Festival: Leyendas del Rock 2024
Lugar: Villena – Alicante – 8 de agosto de 2024
Fotos: Alfredo M. Geisse
Segundo día en el Leyendas y, a pesar de que nos explican los acampados que por la noche refresca, de día el calor sigue sin dar tregua. Sin embargo, no tardamos en zambullirnos en la música en directo y se nos olvidan los calores y casi todos los problemas del mundo. Y es que la segunda jornada del festival nos depara momentos notables, de los que hacen bueno haber decidido venir a formar parte de esta XVII edición.
Sin embargo, hay problemas importantes en el mundo que no pueden aparcarse. Y, un festival es un buen contexto para revindicar cosas tan importantes como la Paz en el mundo o el final de todas las guerras. En esta jornada, en la que tenemos a dos grupos ucranianos, este mensaje se hace especialmente relevante.
Estrenamos la jornada con Celtian, que llega presentando su último trabajo, Secretos de Amor y Muerte (abril 2024). Para cerrar su concierto invitan a cantar a Rosalía Sairem de Theiron.
Y continuamos con Dio Disciples y su homenaje a Ronnie James Dio. Momentos brillantes, sobre todo por la calidad del género.
El turno es para los alemanes Beyond the Black y su metal sinfónico que atrapa. Reconocemos nuestra debilidad por la manera de cantar de Jennifer Haben.
Los norteamericanos Unto Others nos ofrecen un heavy de tintes góticos que suena diferente, fresco y con personalidad.
Mientras los finlandeses Sonata Artica desarrollaban su definición perfecta de lo que es el power métal nórdico, una colchoneta de playa en forma de pato gigante se ha convertido en la diversión del público durante un rato.
Y llega el momento de que Jinjer imparta una honesta demostración de lo que es el metal moderno. Sin pantallas, ni fuegos y sin cambio de instrumentos. Únicamente música poderosa y moderna. Momento para recordar que vienen de Ucrania y para gritar al mundo un “Fucking war!!”.
Continuamos con gente auténtica, pasando a ver a los Ankhara por la carpa. Implicados en mantener viva la llama del metal en español y con un montón se seguidores de los de toda la vida que no dejan de cantar ni una sola de sus canciones. Invitan a Tete Novoa a participar en un tema, aunque la colaboración se nos hace un poco extraña.
Los alemanes Electric Callboy son el cabeza de cartel de hoy y dan pie al momento de más gente en la zona central. Metal bailable que hace mover al público sin parar. Celebran la diversidad que se vive en los festivales y usan los cascos brillantes para tocar “Ratatata”, con las Baby Metal presentes virtualmente en forma de pistas pregrabadas.
Ignea son los segundos ucranianos de la noche y lo demuestran con su bandera permanentemente instalada en el centro del escenario. Momento de más volumen en la carpa para ver y escuchar una propuesta interesante de metal melódico.
En una esplanada tapizada con los papelitos lanzados hace un rato, contemplamos el ritual de los noruegos Dimmu Borgir y su black metal sinfónico. Espectáculo monumental, pero que en algunos momentos tiene un exceso de sinfonía pregrabada.
Una imitación de IA pone a prueba al público antes de empezar el concierto de Hämatom. La banda dice que hacen neue deutsche härte, aunque es más entendible etiquetarlo como algo parecido a Rammstein, pero sin fuego. La memoria de su difunto bajista, Peter “West” Haag, está presente en forma de silueta en medio del escenario y en líneas pregrabadas.
Las dos últimas veces que hemos visto a los gallegos Bloodhunter, faltaba un guitarra o el otro. Por eso celebramos poder verlos con la banda al completo. Se han puesto en modo demoledor nada más empezar y, espoleados por gritos y rugidos de Diva Satánica, ya no se les han quitado las formas.
Y acabamos la jornada con un Leo Jiménez empeñado en que la gente no se retire todavía. El de Fuenlabrada empezó a cantar en 1994 y en 2024 se van a cumplir 30 años. Por ello, lo ha querido celebrar con la gira “Leo Jiménez: 30 años tras el apocalipsis”, con invitados especiales y repasando su carrera y los ídolos de su adolescencia.
Si el primer día de un festival sirve para situarnos y aclimatarnos, únicamente hace falta un segundo día para sentirnos cómodos y notar que estamos en casa, con l@s nuestr@s. (aunque hay gente que lo consigue desde el primer minuto). El segundo día del Leyendas ha sido un día de directos brillantes y, a pesar de que hemos acabado reventados de nuevo, la experiencia está empezando a calar positivamente. No tenemos más remedio que vivir intensamente la mitad del festival que nos queda, porque sabemos de sobras que en unas semanas lo echaremos en falta.
