, que de momento se quedó ahí. Sus dos primeros discos Where Evil Dwells (2015) y Speed & Violence (2016), ambos publicados bajo el prolífero sello Spinefarm Records, les situaron en el disparadero de la escena underground europea, siendo protagonistas en festivales como Keep It True, Heavy Metal Maniacs, Pyrenean Warriors Open Air, Chaos Descends o Storm Crushers. También hicieron aparición en otros eventos de renombre como Porispere o Jalometalli. Incluso llegaron a la península ibérica en junio 2017. Llevaban un buen ritmo de crecimiento, teniendo en cuenta que el Speed Metal que practican tiene un público muy reducido. Veremos si consiguen volver al primer plano de la escena más desconocida.
CHEVALIER, con un disco titulado Destiny Calls (2019, Gates of Hell Records), algo más Heavy que las dos anteriores, fundada por músicos que proceden de bandas más extremas. La rabiosa voz de Emma Grönqvist le da una fuerza especial a la banda, diferenciándola de cualquier otra que practique Speed Metal al uso. Si bien no han vuelto a publicar un disco completo, la banda ha estado en activo con otros dos EPs, Life and Death (2020) y Anciente Metal Attack (2022). Tras dos años de parón discográfico, veremos si tienen continuidad como banda o simplemente se queda en el enésimo nombre que pudo ser y no fue.

Pisando un poco más el acelerador, llegamos al Thrash Metal con un caso digno de estudio: LOST SOCIETY. Naturales de Jyväskylä, han tenido el apoyo de Nuclear Blast en casi toda su carrera. Su nombre seguro que os suena de haberles visto en carteles de varios de los principales festivales continentales. Incluso han girado por España. Sin embargo, no es una banda que, tras casi tres lustros de historia, hayan despegado como creo se espera que crezca una banda con tanto apoyo discográfico. Comenzaron haciendo Thrash Metal, evolucionando hacia sonidos más modernos, marcados por guitarras más duras y ritmos más pesados. No sé si han encontrado su camino. Lo cierto es que resulta curioso que un país tan prolífero en sacar bandas de éxito, LOST SOCIETY se hayan quedado lejos de los resultados de otras bandas finlandeses que disfrutaron de las mismas oportunidades.
Siguiendo en el Thrash Metal, también destacan DEATHCHAIN. Procedentes de Kuopio, y también con miembros pertenecientes a diversos proyectos, han tenido un parón discográfico desde hace más de una década. Desconozco en qué estado está la banda. Sus dos primeros discos, Deadmeat Disciples (2003) y Deathrash Assault (2005) son dos gemas para los amantes del Thrash/Death. Y no me puedo olvidar de PRESTIGE, banda procedente de Tampere. Aunque sus orígenes están en los años 80, su carrera también se desarrolló en los 90, publicando Selling the Salvation (1990) y Parasites in Paradise (1992). Tras casi quince años de parón, regresaron, sin tener gran actividad. Este año 2024 nos han visitado, y parece que la actividad de la banda va a ser mayor a corto plazo.

Con un ritmo menos frenético, y ya en tiempos actuales, nos encontramos a IRON GRIFFIN, un dúo formado por Oskari Räsänen ejecutando todos los instrumentos, y Maija Tiljander aportando su poderosa voz. Procedentes, una vez más, de Kuopio, pueden hacer las delicias de cualquier fan del Heavy Metal más épico o del Doom más poderoso. Dos discos tienen a sus espaldas, ambos autoeditados: Curse of the Sky (2019) y Storm of Magic (2022). Aparecen confirmados para el Warm Up Show de la próxima edición del festival Keep It True, del que daremos cuenta un año más.
Y hasta aquí este pequeño repaso por el Heavy Metal finlandés menos conocido. No pasan su mejor momento, al menos esa es mi conclusión. Quizás estén sufriendo una resaca como país de bandas emergentes, quizás la industria no puede absorber más bandas. Lo cierto es que la hegemonía que lograron a lo largo de los años 90 está llegando a su fin. No sus bandas más conocidas, ya que aún tienen más de una década o dos de recorrido. Me refiero al movimiento de sacar bandas de éxito cada pocas semanas. La base la tienen muy débil en la actualidad, pero no nos olvidemos la situación que vivía el género a principios de la década de los 90. Otros países como Alemania también han pasado su resaca, y tras años soltando alguna joya solitaria, en la actualidad tienen una cantera potentísima de bandas que pueden regenerar la escena. Si a eso le añades otros países como Suiza o Austria, con ejemplos como Amethyst o Venator respectivamente, el futuro que se está construyendo parece prometedor. Puede que a Finlandia le toque dormir la mona antes de volver a arrasar con otra colección de bandas excelentes, puede que no lo vuelvan a hacer. Lo cierto es que nos sorprendieron con discos inigualables, y tuvimos la suerte de haberlo visto mientras crecíamos.

No quería cerrar el artículo sin citar dos nombres con una historia digna de guionistas bajo sustancias psicotrópicas. El primero de ellos es TERÄSBETONI. La banda afincada en Tampere se definía como una banda de Power Metal, y era bastante interesante. Sus letras en finés quizás le limitaban el mercado, pero fue su apuesta. A Rammstein no le ha ido nada mal con su idioma materno. Su aspecto con su ropa de cuero, enseñando músculo, recordaban a Manowar. Tenían imagen, practicaban un Power Metal contundente, y disfrutaban del apoyo de Warner Music en Finlandia. Tras la irrupción de LORDI en el festival de Eurovision, arrasando en la suma de puntuaciones, parecía que tenían prisa en enviar a un nuevo representante que repitiera el histórico resultado. En vez de seguir la senda de encontrar a una banda como la de Rovaniemi, con un hit single como Hard Rock Hallelujah, alguien, y me gustaría que me lo explicara, pensó que era una gran idea enviar a una banda tan dura, con una canción tan potente como Missä miehet ratsastaa. ¡Y cantada en finés! El resultado, un cuarto puesto, pero por la cola. Hasta la gañanada enviada por España superó a los finlandeses. Después del descalabro eurovisivo, todavía publicaron un cuarto álbum, antes de hacer un parón indefinido en la actividad de la banda.
El segundo nombre que me viene a la cabeza es CAST IRON. Cuando fueron incluidos en la edición de noviembre de 2008 del festival alemán Keep It True muchos nos preguntamos quiénes eran. Tenían un EP titulado Leather & Metal, que fue fácil conseguir en España a través de una pequeña distribuidora española que movía muchísimo material interesante en aquella época. Cuando escuché aquellos cuatro temas tuve claras dos cosas: sonaban a Running Wild, y quizás ocuparían el vacío que la banda de Hamburgo dejaría tras su disolución después de actuar en la vigésima edición de Wacken Open Air. Reconozco que el EP me gustó muchísimo, recibiendo la misma opinión en mi entorno. Su trayectoria acabó tras actuar en Würzburg, donde se realizaría esa edición otoñal del Keep It True, emitiendo un comunicado que no consigo encontrar mientras escribo estas líneas, pero que venía a decir algo así como que ya habían conseguido todos sus objetivos como banda. Con un futuro prometedor, se disolvieron sin dejar rastro como grupo, aunque sus miembros han estado inmersos en otros proyectos destacados en este reportaje.