
Discográfica:
Nuclear Blast
Fecha de edición:
2 de febrero de 1998
Componentes:
Ralf Scheepers – Voz
Tom Naumann – Guitarra, teclados
Mat Sinner – Bajo, teclados, coros
Klaus Sperling – Batería
Músicos adicionales
Kai Hansen – Guitarra solista en «Formula One», «Dollars» y «Speedking»
Frank Roessler – Teclista adicional
Corría el año 1998. Alemania era la cantera por excelencia del Heavy/Power Metal actual. Heavens Gate venían de haber sacado esa joya oculta llamada “Planet E.”. Blind Guardian, Running Wild, Grave Digger y Edguy estarían a punto de deleitarnos con “Nightfall in Middle Earth”, “The Rivalry”, “Knights of the Cross” y “Vain Glory Opera” respectivamente. Helloween habían vuelto a renacer con dos obras maestras como “Master Of The Rings” y “The Time Of the Oath”, y Kai Hansen con Gamma Ray venía de “Land of the Free” y de “Somewhere Out in Space” en lo que era su retorno a la voz principal tras la salida de la banda de Ralph Scheepers.
Por aquellos tiempos, Ralph enviaría la solicitud para probar suerte en Judas Priest tras la salida de Rob Halford. Esto no se materializó y los británicos se decidieron por la incorporación de Ripper Owens, sacando un endurecido y agresivo “Jugulator” que parecía no dejar contentos a todos sus seguidores.
Estas dos situaciones: Judas Priest sin Rob Halford y Gamma Ray laureados con sus mejores obras, dejaron a Ralph Scheepers vagando sin rumbo fijo.
Es entonces cuando el cantante y bajista Matt Sinner con 10 discos bajo sus espaldas con su banda Sinner, y su guitarrista Tom Naumann, propusieron a Ralph cantar unos coros para Sinner. Parece que lo que iban a ser unos coros se materializó en una nueva banda junto con Klaus Sperling a la batería, dando forma a: Primal Fear.
«Primal Fear»
El debut “Primal Fear” sorprendería en 1998 heredando desde el inicio, la mezcla perfecta entre el Heavy Metal Clásico y el Power Metal Alemán que Ralph había mamado en los tres primeros discos de Gamma Ray. A nadie se le escapa que, desde el primer riff de “Chainbreaker” junto a la voz de Scheepers, el Heavy Metal de Judas Priest sudaba por cada poro de su piel. Un inicio arrollador con una clara declaración de intenciones: “Hacía falta puro Heavy Metal”.
“Silver & Gold” empieza ya a mostrarnos algo más, a pesar de tener ese rollo clásico, algo parece vislumbrarse de ese Power alemán que estaba en su momento álgido tanto en el estribillo, como en el solo, como en la base rítmica con un doble bombo a piñón. Pero no es hasta “Promised Land”, con ese magnífico estribillo donde se alcanza a ver por completo el estilo que querían proponer: La mezcla perfecta de la que hablaba antes.
Habiendo pasado ya tres canciones, uno ya estaba enamorado de Primal Fear, eran “antiguos” pero a la vez un “soplo de aire fresco”, una sensación extrañamente contradictoria, en un río en el que las aguas no sabían muy bien por donde iban a discurrir. “Formula One” no se quedaría sin sus ingredientes, con una parte media espectacular y unos solos de guitarra soberbios donde el bueno de Kai Hansen participaría, fácilmente reconocible. “Dollars” sacaría ese rollo Accept, duro y pesado, dando paso a lo que, para un servidor, es la mejor canción del disco: “Nine Lives”. Me puedo imaginar la cara de unos cuantos grupos que no apostaron por tener a Ralph en sus filas, y realizaron la primera escucha de ese estribillo en el que Scheepers revienta en los agudos más altos de esta obra maestra. Un temazo de esos que te hacen levantar.
“Tears Of Rage” pone la calma y también asienta lo que en discos posteriores sería la tónica de las canciones más lentas de la banda. Con esa ambientación estupenda que llena de grandilocuencia la voz solitaria de Ralph. Versionando a Deep Purple enganchan con “Speedking” y Kai Hansen colaborando de nuevo en el solo. Acercándose ya la recta final con “Batallions Of Hate”, volviendo de nuevo al estilo más clásico que perfectamente pudiese haber sido compuesta por los británicos, van dejando esa sonrisa en la cara que, una y otra vez se repetirá cuando cojamos el disco de la estantería.
“Running in the Dust” sigue en la misma línea, y “Thunderdome” con esa combinación perfecta, cierra de manera contundente lo que se convertiría en el debut de una banda inagotable del Metal alemán.
Conclusión
“Primal Fear” fue uno de esos debuts que sorprenden y te atan, pero que tienen que ser respaldados por unas secuelas a la altura. Y vaya si las tuvieron: “Jaws Of Death” fortaleció la química y “Nuclear Fire” colocó a Primal Fear en punta de lanza del Heavy Metal Clásico en su actualidad. Una trilogía perfecta.
“Black Sun” y «Devil’s Ground” continuarían con el legado sin demasiada innovación, pero no así “Seven Seals” y “New Religion” en los que incorporarían ciertos destellos de Hard Rock realizando unas pinceladas perfectas en dichos cuadros. “16.6 (Before the devil knows you’re dead)” fue un disco que pasó bastante desapercibido a pesar de contar con el trabajo más variado de Ralph en la voz, y tengo la sensación de que fue como un punto de inflexión. Tras él, la entrada del talentoso guitarrista y compositor Magnus Karlsson dio forma al fabuloso “Unbreakable” recuperando lo cocinado en la trilogía inicial.
“Delivering the Black” y el estupendo “Rulebreaker” volverían a colocar a Primal Fear en la palestra. Se sucederían “Apocalypse” y un insuperable “Metal Commando” que es acaparador de los momentos más geniales a nivel compositivo de su carrera. Su último disco “Code Red” nos dejó el año pasado con ganas de más, y es que, a pesar de 27 años de andadura, uno pide siempre a Primal Fear la mayor de las exigencias.
Acabaré con una opinión personal: Primal Fear es una de esas bandas que no tienen el reconocimiento que merecen. No inventaron nada, pero lo que han hecho siempre, lo han hecho de manera espléndida. Y mención aparte son sus directos, parece que para Ralph no pasan los años en esta banda, su voz está intacta desde hace 27 años (y cuando se dice intacta es intacta).
Una banda que no cesa en el empeño de regalarnos lo mejor que poseen dentro de sí en forma de canciones espléndidas. De esas bandas que el tiempo les dará la razón, pero quizás el tiempo no vaya a ser justo con ellos, pues ya llega tarde. Por suerte para todos/as: Primal Fear estará para siempre porque el “Metal is Forever”.
Texto: Samuel Arnaiz
Temas:
1.Primal Fear
2.Chainbreaker
3.Silver & Gold
4.Promised Land
5.Formula One
6.Dollars
7.Nine Lives
8.Tears of Rage
9.Speedking» (Deep Purple cover)
10.Battalions of Hate
11.Running in the Dust
12.Thunderdome