Bandas: Axel Rudi Pell – Jolly Joker
Lugar: But, Madrid – 26 de marzo de 2025
Texto y Fotos: Victor M.Lera
Hace unos meses, en la crónica del concierto de Gamma Ray en Madrid, comentaba que la banda alemana llevaba nueve largos años sin pisar los escenarios de la capital. Bien, pues el bueno de AXEL RUDI PELL nos tenía aún más abandonados. Su última gira por España data de 2007. Cierto es que en este periodo algún festival español ha pisado. Quien siga al guitarrista alemán sabrá que gira habitualmente, pero siempre en su país natal, con alguna pequeña incursión en países que comparten frontera. Por eso, en una ocasión tan especial como esta gira llamada Risen Symbol Tour 2025, no había que perdérsela.
Y bien que lo entendió el público madrileño, que llenaba la sala BUT. Si no se colgó el cartel de No hay billetes poco faltó, porque la sala estaba a rebosar. Al igual que con sus compatriotas Gamma Ray, dio igual que el concierto se programase un miércoles. El publicó respondió y eso siempre es una gran noticia. Así que la noche tenía todos los ingredientes para disfrutar de una buena velada de Hard Rock, que tuvo como aperitivo a una genuina banda valenciana que, sin hacer mucho ruido, poco a poco va creciendo de forma exponencial, y que demostró estar a la altura de los acontecimientos.
Con unos veinticinco minutos de retraso frente a los horarios publicados aparecieron sobre el escenario JOLLY JOKER. Sus cuatro jinetes, liderados de forma arrolladora por su vocalista Lazy Lane, salieron con la ardua tarea de abrir para una banda muy superior ciñéndome solo a cotas de popularidad. El estilo que practican ha visto morir a decenas de bandas de muy bien nivel, tanto nacionales como internacionales. Es bastante probable, bajo mi punto de vista, que no exista un público amplio que les pueda apoyar. JOLLY JOKER no solo sobreviven, sino que continúan creciendo, algo que le da un valor añadido a la voluntariosa banda valenciana.

Centrándome en lo acontecido en la sala BUT, la banda comenzó su descarga con un triunvirato formado por “Sky Is So High”, “Shotgun” y “I Am Rock and Roll”. Toda una declaración de intenciones. Finalizado el arranque, su cantante Lazy Lane desenfundó su guitarra para darle la fuerza necesaria a “I Don’t Care”. En un pequeño trozo de escenario se desenvolvían con soltura ante la presión de actuar ante una sala que poco a poco iba llenándose deseosa de la llegada del guitarrista rubio alemán. Pero JOLLY JOKER no cedió a la presión y siguió dando cera, presentando su último disco.
Un último disco, cuyo título da nombre a la banda, del que ya habían soltado “Shotgun”, y de las que interpretarían “Enough”, “My Little Cadillac”, “World Collapse” y “I Just Wanna (Kiss You)”. Le di una escucha antes del concierto, y he de decir que me sorprendió muy gratamente. Un buen pepinazo de puto Rock ‘n’ Roll. Como su final de la actuación en Madrid, descargando “Rockin’ In Stereo”. Buen sonido, buena banda, y mucha, muchísima actitud encima de las tablas. Creo, sinceramente, que hicieron una muy buena actuación dentro del rollo que llevan. Quizás no era su público, quizás había muchas ganas de ver al guitarrista alemán, lo cierto es que no se amedrentaron y cumplieron con una actuación muy digna y profesional. Espero que regresen pronto a Madrid, en concierto propio presentando ese último trallazo, para ver la dimensión real de una banda prometedora y a la que deseo mucha suerte de cara al futuro.
Tras la correspondiente espera para dejar listo el escenario, el concierto de AXEL RUDI PELL comenzó por todo lo alto. La potente “Forever Strong”, que abre su último trabajo Risen Symbol, sirvió para encender la mecha de una forma devastadora. Rápidamente la banda se acomodó al escenario, ya que todo estaba en orden. El señor Axel Rudi Pell es muy transparente. Recuerdo verle en alguna ocasión en la que había algo que le inquietaba y no lo disimuló lo más mínimo.

Continuando con lo estrictamente musical, recuperar “Wildest Dreams” para esta gira ha sido todo un acierto. Tras ello, llegó el primer momento de comunión entre banda y público. El carisma que desprende Jonnhy Gioeli siempre es espectacular, como su voz, y no necesita mucho esfuerzo para conectar con el público y llevarlo a donde desee. Para ello, utilizando “Strong As a Rock” de fondo, se dedicó a jugar con el estribillo, invitando a participar al público, mientras bromeaba tanto con Volker como con Axel. Y el bueno del rubio, se lució con creces en los brutales solos que tiene ese ya clásico de la banda.
Otra canción recuperada en los últimos años ha sido “Voodoo Nights”, extraída del excepcional The Masquerade Ball. Desde el primer día que la escuché me quedé enganchado y nunca la había visto en directo. Así que punto muy positivo para un servidor. Y como el karma funciona así, llegaba el primer punto negativo de la noche: la versión de “Hallelujah”. Que sí, que Gioeli es espectacular cantándola, pero tienen mil canciones olvidadas que, ocasión tras ocasión, se quedan en el tintero.
La parte central de los conciertos de AXEL RUDI PELL siempre está marcada por sus temas lentos, extensos y profundos, dejando de lado su versión más ochentera. Para ello, lo primero que hizo la banda fue una excepcional interpretación de “Oceans of Time”. Bonito recuerdo a la entrada de Jonnhy Gioeli a la banda. Siguieron con otra que da título a otro álbum como es “Mystica”, a la que se le añadió un prescindible solo de batería. Y no, no tengo nada en contra de Bobby Rondinelli. De hecho, desde que entró en la banda los temas vuelven a sonar bien, sin la estampida de la sabana africana que producía Mike Terrana. Siendo un fantástico baterista, no le echo nada de menos en la banda.
Para salir de esa pesadilla que nos persigue en los conciertos, también conocida como solos de batería, la banda interpretó “Darkest Hour”, otro de los cortes más brillantes de su último trabajo de estudio. No fue la última ocasión en la que presentaron dicho trabajo, aunque dejaron sin tocar grandes canciones como “Guardian Angel” o “Right on Track”. Una lástima, ya que la recepción de las nuevas composiciones fue muy buena. Y llegó uno de los momentos álgidos de la noche, de la mano de “Carousel”. No necesita presentación a estas alturas. Lo que tampoco necesitó fue interrumpir su fantástico final para introducir otro solo, esta vez de teclado, del único e inigualable Ferdy Doernberg. Músico al que admiro desde hace muchos años, tuvo la capacidad de hacer un solo muy entretenido al igual que innecesario. Me quedaré solo en esta batalla, lo sé, pero ahí quedan mis plegarias.

“The Line” sirvió para salir de la pesadilla del solo de teclado, volviendo a llevar el concierto a sus mejores momentos. Hasta que llegó la segunda versión. Esta vez con “Beautiful Day” de U2. Vale, reconozco que le viene a Axel como anillo al dedo, y su ejecución fue excelente. Tan excelente como “The Masquerade Ball”, tristemente cortada dentro de un medley con “Casbah”, con la que terminarían la primera parte del concierto. Quedaba la última palabra.
A pesar de ser un repertorio corto, el concierto ya pasaba de los noventa minutos mágicos estipulados como tiempo estándar en el imaginario colectivo. Y que mejor que cerrarlo por todo lo alto con dos de sus clásicos más reconocidos. “Fool Fool” y “Rock the Nation” pusieron el broche de oro a un gran concierto en lo que a ejecución se refiere, no sin el susto correspondiente de corte de luz en el escenario, provocado o no, durante la interpretación de “Rock the Nation”. Un concierto a la vieja usanza, sin autotunes ni pistas pregrabadas, en los que vuelves a sentir como eran los conciertos hasta hace no mucho tiempo, de los que sales sin la sensación de ver a una banda ejecutando canciones como churros encima de algo que las perfecciona quitándole el alma del directo.
Aun así, con AXEL RUDI PELL siempre tengo sensaciones encontradas después de acudir a un concierto suyo, y ya van cinco. Tiene una discografía impecable para quien le adore como un servidor, con veinte discos de estudio (si exceptuamos los de versiones) de nivel alto, muy alto o excelente. Decenas y decenas de canciones que podrían llevarse al directo y nunca ocurre. Si además le sumas la interpretación de dos versiones totalmente prescindibles bajo mi punto de vista, más un solo de batería y otro de teclado, pues todo se reduce a una docena de canciones interpretadas a lo largo de las casi dos horas que duró el concierto.
Hay canciones que llevan casi dos décadas en el repertorio: Strong as a Rock, Rock the Nation, Fool Fool, Oceans of Time, Mystica, The Masquerade Ball o Casbah. Son incombustibles al paso del tiempo, cierto, pero necesitan un poco de aire fresco. En el contexto de ver a una banda después de casi dos décadas puede que no llame tanto la atención este detalle.
Los que hemos tenido oportunidad de verle en varias ocasiones soñamos con ese concierto que nos cierre la boca. Ni siquiera en el concierto especial celebrado en el desaparecido festival Bang Your Head en 2014, con casi tres horas de duración, salimos satisfechos. Hubo muchos puntos excepcionales en aquella ocasión, desde una mini reunión de STEELER hasta la aparición encima del escenario de Rob Rock, Jeff Scott Soto y Jörg Michael. Pero una vez concluido el repertorio estándar de Jonnhy Gioeli, con un montón de invitados más subidos en el escenario, nos aburrió a base de versiones totalmente prescindibles para una ocasión como la celebrada. La conclusión es clara: AXEL RUDI PELL siempre nos deja con ganas de más, de mucho más. Su discografía es brillante, su directo es genial pero siempre se hace corto, muy corto, dejando olvidadas muchas canciones que estamos deseando escuchar en vivo.