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Entrevista a Martín López de Soen: «Actualmente es la peor época de la historia cuando se trata de música»

La escena del progresivo es más rica y diversa que nunca. Una de las bandas que en los últimos tiempos ha llamado más la atención son los suecos Soen. Suecos porqué la banda está afincada en el país escandinavo pero su miembro fundador y principal valedor es el uruguayo Martín López. Muchos le recordaréis por su paso por Opeth pero desde hace no pocos años sus esfuerzos confluyen en que Soen tenga un nombre en la escena. Ciertamente lo está consiguiendo y con la perspectiva de su último disco, “Memorial”, no quisimos perdernos la oportunidad de conversar con el mismo Martín en una entrevista aparecida en el número 413 de nuestra revista. Valga ello como muestra del contenido que podéis encontrar en los quioscos cada mes.

Fotos directo: Alfredo Geisse

El pasado verano tocásteis en España, en concreto en el festival Rock Imperium, ¿qué tal la experiencia? ¿Qué nos puedes contar?

Muy bien. La verdad que un orgullo tocar con bandas como Deep Purple y otras que nos gustan mucho. Tocamos tarde pero un orgullo que la gente se quedara para vernos en gran número. Fue fantástico.

Parece que cuesta en los festivales ver nuevos cabezas de cartel y se busca que sean los grandes nombres de siempre.

Si, es cierto, pero… por otra parte quién se anima a tocar después de esas bandas. ¿Qué banda puede decir que toca después de Kiss y es cabeza de cartel? Aunque sea más grande en ese momento. Hay como un respeto… no es como el pop, esto es el metal. Todos crecimos con esas bandas. Nadie podría sentir que su banda es más grande que estos pioneros, aunque bandas como Avenged Sevenfold o Disturbed puedan ser más grandes que Deep Purple.

En ese sentido hay como dos maneras de verlo. La gente que piensa que no hay renovación y siempre son los mismos o que son bandas históricas, pioneras y se les debe tener respeto y están donde están por derecho. Cada cual se lo toma como le parece.

Creo que estoy en medio de los dos bandos. Entiendo a los dos. Me pongo en la piel de la banda que debe tocar después de sus ídolos… no sé, bandas que son gigantes hoy como Five Finger Death Punch tocar después de Purple o Iron Maiden no ha de ser fácil.

Vamos con “Memorial”, vuestro nuevo disco, me lo he escuchado varias veces y la verdad que me ha gustado mucho. Me da la impresión que también es el disco más duro que habéis sacado, estás de acuerdo?

Si si, lo es, aunque no creo que tanto la música, sino que decidimos introducir voz rasgada, más gutural. Siempre habíamos mantenido la voz de forma más melódica que la música, pero últimamente la habíamos estado probando y en este disco lo hemos liberado en este sentido. En concreto las voces han salido más cañeras como dicen ustedes.

Eso es algo que me está gustando en los últimos años. Muchos grupos y cantantes utilizan voces limpias, naturales. Ni agudo ni gutural, sencillamente su voz. Esto quizá era mucho más exagerado en vocalistas femeninas, que acostumbran a predominar en el metal sinfónico con el rollo operístico, pero ahora hay muchas que ya van con su voz, sencillamente.

¡Si, a mí también! Siempre hubo ese salto entre las bandas de los 80, las que nos criamos, con los 90 y bandas más duras tipo Sepultura. La excepción quizá fue Metallica y Pantera que estos últimos tenían un poco de todo. Nosotros decidimos ir por ahí, cantar de la forma que la música lo pide en cada canción lo cual hace que el disco sea diferente de tema a tema.

No hace mucho leí una entrevista tuya en la que afirmabas que Soen está más cerca de Metallica que de Porcupine Tree. En este disco quizá lo veo más que nunca. Temas como “Unbreakable” o “Fortress” diría que están en ese punto.

Creo que por el pasado, por donde yo vengo y de Opeth mucha gente nos puso en el saco del progresivo. Me gusta la música progresiva y sobre todo Pink Floyd como también otras bandas del género, pero yo siempre fui metalero. Si te nombro mis 20 bandas preferidas fuera de Pink Floyd son bandas de metal. Sobre todo, me gusta que las canciones tengan partes suaves ya que ese contraste que se da entre lo duro y suave, esa subida te pone los pelos de punta.

Ahí quería ir ya que también me gustan los temas con diferentes partes y que parecen diversas canciones en una. Del disco quizá nombraría “Sincere” o “Violence”, supongo que como músico deben ser más desafiantes de componer e interpretar.

Lo son ya que te puedes ir por las ramas, pero te debes quedar en el árbol. Si te vas por un camino suave puede ser difícil volver como me parece a mí les pasa a muchas bandas y rompen el “Flow”. La magia está en poder salir del cajón del metal y encontrar esa atmósfera para calmar los ánimos, pero saber volver a lo duro.

Hay un tema que me tiene enganchado como es “Hollowed”, cuéntame un poco sobre este tema y la participación de Elisa en diversas partes vocales.

La escribí y después con Joel la estuvimos trabajando mucho tiempo escribiendo la letra y nos dimos cuenta que para que la canción llegue a su máxima emotividad necesitaba tener dos voces que hablen entre sí de alguna forma. Entonces decidimos preguntarle a Elisa, tenemos el mismo agente y es una vocalista italiana que canta la vida, si quería probar y quedó buenísimo. Ahí lo dejamos.

Hay quién dice que el alternar voces femenines y masculinas está muy trillado, pero a mí me sigue seduciendo. ¡Muchas veces hay temas que lo piden!

Hacer música no es descubrir la rueda cada vez que vas a hacer una canción. Hay un montón de cosas que ya están trilladas. Acá estamos todavía escuchando la misma distorsión, los mismos doble bombos y forma de escribir canciones que hace 50 años. Es lo que nos gusta.

Bueno… muchos estilos y canciones muy populares hoy en día y que arrasan son mucho más limitados.

Estoy bastante desconectado de la basura musical que traen mis hijas a casa. Hubo un punto que desconecté. Tuve bastante aceptación por mucha música pop, no es lo que escucho, pero puedo entender de alguna forma lo que ofrece. En los últimos años hemos llegado a un nivel letrístico tan bajo que me ofende escuchar. Sobre todo para mí como latinoamericano y saber que estas bandas de reggaetón son de allí y lo que dicen… ¡¡me entristece!! ¡¡La imagen que dan al mundo… el vacío!! ¿No es la peor época de la historia cuando se trata de música? Antes, vamos a decirlo, cuando yo venía creciendo Spice Girls o Backstreet Boys o todas esas… ninguna de ellas me gusta, pero entiendo que sean gigantes. Ahora mismo llegamos a esto… Anuel, Bad Bunny… y verdaderamente es tocar fondo de una forma atroz. Y las letras… la glorificación del dinero, las marcas, la violencia… no encuentro palabras ni lo entiendo. Lo intento evitar.

Pues está en todas partes…

Más ahí que acá, como es en español… Yo vivo en Suecia y aquí quizá el “Despacito” pero el reggaetón no ha pegado tanto.

Va muy ligado con la cultura musical que hay en el sur o el norte de Europa. Especialmente en Escandinavia parece haber todavía un criterio que aquí no hay. Sin ir más lejos bandas de aquí se han largado al norte a hacer carrera y lo han conseguido cuando aquí no podían ni tocar. Y ciertamente en un país como España que siempre ha costado el tema de las lenguas aún es más complicado.

No se tiene el mismo respeto. En España siempre fue gigante el asunto de la marcha, el tecno y salir a bailar.

Ya que hablábamos de nuestros hijos, al menos que tengan la posibilidad de escuchar de todo y decidir. Ahora mismo toda la oferta es monolítica con el mismo estilo y canciones, al menos en España. Es imposible que les guste otra cosa porque es un machaque constante.

Está en nosotros. Si yo me hubiera quedado en Uruguay escuchando lo que pasaban en la radio hubiera tocado cumbia, pero me crie escuchando cumbia y Pink Floyd que ponía mi padre.

Ahí está, pero el tema es que creo que, en España al menos, la música no forma parte de las preferencias culturales. La gente se traga lo que le ponen en los medios y de ahí el algoritmo les sigue ofreciendo lo mismo. No les ofrecen nada a sus hijos diferente.

Para mí ese es el miedo. Mis hijas tienen 7 y 9, escuchan lo que escucho yo y lo suyo. Es decir, Alice Cooper y Miley Cirus. Lo que me asusta es que casi no escuchan música si no hay pantallas. La conexión musical y visual. Si estamos haciendo algo y escuchamos música y les gusta se aprenden el estribillo y les gusta. Pero cuando escuchan su música es aprenderse los bailecitos de la tv. No se usa la imaginación, te dan el sonido y la imagen como una película. Nosotros teníamos que imaginarnos incluso como era el grupo. Eso hacía que esta música se elevara mucho más de lo que verdaderamente es. Hoy en día son solamente las bandas más grandes de pop que hacen los vídeos en donde se pasean con ropa Gucci y todo esto.

Volviendo al disco. Si ya me ha parecido que sonaba bien en estos streamings promocionales en disco físico será impresionante. ¿Dónde lo habéis grabado?

Lo grabamos aquí en Suecia en Fascination Street con Alexander Backlund que también trabaja allí, no con el que todos quieren…

Muy a menudo escucho el nombre de los Fascination en los últimos tiempos…

Si, trabajan muy bien y es un muy buen lugar para grabar ya que hay diferentes estudios y mucha gente trabajando. En nuestro caso que somos muy abiertos cuando entramos a grabar queremos tener opiniones de diferente gente y nos parece muy buen lugar. Así que fuimos allí y salió bien. En el disco anterior nos pareció que el sonido había salido frío y mecánico. No sé… muy digital, y de alguna forma queríamos volver a tener el calor humano.

Quizá porqué hoy en día se abusa demasiado de los compresores y reducir mucho la dinámica del audio. Mucha del alma del sonido se va por ahí. A ver, los discos suenan bien porque se pueden hacer maravillas incluso en casa, pero hay un exceso de retoque.

Si, es bastante complicado ya que mientras menos uses compresores y digitalices tu grabación va a sonar más humano, pero a la vez cuando te pongan al lado de otra banda vas a sonar mucho menos profesional, ese es el problema hoy en día. Que no suene a disco de sala de ensayo. Ahí es complicado ganar nuevos fans y mantener tu carrera adelante. Nosotros nos la jugamos en esta ocasión y salió bien, ya veremos la próxima.

Cada vez a la hora de entrar a grabar debe ser un quebradero de cabeza sobre como afrontarlo ya que las posibilidades son tantas…

Nosotros aprendimos a ponerlo en manos de alguien que sabe más que nosotros. Ya lo hicimos de querer imponer algo y salir con un disco a medias. Hoy en día nos parece mejor encontrar una persona que ha hecho discos que nos gustan, el sonido que más o menos nos gusta y tirar por ahí.

Y contar con una visión fresca externa ya que si has compuesto y ensayado los temas los tienes tan empapados que puedes llegar a tener una visión distorsionada, muy cargado de estar con ese material tantas horas.

Si, y a parte soltarlo ya porque si no entra al estudio uno creyendo que tienes todas las respuestas y normalmente no tienes ninguna. Somos músicos, escribimos canciones y uno se siente fuerte en eso que es de lo que sabe, pero para lo demás tienes que meter a los que saben.

Estamos hablando de las grabaciones y como tener un sonido más pulcro, un aspecto que sí se cuida, pero lo más importante como es la música tiende a ser más ligera, fácil e intrascendente como comentábamos. Es como una pequeña paradoja que la escena del progresivo en el metal sea más numerosa que nunca para un estilo complicado de tocar y asimilar para la mayoría de oídos. Es como una especie de respuesta a lo que impera.

Si, lo que tiene eso para mí, si me quiero poner negativo, es que para hacer algo así avanzado que tenga ese nivel y me atraiga tiene que ser muy alto. Si me voy a poner a escuchar a alguien que me haga un solo de guitarra durante cinco minutos como que no. Tiene ser alguien que verdaderamente toque a gran nivel y no sé cuantas de esas bandas tienen gente de ese nivel. Siempre tuve esa impresión ya que llevo mucho escuchándolo desde que empezó toda esa onda con Dream Theater y si quieres de verdad escuchar gente que toca escuchad jazz. Claro pero entonces entras en que muchas veces no quieres música… quieres distorsión. Es complicado. A mi no me atrae el virtuosismo en sí. El virtuosismo es algo necesario para poder presentar tus ideas de la mejor forma posible, a mí me gusta la emoción de la canción. Canciones que me emocionen o me den ganas de romper todo. Sentarte a tratar de descifrar que es lo que está haciendo el batería porque es muy difícil no me dice nada. Me gusta el “Groove” y la emoción.

Ahora mismo me viene un ejemplo a la cabeza de los últimos tiempos como es el solo de Nuno Bettencurt en el primer tema del último disco de Extreme. Muy técnico, pero en el contexto del tema queda bordado.

No lo he escuchado aún pero después lo haré.

Anteriormente comentabas sobre las letras y viendo vuestro trabajo me da la impresión que no las dejáis para nada ni a la improvisación ni descuidadas en ningún sentido. En muchas ocasiones hay temas muy recurrentes en el metal.

No sé, hay que tratar de decir algo. Es decir, tienes que tratar de decir algo. Miras alrededor tuyo, lo que es el mundo, tenemos hijos y ves lo que les espera. Después de eso te pones a grabar un disco y… ¿te pones a cantar de astronomía? No me entra en la cabeza. Esto es el metal, viene del rock. Supuestamente es rebelde y es la música donde uno trata de unirse al que está escuchando para decirle al opresor que date a la puta que te parió, estamos juntos acá. Tiene que haber algo y eso es algo que ha muerto en el prog. Demasiada letra egocéntrica. Para mi tiene que mantener la rebeldía el rock, me parece importante. También para tratar de mejorar en lo que se pueda. Hundirte con la espada en alto.

Me gustaría preguntarte por “Atlantis”, ganó mucho con todos los músicos invitados a lo que fue una grabación en directo que tenía su riesgo. ¿Cómo lo recuerdas?

¡Muy bueno! Era algo que siempre tuvimos la intención de hacer, encarar esa invención de la banda y agregar cuerdas para poder hacerlo lo más intenso emocionalmente posible. Cuando lo del Covid teníamos tiempo y nos metimos en el tema, salió redondo. De hecho, aún lo estamos haciendo, este verano en Finlandia y también lo hemos hecho en Méjico y en otros lugares. Es algo muy diferente pero interesante y funciona para nuestra música.

By Albert Perera

Live After Death tuvo la culpa de todo y tantos años después aquí seguimos. Si hay algo que me gusta más que escuchar música es hablar sobre ella y difundirla… y en ello estamos durante un cuarto de siglo.

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