Banda: Rammstein
Lugar: Estadi Olímpic Lluís Companys – Barcelona – 12 de junio de 2024
Promotor: Doctor Music
Fotos: Alfredo Geisse
Avance de la extensa crónica y fotos que ofreceremos en el próximo número de nuestra revista física.
Sin duda una de las citas del año es la gira de estadios de los alemanes Rammstein. El grupo ha forjado su leyenda a partes iguales por su música, puesta en escena y voluntad de transgresión. En un concierto de estas características el pelaje del personal asistente es tan variado que se hace difícil sacar conclusiones ante tan masiva aglomeración, 52.000 personas y sold out según la promotora Doctor Music comunicó.
Una vez dentro no podía más que pensar en todos aquellos que aguantaron más de una hora bajo la lluvia a que empezara el concierto del dueto a piano que ejercía las función de amenizador. Si a eso le sumamos la espera en la cola y el show de Rammstein en total podemos hablar de más de hasta seis horas de pie bajo la lluvia entre la espera y el concierto… tela.
Mientras no paraba de acceder gente y todo el mundo intentaba resguardarse como podía puntualmente a las 20h aparecieron en escena el dúo Abélard en el pequeño escenario ubicado en medio del estadio ligeramente hacia el lateral.

La “Music for the Royal Fireworks” de Handel y esa pantalla a modo de ascensor que eleva y desciende al grupo es el preludio de esa apocalípsis que montan estos alemanes de manera eficiente y demencial. El montaje es dantesco, ninguna variación respecto a su última venida pero sigue siendo una sacada de pelotas en toda regla. Por espectáculo, por excesivo, espectacular y cada vez menos provocador dado el mundo en el que vivimos. Cuatro torres de relevo de sonido repartidas por el recinto con su función en el show con casi igual protagonismo que el mismo escenario. Ya nada parece tener límites. El sonido fue espectacular, potente y nítido aunque los elementos de la PA con los graves fueran escupiendo agua a borbotones. Formó parte de la épica de la noche.
Si habéis podido o querido consultar el set de esta gira no varía ni un ápice. Normal, todo está perfectamente calculado y estudiado. En un show con tanta pirotécnia, fuego y diversos elementos que intervienen la seguridad y buena planificación es básico y las variaciones mínimas hasta ser bien estudiadas. La discografía del grupo es ya extensa aunque una buena retahíla de clásicos como “Links 2-3-4”, “Sehnsucht”, “Deutschland”, «Radio» o unas espectaculares «Du Hast» y «Sone» se mezclaron con solo dos temas de su último «Zeit», el tema-título y «Adieu».
Incluso pudimos ver a través de las pantallas escenas entre el público de besos, tetas, gritos y el gran triunfador… un peluche del monstruo de las galletas de Barrio Sésamo que todo el mundo coreaba cuando aparecía.
Un concierto de Rammstein es algo excesivo, espectacular, desmesurado, bizarro, apocalíptico y cínicamente maravilloso. Ojalá el único fuego que viéramos en este mundo fuera en estas condiciones y la violencia fuera solo sonora. Esa es la que nos gusta.
Más detalles de lo que dio de sí el concierto en nuestra revista física del mes de julio de 2024.

