Banda: Yes
Lugar: Sala Paral·lel – Barcelona – 3 de mayo de 2024
Promotor: Get Rock
Fotos y Crónica: JF Gras (Sudando Rock)
Yes finalmente actuaron en Barcelona este 3 de mayo como tercera etapa de su gira europea, iniciada en Lisboa. Atrás quedaron algunas cancelaciones previas. La legendaria banda liderada por Steve Howe finalmente brindó a los fans catalanes y algunos llegados de otros puntos. Mis vecinos de pista eran de Benicàssim y de Borriana por ejemplo y vinieron para vivir una noche inolvidable en Paral·lel 62 (antigua BARTS), muchas caras conocidas del TOTUM Revolutum y fans de toda la vida, muy minoritaria la presencia de gente joven. La banda británica está presentando en esta gira un repertorio bajo el título “Classic Tales Of Yes” en conmemoración del 50 aniversario de su álbum “Tales From Topographic Oceans”.
Antes de continuar. Esta crónica está dedicada a nuestro compañero de decenas de conciertos y amigo de múltiples vivencias personales, Francesc Guilera. Es de esos tipos que va a unos 200 conciertos o más cada año. Él nos ha ayudado a descubrir grupos que desconocíamos y a vivir momentos inolvidables de buena música en directo. No, por suerte, no le ha ocurrido nada malo. Sencillamente, Yes es uno de sus grupos preferidos, por no decir, que es el más preferido. Aún quedan decenas de conciertos en este 2024 y un importante cumpleaños que celebrar. “The show is must go on”.
El icónico grupo británico, venerado por sus composiciones progresivas a base de complejidad y virtuosismo musical, hizo vibrar los cimientos del local en una noche que quedará grabada en la memoria de sus fans para siempre. A pesar de su larga trayectoria y sus múltiples cambios de formación, hemos presenciado el concierto de una banda que ha sabido mantener vivo el espíritu de sus creadores, sabiéndose adaptar al momento actual.
Sonaron las notas de “Tales from Topographic Oceans”, sexto álbum de estudio del grupo publicado en 1973 en UK, y no se olvidaron de algunos de los nuevos éxitos de su trabajo más reciente “Mirror to the Sky” (23 álbum de estudio aparecido en 2023).
No hemos estado frente a los Yes de los años ochenta, sino frente a una banda íntegra y compacta que gestiona muy dignamente el legado de los más de cincuenta años de rock progresivo. Es complicado sintetizar más de veinte discos y cinco décadas en un concierto de aproximadamente dos horas, con descanso incluido, sobre todo manteniendo el sonido característico de Yes durante décadas a la vez que respetando los patrones originales que el público reconoce.
La formación actual está compuesta por estos cinco músicos: Steve Howe, Geoff Downes, Jon Davison, Billy Sherwood y Jay Schellen, que llenaron la noche con un viaje majestuoso por la discografía de Yes.
Este grupo combinaba la experiencia del superviviente del grupo inicial, Steve Howe, que a sus setenta y siete años se mantiene en plenitud de facultades, conserva la agilidad de sus dedos para recrear una ejecución impecable y sólida caracterización melódica. En algunos solos, quedó claro su liderazgo. La voz suave y melódica de Jon Davison, en la banda desde 2012 logra una situación de equilibrio con el talento fresco de nuevos integrantes. Diez teclados dejan bien acuñado el sello de Geoff Downes (ex-Buggles, ex-Asia), Billy Sherwood (ex-Yes 1997-2000 i posteriormente 2015 sustituyendo al legendario Chris Squire) al bajo y Jay Schellen a la batería desde 2016 y miembro oficial desde el pasado 2023.
Yes continua siendo una fuerza imponente en el mundo del rock progresivo. Desde el primer acorde nos atraparon, aunque hay que decir que el público no era tan abundante como se esperaba para este evento. Desde el primer momento, la virtuosidad de cada miembro de la banda era evidente, fusionando sus talentos individuales en una sinfonía perfectamente sincronizada de sonido y sentimientos.
A muy pocos minutos de pasadas las 20 horas, se levantó el telón en Paral·lel 62 y a lo grande nos llevaron a la monumental “Machine Messiah”, Yes inició su actuación que sirvió como una entrada elegante a un concierto que prometía llevar al éxtasis colectivo, y lo conseguiría. Los teclados crearon una atmósfera misteriosa y futurista, mientras que la guitarra de Steve Howe añadió variadas texturas con sus acordes progresivos y su estilo melódico característico.
Conforme la canción avanzaba, la batería de Jay Schellen y el bajo de Billy Sherwood, proporcionaron un ritmo poderoso y sólido que impulsaba la melodía hacia adelante con una intensidad implacable. La voz de Jon Davison se elevaba sobre la instrumentación, llevando consigo las letras evocativas y profundas de este “Machine Messiah”. Los acordes progresivos y las complejas estructuras musicales de la canción establecieron de inmediato el tono general para una noche de pura magia musical.
Esta pieza en directo fue más que una simple interpretación de una canción; fue una emotiva aventura y una muestra del poder que aún defiende Yes sobre el escenario. Al final de la canción, la sala resonaba con aplausos y ovaciones.
Después de esta impresionante interpretación, Yes continuó su actuación con una transición suave hacia la conmovedora “It’ll Be a Good Day”. El lugar se llenó de una sensación de optimismo mientras la suave voz de Jon Davison guiaba a la audiencia a través de letras reconfortantes y melodías envolventes.
Poco después, la energía cambió con “Going for the One”, una canción que hizo que el público se sumergiera en un ritmo más enérgico y vibrante. Los acordes de guitarra de Steve Howe resonaban en la sala, infundiendo una sensación de determinación en la música de Yes, mientras la banda navegaba por los intrincados cambios de tempo con maestría y mucha profesionalidad.
La combinación de “It’ll Be a Good Day” y “Going for the One” generó una dinámica fascinante durante el concierto.
Finalizada “Going for the One”, Yes continuó su viaje con una serie de canciones que llevaron al público a través de diferentes paisajes. “I’ve Seen All Good People” hizo que la audiencia se uniera en un coro unísono, con sus distintivas secciones de “Your Move” y “All Good People” que resaltaban la habilidad vocal de la banda y su capacidad para crear armonías atractivas.
Posteriormente, “Southern Solo” trajo consigo un tono más introspectiva, con sus delicados acordes de guitarra y sus melodías evocadoras que invitaban nuevamente a la reflexión. Este momento de calma preparó el escenario para “Time and a Word”, una canción que expresó la esencia del sonido característico de Yes.
Finalmente, el concierto alcanzó un nuevo éxtasis con “Don’t Kill the Whale” (1978), una canción que trasmitia un mensaje vigoroso. Los acordes potentes y la letra reflexiva inspiraron a la audiencia a unirse en un clamor por la conservación del medio ambiente.
Después de “Don’t Kill the Whale”, la banda prosiguió su actuación con una interpretación emotiva de “Turn of the Century” (1977). Nuevamente, la guitarra de Steve Howe y la voz de Jon Davison se entrelazaron en una armonía sublime.
Con una belleza melódica y una profundidad lírica, la canción resonó en los corazones de todos los presentes, preparando el escenario para un merecido descanso del grupo antes del acto final del espectáculo. Este tema sirvió como un cierre perfecto para la primera parte del concierto, dejando al púbico inmerso en un estado de cierta misticidad. El público tuvo la oportunidad de absorber la grandeza de lo que acababan de presenciar. Durante aproximadamente media hora, el local Paral·lel 62 vibró solo con la emoción acumulada, mientras los fans intercambiaban impresiones sobre los momentos más destacados del concierto hasta el momento.
SEGUNDA PARTE
El descanso proporcionó un momento de reflexión, preparando el escenario para el acto final del espectáculo. El ambiente en la sala era eléctrico, cargado de expectativas por lo que aún estaba por venir. Yes regresaron al escenario con una fuerza renovada y un público todavía más entregado.
Reiniciaron con “South Side Of Sky” y posteriormente “Cut From The Stars”, cada una ofreciendo momentos de emoción y de belleza incomparables. Con la mítica “South Side of the Sky”, cuyos acordes iniciales resonaron como un llamado a la aventura y la exploración musical; se creó una atmósfera hipnótica, con sus cambios de ritmo y sus pasajes instrumentales que conquistaron a los presentes. La ejecución impecable de cada nota y de cada compás por parte de los miembros de la banda sumergió a la audiencia en un océano de sonidos progresivos, demostrando una vez más la maestría de Yes. La interpretación de ”Cut from the Stars” fue gloriosa.
Uno de los momentos culminantes del concierto llegó con “Tales Edit”, una epopeya musical, compuesta como un puzzle con partes de “The Revealing Science Of God”, “The Remembering” , “Leaves Of Green” y de “Ritual”. Esta ejecución dejó a la audiencia absorta en un estado de asombro y admiración.
El concierto llegó al clímax absoluto con “Roundabout”, volvíamos a estar “delante de Yes”. Finalmente, Yes cerró la noche con su clásico atemporal “Starship Trooper”, de manera épica.
Cuando los últimos acordes se desvanecieron en la noche, la sala estalló en un clamor de aplausos. Yes había entregado no solo un concierto, sino una experiencia inolvidable que llevaremos todos en el corazón durante mucho tiempo. Daba la sensación, de que cada canción había sido seleccionada con cuidado, ofreciendo una experiencia única, ha sido todo un honor presenciar este mas que extraordinario evento.
El concierto de Yes en Barcelona no solamente ha sido un homenaje a su pasado glorioso, sino también una demostración de su continua relevancia y vitalidad en la escena actual. Era imposible abarcar todos los clásicos de su extensa discografía en una sola noche pero la banda ofreció una actuación íntegra que honró el legado de más de cincuenta años.
BONUS EXTRA
Acompañaba a este concierto una exposición de pinturas del mundialmente reconocido artista y diseñador Roger Dean, cuyo impresionante arte de paisajes de otros mundos ha adornado portadas de álbumes clásicos y pósters, destacándose especialmente en los trabajos de Yes y Asia. ¿Quién no recuerda todas las originales portadas de Yes? Cada espectáculo se acompaña con una exposición de este autor en la sala de conciertos. Su trabajo, que también aparece en la portada del álbum actual “Mirror to the Sky”, ha vendido más de cien millones de copias en todo el mundo.
Quiero resaltar lo que comentaba el propio Howe en una rueda de prensa hace algunas semanas sobre la iluminación de esta gira: “Para mantener nuestras actuaciones frescas, ahora llevamos nuestras propias luces, así podemos presentar un espectáculo consistente cada noche, diseñado para nosotros por William… ¡Esperamos veros a todos allí!”.
En resumen, la actuación de Yes en Paral·lel 62 ha sido una celebración de la música en su forma más pura. Nos gustaría veros de nuevo, a todos.