Discográfica:
AFM Records
Fecha de edición:
13 de septiembre de 2024
Componentes:
Herman Frank – guitarra
Mike Pesin – guitarra
Gianni Pontillo – voz
Malte Frederik Burkert – bajo
Michael Stein – batería
Victory han aterrizado revitalizados con nada que demostrar al respetable más allá de su icónico nombre y su intención de mantenerlo impoluto.
¿Quiénes y por qué?
Hablar de Victory son palabras mayores. La reconocida formación germana a nivel global es un pedazo de historia viviente de su país y de la antigua Europa en constante esfuerzo para completar el idilio entre su marcado acento y el éxito comercial en Estados Unidos, ¿la tierra de las oportunidades? Ellos lo consiguieron y pudieron codearse entre los grandes armamentos musicales tanto de su nación como del resto del planeta azul, así como también lo hicieron con las generaciones anteriores, posteriores y coetáneas. Scorpions, Accept, Helloween o Running Wild siempre asaltan nuestra mente, emparejándose con el recuerdo de una discografía con una coherencia totalmente defendible y disfrutable que se alumbró en 1985 con un primer disco homónimo en el que el vocalista principal, Charlie Huhn (Gary Moore, Humble Pie, Foghat, Axel Rudi Pell), venía de cantar y tocar la guitarra, de saborear las mieles del estrellato junto a un todopoderoso Ted Nugent en pleno apoteosis compositivo y de rédito mercantil.
Renacidos de las cenizas de Fargo en su mayor parte, una banda con unos contenidos muy amenos y cierto éxito en sus cercanías geográficas, por las filas de este mito han pasado artistas tan ilustres como Tommy Newton (productor e ingeniero de sonido de los eternos “Keeper Of The Seven Keys”, además de haber participado de una forma u otra con gente como Joal, Gamma Ray, Freedom Call, Conception, Kreator…), Herman Frank único superviviente de su etapa clásica que no inicial (Accept, Sinner, Moon´Doc, Iron Allies), John Lockton (Wild Horses, Fandango, Badlands) o Fritz Randow (Eloy, Saxon), sirva como ejemplo este palmarés colectivo para denotar la importancia de los de Hanover a nivel histórico.
Hemos de constatar el dato nacional que, dentro de la piel del toro tan buenos resultados les conllevó: contar con Fernando García, alias “El Toro Loco” (Biss, Godiva), un sobresaliente vocalista de tallado de poster de carpeta impregnada de pubertad cuya ascendencia era patria, aunque su ubicación se concentrara en Suiza. Con él facturaron algunas de sus mejores placas, de las más exitosas en España y quién nada quiso saber de la reunión, tras su ruptura, de quienes nos ocupan.
“Circle Of Life”, el presente que marca un nuevo futuro para una leyenda.
Tras el paso de Jioti Parcharidis de Human Fortress quien grabara “Fuel To The Fire” en 2006, “Don´t Talk Science” en 2011 o el directo de 2017 “Two Years And A Few Beers Later” y obviando la huella sin registros de estudio de su primer vocalista Raphaël Garrido (Viva), podemos hablar del segundo disco de la cuarta encarnación cronológica de vocalistas y demás miembros que rodean a Herman Frank, también productor de este poderoso disco, tras “Gods Of Tomorrow” de 2023. Ya consolidada la formación, se evidencia en estas diez canciones que el combo está perfectamente engrasado y enfocado a ni perder su esencia, ni a tirar la toalla frente al tumultuoso y contencioso combate de nuevos imitadores baratos cuya réplica, amada y odiada a partes iguales, repuebla un ilusorio paraíso de “revival” adulterado con más vacíos de emoción que a la contra.
Gianni Pontillo (The Order, Pure Inc.), quien me dejara anonadado con su “For The love Of Blues” con Pontillo and the Vintage Crew, luce su portentoso desgarro vocal en cada silaba entonada en este álbum, un cantante a la vieja usanza y con un timbre demoledor, lleno de pasión. Junto a él Mike Pesin (Thomsen, Iron Allies) a las guitarras, acompaña a Mr. Frank creando un muro de sonido orgánico y sólido, nada pretencioso y perfectamente trasladable al directo que se nutre de la pétrea base rítmica de Malte Frederik Burkert (David Reece, Iron Allies) al bajo y la batería de Michael Stein (Civilization One, Final Chapter). Una banda plagada de virtudes y con un planteamiento tan realista y sincero que nos hace viajar en el tiempo a cuando las bandas eran eso, bandas sin ases en la manga, pura y dura música sin ornamentos innecesarios y mucho menos sorpresas desagradables a la hora de sus shows.
En “Circle Of Life” nos meteremos en una baliza de tiempos pretéritos donde el Hard Rock puro y duro se fusionará con el Heavy Metal de escuela clásica tudesca, resultando, con la nítida grabación y producción final, una demostración de tablas al servicio de la transparencia donde el sonido mama del ayer y se inmiscuye en el presente con facilidad pasmosa.Uno de sus mejores largas duraciones, si no el mejor, desde los añorados finales de la década de los ochenta y los inicios de los noventa, cumbre mediática de la banda. Temas como la inicial y abrupta “Tonight We Rock”, la comercial “American Girls”, la exquisita “Count On Me”, la firme e hímnica “Moonlit Sky” o el cierre de “Virtual Sin” son cañonazos de autopista, Hard Rock musculado para noquear, no exentos de gancho melódico y que harán las delicias de los seguidores de los primeros Gotthard y similares europeos.
Con afinaciones más graves y con cadencia más mastodóntica, afilada en las escuderías más prominentes del legado regional al que se adscriben, recibiremos unas categóricas “Surrender My Heart” de estribillo épico (magnífica), “Unbelievable World” (quizás más monótona y manoseada) o la robusta a la par que abierta “Falling” que mantienen vigente aquel espíritu divisorio entre continentes, palpable años ha, con sus nexos comunes y la distancia que proporciona el exotismo de sus procedencias. Cada riff es un mandoble certero llevado a su terreno particular a pesar de que encontremos referencias tan dispares como las de AC/DC, Accept, Lynyrd Skynyrd, Black Sabbath, Mötley Crüe (era Corabi), Bonfire, Hendrix o Judas Priest y Led Zeppelin.
Guitarras dobladas, efectivos y vistosos solos que reparten justicia a una dupla de guitarras excepcional. Con el medio tiempo “Reason To Love”, lejos de acariciar la melosidad, será fácil dejarse llevar por las hermosas líneas melódicas que invaden el tema y que evitan el cliché de “balada obligatoria por disco” del estilo.
Victory pueden presumir a día de hoy de ser una de las bandas más fiables de la escena internacional e independientemente del filosófico problema de matemáticas que exponen en su portada creada por Oleg Shcherbakov, continúan recorriendo su círculo de vida al que, tras lo escuchado, le queda mucho recorrido y que dotará a sus antiguas composiciones de una energía para el directo difícil a batir. El 21 de septiembre podrás comprobarlo en Burgos, junto a The Unity, en una fecha exclusiva para la península presentando este gran disco.
Temas:
1.Tonight We Rock
2.American Girl
3.Count On Me
4.Surrender My Heart
5.Unbelievable World
6.Moonlit Sky
7.Falling
8.Money
9.Reason To Love
10.Virtual Sin
