Grupo: Chicle
Lugar: Sala Vol (Barcelona) – 28 de marzo de 2025
Fotografías: Alfredo Geisse
Texto: Òscar Saro
Es en los conciertos en sala pequeña donde se produce esa magia de la proximidad, donde puedes situarte delante de la banda y dejarte inundar por su directo. Eso es lo que nos sucedió el último viernes de marzo cuando vimos a Chicle en directo por primera vez, en la Sala Vol, una de las salas más pequeñas de Barcelona. Fue allí donde les vimos sudar rock desde la primera fila y pudimos oler su personalidad, fue en ese momento donde descubrimos que ya han empezado a dejar huella y donde pudimos comprobar que la gente ya conoce y canta sus letras llenas de fonética rotunda.
“Amante de lo efímero, que el tiempo pasa rápido,
afloran en mi espíritu ataques de nostálgico.
La vida corre veloz, quiero parar el reloj…”
Fragmento de “Brutal”
Unas letras muy expresivas, cantadas en castellano, que son el reflejo del momento vital de Álvaro Benito, cantante, guitarra y fundador de la banda, y que a mi personalmente me interpelan porque hablan de un recorrido vital que se me antoja cercano y sincero.
Pero he de decir que esa lírica ya la conocía y ya me había golpeado. El pasado 15 de noviembre tuve la oportunidad de entrevistar a Álvaro en las oficinas de Background Noise en Barcelona, en una charla muy interesante que podéis leer en nuestra web (ver crónica). Ya me había tocado adentrarme dentro del mundo de Chicle y sumergirme en La Belleza, pero lo que no me imaginaba es que, en tan poco tiempo (el álbum se publicó el 7 de noviembre), me encontrara con que gran parte del público cantaba enteras todas las canciones y las gozaba en directo casi como si fuera material mítico.
El segundo súper poder que quería destacar de este primer masticar a Chicle en directo fue el impacto de su música en vivo. Ellos son un power trio y juntos han construido una identidad musical muy interesante que en directo se mostró cruda, intensa y atractiva. Los tres instrumentos ocuparon su protagonismo y espacio para construir un relato contundente y honesto. Álvaro Benito se mostró en todo momento concentrado y conjuntó el cantar con el tocar una guitarra mucho más sofisticada de la que le conocemos con Pignoise. Juan Zurdo es un batería expresivo, que también aportó segundas voces, y que en directo nos expuso su capacidad de crear dinámicas protagonistas, que no tan solo marcaron la base rítmica de cada tema, sino que también contribuyen a enriquecer el resultado final de cada canción. Y dejo para el final a Héctor Navío que, en escucha previa ya me había gustado mucho, y que en directo reveló ser un bajista fluido y poderosísimo. La base distorsionada, rítmica, dinámica y profunda creada por este músico es pura magia y a nosotros (y aquí también hablo por mi compañero fotógrafo Alfredo Geisse) es quizás la parte musical que más nos atrapó.
Subieron al escenario y, directos y sin saludos, abrieron el show con un el chorro de energía de “Hambriento” sin tiempo para masticar. Continuaron con “Envenenado”, que acabaron con un final un poco más largo que la canción grabada. Así llegamos al primer saludo de Álvaro que nos dio las gracias por venir.
Con “Brutal” se produjo la primera gran explosión de la noche y vimos a la gente cantarla con fuerza. Y, seguidamente, en “Felicidad” vimos como Navío hacia magia deslizando notas en el mástil de su bajo
El poder de la base rítmica continuó en “Solido”, donde la línea de bajo se juntó con el redoble de batería en una comunión magistral. Fue en este momento donde vimos a Navío ponerse la gorra de técnico de sonido y ajustar algún detalle antes de disparar “Besos”
Para “Descomunal” pidieron al público que les arropara con palmas y la canción nos llevó a uno de los momentos de mayor energía. Antes de empezar “Huracán” nos explicaron la anécdota de que es una canción con afinación diferente que requería un cambio de guitarra, pero que acababan de descubrir que el cambio se podía controlar con el pedal sin cambiar la guitarra. Pidieron un aplauso para el pedal y sobrevolaron nuestras mentes.
Con un redoble de Juan empieza “Calles de Perdedor” que se enlaza con un riff de energía equivalente y desenlaza en un estribillo más melódico que todo el mundo cantó. Y continuaron con “Mi Imaginación” que tiene una línea melódica eufórica y contagiosa.
“Puño” es el primer tema de La Belleza y posiblemente fue el tema que más se cantó y coreó, para constatar que en esta ocasión el puño si llegó al mentón. Héctor abrió “Ángel” con esa cara más distorsionada de su bajo que le da a los temas una energía distinta.
En la pausa nos preguntaron “¿Qué tal está sonando?” aunque el comportamiento del público dejaba claro que no sólo estaba sonando bien, sino que lo estábamos gozando. Continuaron con “Mágico” con uno de esos estribillos de fonética radiante que todo el mundo cantaba.
Y así entramos en el tramo final poniéndonos el “Pantalón”, que también tiene un estribillo muy coreable y enérgico, empalmada con “Impostor”.
“Superpoderes” empieza con un riff fulminante y deriva en una parte cantada más tranquila, hasta llegar al estribillo donde vimos como Héctor dirigió la mirada a nuestro fotógrafo haciendo buena la afirmación de “tiemblan las paredes con mis superpoderes”.
Y “Polvo en el Viento” fue en el tema elegido para cerrar la noche, con ese mensaje inspirado en los consejos que Álvaro nos contó en la entrevista que le daba su abuela. El estribillo dice “…morirán los buenos y malos recuerdos, quedarán los ecos de la diversión, que al final solo somos polvo en el viento…” y nos dejó una metáfora final a modo carpe diem.
Todo lo que acabo de contar es parte de lo que descubrí y viví durante el primer directo de Chicle en Barcelona, pero aquí no está todo, porque cuando el rock explota en directo pasan muchas cosas que no se pueden llegar a resumir en una crónica escrita. Es por eso que invito a todo el mundo a que los descubráis en directo en sus próximos conciertos por nuestro país. Tan solo acabaré remarcando que fue una noche especial, porque la sala era pequeña y los pudimos disfrutar cara a cara y porque Chicle ya son una banda con una personalidad especial. Espero que la vida los lleve muy lejos y que puedan volar tal como dice su “Huracán”:
«Volaremos, dice la gravedad que podemos flotar
nuestros cuerpos no más.
Soñaremos, que podemos saltar de las nubes al mar
nuestros huesos caerán.»
