Upon Stones – Dead Mother Moon

“Dead Mother Moon” ya es toda una declaración de intenciones combinando blast beats brutales con pasajes más blackened y llevándote a recordar a unos Carcass si bien hay bastante de los primeros In Flames y el sonido Gotemburgo de finales de los 90. Wyatt Bentley va a una velocidad tremenda con la batería, pero el grupo juega con parones y momentos calmos que le dan mucha amplitud a la propuesta, así como variedad de registros. A nivel de riffs y guitarras dobladas el sonido es puramente sueco. Eso continua en la genial “Onyx Through the Heart”, que ya fue avanzada como single, siendo una ideal tarjeta de presentación. Temazo que bien demuestra lo que el grupo pretende y a lo que aspira. El nivel de potencia y abrasión es incontestable.

Los juegos de cumbres y valles alcanzan el clímax en “My Destiny a Weapon”, tema que descansa en largos tramos de reposo en contraste con fieros ataques puramente At the Gates. Los In Flames más reconocibles y míticos de sus inicios reviven en la entrada perfecta de “Dusk Sang Fairest”. Excepcional el trabajo en las guitarras de Ronny Marks y de Xavier Wahlberg sosteniendo con el bajo la composición. Todo es sumamente melódico, pero no escatiman en fuerza y le imprimen doble bombo cuando la canción lo necesita. De verdad que nos devuelven a los tiempos de Whoracle y The Jester Race con una elegancia exquisita.

“Paradise Failed” es uno de los temas más atractivos y el grupo hace una injerencia fabulosa en terrenos de Dissection y de obras como The Somberlain o Storm of the Light’s Bane. Trabajadísimos tramos instrumentales de gran belleza y momentos de riffeado que calan hondo. “Nocturnalism” es una delicada instrumental de poco más de un minuto que sirve de enlace entre temas y cohesiona el disco. Momento oscuro y tenebroso para luego dar juego a “To Seek and Folloow the Call of the Lions”. Pura inspiración nórdica y buenos resultados a pesar de que no luce tanto ni sorprende como el resto de los temas expuestos en Dead Mother Moon.

Los In Flames más míticos asoman con fuerza en “The Latern”, jugando con esos momentos de calma acústica y combinándolos con la fiereza del melodeath de la vieja escuela. El gran lujo es la versión que se marcan de los Misfits: Nada más y nada menos que el “Dig Up Her Bones” de su etapa con Michale Graves a las voces. Xavier Wahlberg pone los growls a una versión muy fidedigna en la que incluyen los aullidos del lobo al principio. Geniales en los coros funcionales y cerveceros para un himno absoluto.

Se nota que el grupo va con todo y que tienen muy claro dónde quieren llegar. Upon Stones cuenta con reputado productor, uno de los mejores portadistas de la historia, un sello importante detrás y unas canciones que te harán revivir los grandes tiempos del sonido Gotemburgo, y lo hacen desde el Valle de San Francisco. Estamos ante un disco que puede encandilar a muchos de los veteranos seguidores de esas sonoridades por lo que podría saltar la sorpresa perfectamente. Apunten el nombre de Upon Stones, de los que recuerdo: es su primer disco.