En esa entrevista tenemos el privilegio de conversar con una de las bandas más emblemáticas del death metal latinoamericano: Masacre. Camino a los 40 años de trayectoria, esta legendaria agrupación colombiana ha llevado su crudeza y brutalidad a escenarios de todo el mundo. Aprovechamos su paso por Sevilla para hablar sobre su carrera.
Masacre, bienvenidos a Sevilla. ¿Que tal les han recibido? Hace fresco aquí, ¿verdad? Bueno, en realidad, la temperatura de Sevilla no os habrá sorprendido, no sois nórdicos (risas).
Alex Okendo (voz): Muy bien. Esta es la segunda vez que venimos a Sevilla. En 2006 hicimos una gira por España, donde visitamos como 13 ciudades, y Sevilla fue una de ellas. Aunque, obviamente, nos imaginamos que la escena ha cambiado y crecido mucho. Aún así, hemos mantenido contacto con amigos de acá y vemos que la escena es fuerte. Estamos muy emocionados de poder estar aquí tocando nuevamente. Esta vez solo visitamos cuatro ciudades: Sevilla, Barcelona, Madrid y Monzón. Es un tour más reducido en comparación a antes, pero estamos felices de estar aquí.
Tenéis una carrera impresionante de más de 30 años, de hecho, ya vais para los 40 años. Nacisteis en 1988 en Medellín. La primera demo “Colombia… Imperio del Terror” se publicó en 1989. ¿Qué recordáis de esa época?
Alex: Esa época era muy cruda. El metal en Colombia básicamente se alimentaba de lo que teníamos a mano: bandas locales, un sonido muy crudo, y conciertos poco organizados. No había mucha tecnología. Nos comunicábamos por cartas con gente de otros lugares, teníamos magazines, y compartíamos la escena entre amigos.
El equipo también era difícil de conseguir, ¿no? La batería, sobre todo.
Alex: Si. Nosotros, en nuestro caso, usábamos radiografías para los parches de las baterías. Mandábamos a hacer los tambores en carpinterías, y los cueros los reemplazábamos con acetatos de radiografías. Las guitarras también las fabricábamos en carpinterías, y luego les montábamos micrófonos. Todo era muy casero, muy crudo. De ahí viene el sonido característico de las bandas sudamericanas, que era más rústico y con poca tecnología.
Y, cuando miras atrás, ¿qué piensas?
Alex: Era un tiempo de caminar por las calles buscando conciertos, intercambiar discos… Hacíamos algo que allá llamábamos “parches” o “notas”. Por ejemplo, cuando llegaba un fanzine o un disco, decíamos: “En ocho días nos reunimos en tal parte para escucharlo y compartirlo”. Era algo muy bonito. Quizás por eso aún mantenemos esa pasión por la música.
Sí, siempre digo que en Sudamérica hay mucho más apoyo que aquí, cualquier cosa que vendas allí tiene mucha más difusión. Aquí parece que hay más recelo con las bandas. Es como si aquí faltara ese romanticismo por la música.
Alex: Tal vez, como nos ha costado superar tantas dificultades, ahora lo disfrutamos más.
Bueno, vamos a hablar del primer disco, “Reqviem” (1991). Aquí llego un sello que se interesó en vosotros, el francés Osmose Productions. Habladme sobre esto.
Alex: Nosotros habíamos sacado un mini LP o EP llamado “Ola de Violencia”, y lo mandamos para hacer intercambios con amigos en Europa. En esa época, había un Tape trading llamado Strangulation Records, que más tarde se convirtió en Osmose. Le enviamos unas 100 copias de “Ola de Violencia”.
Cuando él hizo el intercambio con nosotros y comenzó a mover el disco fuertemente en Europa, se dio cuenta de que Masacre tenía mucho potencial. Al distribuir los discos y venderlos rápidamente, decidió que quería lanzarnos en su sello. Nos dijo que pronto tendría un sello discográfico y que quería que Masacre formara parte de él, porque la respuesta al disco había sido muy buena. Le dijimos que sí, aunque en ese momento también estaba en contacto con Samael.
Samael tenía una ventaja porque estaba más cerca y pudo mandar su material más rápidamente. Nosotros, desde Sudamérica, tardábamos más de un mes en enviar correos, y además era más complicado grabar. Por eso nos retrasamos un poco y no fuimos la primera banda de Osmose, ese honor fue para Samael. Después de Samael, fuimos nosotros, y luego Blasphereion. Pero fue un gran paso, ¿no? En esos años, una banda colombiana abriéndose camino en Europa de esa manera.
Y lo más interesante es que somos la primera banda en el mundo en haber grabado un disco en castellano en Europa y lograr tanta repercusión. En ese momento, incluso los sudamericanos, como los brasileños, estaban cantando en inglés.
Sí, lo del idioma es algo que quiero destacar, porque siempre insisto con las bandas en este tema. Por desgracia, el español en este estilo musical cierra puertas en vez de abrirlas.
Si, pero nuestro sonido era muy crudo y brutal, y eso marcó la diferencia. El metal sudamericano tiene un sonido distinto.
Quizás vosotros estabais en el lugar adecuado en el momento adecuado, ¿no?
No tanto. La barrera del idioma nos limitó y no pudimos girar tanto, pero llamamos mucho la atención y teníamos el apoyo de la gente.
En ese momento, nos describían como “Masacre, desde la selva”, así nos ponían en revistas francesas. Es curioso que un sello francés lanzara eso. Incluso recuerdo que estaban por sacar un EP.
Vayámonos a 2021. Habéis grabado una nueva versión de “Reqviem” para celebrar el 30 aniversario del lanzamiento. ¿Cómo fue la acogida respecto a público y medios? ¿Abrió este hecho alguna puerta más? Todo eso fue tras la pandemia además…
Jorge Londoño (guitarra): Sí, de hecho, empezamos la grabación en 2021 porque queríamos hacerlo antes, pero la pandemia lo impidió. Aunque, al final, creo que nos vino bien para prepararnos mejor. La grabación se hizo en Medellín. Lo que queríamos era mantener las canciones lo más fieles posible, pero con el sonido actual de la banda, ajustando la afinación y logrando una mejor ejecución. Eso era lo más importante para nosotros.
Queríamos que todo sonara mejor que hace 30 años. Y claro, ahora con los medios que tenemos, el disco quedó increíble. Sabíamos que en su momento había fallas en el sonido, pero esta vez quisimos que quedara lo más perfecto posible.
La acogida ha sido excelente. Lo hemos visto nosotros mismos, porque siempre llevamos los discos, CDs y vinilos a todas partes, y se venden de inmediato, es lo primero que se agota. Creo que este disco se ha convertido en un disco de culto. Incluso fue regrabado porque el dueño de Osmose tampoco quedó completamente satisfecho con el sonido original.
Cuando grabamos “Ola de Violencia” de forma independiente, se vendió enseguida. Pero con “Reqviem”, el sonido no quedó tan bueno como esperábamos. El dueño de Osmose sentía que tenía una deuda con ese disco y quería ver cómo sonaría con una mejor producción.
Eso es algo bastante común hoy en día, muchas bandas están regrabando sus álbumes. A los fans les gusta tener nuevas ediciones de los discos, escucharlos de nuevo y revivirlos con un sonido moderno. Pero yo soy una purista, por ejemplo, no quiero una regrabación del “Black Metal” de Venom, prefiero que las cosas se queden como originalmente salieron.
Alex: A gran parte de los fans les gusta tener ambos. En el LP nuevo viene incluido un sencillo.
En Napalm Record lo puedes encontrar en doble vinilo de 7″ y doble CD.
Vamos a hablar de vuestras influencias y del impacto que habéis tenido en otras bandas. Está claro que habéis influido en muchos grupos de vuestro país, especialmente considerando los años en los que comenzasteis. En ese entonces, no había muchas bandas, ¿verdad?
Alex: Claro, no había prácticamente nada. Mas que por otras bandas, estábamos influenciados por la situación social y política del país.
En ese momento vivíamos mucha crudeza, violencia y muerte. Incluso nosotros no sabíamos que existía un estilo llamado Death Metal. Simplemente tocábamos metal, y como el sonido en nuestra región era muy local, le llamábamos Ultrametal. Decíamos: “sí, tenemos algo de Ultrametal y de metal”.
Pero fue cuando empezamos a cartearnos con gente de otros países y a hacer intercambios de fanzines, nos dimos cuenta de que nos asociaban con bandas de death metal. Nos decían: “tu banda suena como Asphyx” o “suena como tal banda”, y nosotros nos preguntábamos qué significaba eso. Nos decían que éramos death metal.
Pero no veníais inspirados por ninguna banda específica, ¿cierto? Ese sonido salió de vosotros. En aquellos años no podíais escuchar mucha música, porque no llegaba tanto material. En los 80 estaba surgiendo todo. Por eso os digo que vuestro sonido es tan particular.
Alex: Muchas de esas bandas nos conocieron porque ellos estaban sacando demos al mismo tiempo que nosotros hacíamos lo mismo y nos intercambiábamos material. En lo local, siempre citamos a bandas como Parabellum, Nekromantie, Sacrilegio, Profanación, Astaroth. Esas son bandas muy viejas y muy locales en nuestro país.
¿De vuestra época, queda alguna activa?
Sí, quedan algunas en Colombia, aunque muchas dejaron de tocar un tiempo o han variado su estilo. Pero nosotros, con 36 años, siempre hemos sido death metal y no hemos parado nunca.
Estuve viendo en YouTube vuestra presentación en 70.000 Tons of Metal (primera banda colombiana). Tuvo que ser fuerte tocar en un evento de esa magnitud, aunque no merecéis menos con la historia que tenéis detrás. He visto que ademas habéis actuado dos veces. Estuve leyendo los comentarios en algunos vídeos. Es interesante ver lo que vuestros seguidores dicen. Hay dedicatorias que realmente te ponen los pelos de punta.
Alex: ¿Sabes qué es lo mejor? Que cuando tocamos en 2015, fue la primera vez que tocamos en Estados Unidos, y ganamos el chaleco como la mejor banda del barco.
He visto la foto del chaleco, ¡un año con el chaleco puesto! (risas)
Alex: Incluso cuando nos dijeron que lo habíamos ganado, estábamos en Colombia y la gente estaba votando, pero los que estaban en el barco también votaban. Nos llegó la noticia de que estábamos cerca de ganarlo, pero pensábamos que era una broma. Resulta que fuimos la primera banda colombiana en tocar en ese barco, lo cual era ya sorprendente. ¡Y encima ganamos el chaleco! No lo podíamos creer.
Cuando nos confirmaron que éramos los ganadores, estábamos en Boston. Nos dijeron que teníamos que llevar el chaleco durante un año, ponerle nuestro parche, tocar con él en todos los conciertos y luego devolverlo a la siguiente banda, como si fuera un trono. Y así lo hicimos.
¿Y cómo surgió la oportunidad de tocar en el 70,000 Tons? No es fácil llegar ahí.
Nos ayudó un gran amigo de la banda llamado Gustavo, que está un poco en la organización. Él dijo que Masacre merecía estar ahí. Nos echó una mano y nos ayudó mucho.
Ahora venís de Summer Dying Loud de tocar con bandas como Overkill, Moonspell… ¿Que tal por allá?
Es un festival grande, está muy bien organizado. Tiene su zona de comida, su zona de actividades. Hay otras partes donde hacen concursos y se divierte la gente. Cuidan a las bandas, teníamos un buen camerino, buena hidratación, buen catering, y una zona donde las bandas compartían, todo estaba muy bien. El público estaba muy entregado. El Festival fue excelente.
Y, ¿que es mejor? ¿Festival o la sala? Las salas están sufriendo. Poco a poco. No están pasando giras. Ahora ha pasado Nile, vendra Carcass, Rotting Christ… Bandas como Napalm Death lo dicen a los cuatro vientos, que prefieren el calor de las salas. En un festival, el público está demasiado lejos.
Alex: En las salas, la gente asiste porque realmente quiere ver a la banda. En cambio, en los festivales, muchos van simplemente porque se lo encuentran; quieren ir al camping y disfrutar de la fiesta. Pero, como he comentado varias veces, esa es la gran diferencia con Masacre. La gente se queda a vernos, aunque no nos conozca, y eso es lo que esta banda está generando. Siento que estamos en un buen momento. Este grupo es brutal. Apenas suena el intro en un Festival, ya hay 100 personas, y en la primera canción, ¡se suman 10,000!
Masacre tiene el poder de llegar y hacer que todo el público se mueva. Yo creo que hay una conexión, como un enchufe. Nosotros llegamos y los hacemos mover porque la música tiene que ser esa droga.
¿Notáis diferencias entre los fans de Europa y los de América? Hay bandas que en entrevista me han respondido que dependiendo del sitio el público es más “apagado”.
Alex: Hay bandas que se quejan de eso, pero eso es culpa de las mismas bandas. Hay que conectar, pero no hay que esperar a que vibren. Si no vibran, pues son los que se lo pierden. De eso se trata nuestra película, ¿no? Además, cuando nosotros tocamos, la gente ve que lo sentimos, que lo vivimos. No estamos ahí tocando solo porque queremos ser una banda; nos gusta divertirnos.
Algunas bandas le echan la culpa al público. Vosotros no, lo tenéis claro, es la banda la que tiene que levantar al público.
Alex: Es la banda la que tiene que hacer que el público se mueva. Yo te voy a hacer que te muevas. Además, nosotros llegamos con otra estética; los de aquí ya se maquillan y llegan con su estilo. Nosotros llegamos desde la selva para daros toda la brutalidad.
¿Cuál es la canción que más conecta con el público?
“Death Metal Forever”, es el himno, sí, lo ha cantado todo el mundo.
Hablemos sobre los cambios en la industria. Vosotros os mantenéis prácticamente igual a cuando empezaron, pero el estilo del death metal ha evolucionado; hay bandas que se vuelven más progresivas o técnicas. ¿Habéis cambiado vosotros en algo? ¿Tienen alguna marca que los patrocine respecto a equipos?
Alex: Sí, claro. Aquí llego Gibson. Realmente, la marca que nos patrocina es Kramer Guitars de Gibson. Nos pone las guitarras en todos los países donde vamos. Ellos nos envían las guitarras para no tener problemas y, por patrocinio, como ven que tocamos bien, quieren que tengamos su marca.
Y sobre la música, sí, hay diferentes influencias y cosas, pero el estilo en general, o sea, el espíritu de los discos, es el mismo: puro death metal, clásico.
Me gustaría tocar el tema del documental “Más allá del dolor”. Cuéntame un poco cómo surgió ese documental. Fue hace 20 años, ¿no? ¿Por qué lo hicieron?
Alex: Porque estaban sucediendo muchas cosas. Estábamos sacando el festival más grande de Colombia, que era Rock al Parque en Bogotá. Estábamos celebrando un cumpleaños, y queríamos narrar un poco toda la historia que habíamos vivido, especialmente lo de la muerte de nuestro baterista Víctor y lo que había pasado con nuestro primer baterista, que fue “Bull Metal“. Queríamos contar un poco la biografía y la historia de la banda, además de la gira que acabábamos de hacer por Suramérica.
Era una forma de narrar todas las dificultades que enfrenta una banda para mantenerse por tanto tiempo. En ese momento, 20 años era mucho; ahora ya son casi 40. En ese momento era un gran logro cumplir 20 años y ahora vamos por el doble.
¿Con qué momento os quedarías cada uno de vosotros de vuestra historia con la banda? Y esto es muy difícil de responder. No tiene que ser el mejor momento en directo; puede ser el día que compusiste un riff o el día que tocaste con “X” banda….
Alex: Yo pienso que cuando tocamos con Slayer en 2006. Eso fue el 14 de septiembre de 2006. Después de una gira en España, a los ocho días llegamos a Colombia, donde teníamos un concierto con ellos. Lo más importante fue que tocamos con la formación original de Slayer. Para nosotros, ellos siempre han sido referentes, casi como unos padres. Eso fue un momento imborrable. También podría destacar haber tocado en el barco o cuando grabamos “Reqviem”. Nunca me imaginé que grabaría un disco, y ahí estábamos, grabando el primer álbum en Europa, para un sello europeo. Pienso que eso también fue increíble. No puedo creer que estemos contratados por un sello europeo. En Latinoamérica, solo pensábamos en hacer un casete, y de repente, un sello europeo quiere grabar un disco. Eso fue monumental. No tengo una meta fija de llegar a un punto y parar. Cada vez me sorprende más lo que viene.
Juan Carlos (guitarra): A mí me gustaría resaltar esos momentos en los que estas en grandes festivales, con las bandas con las que crecimos, también son significativos. Nuestros ídolos de pequeños, y ahora compartir con ellos, acercarse a hablar y que te reconozcan, como: “Sí, eres de Masacre“. Es un reconocimiento. Ya ha pasado con bandas como Cannibal Corpse o Behemoth, y hay un cierto nivel de reconocimiento, lo cual valoro. Creo que eso es algo que se aprecia con el tiempo.
Álvaro (bajista): Para mí, fue muy memorable el primer toque que tuvimos en un crucero. Nuestro horario de actuación era a las cuatro de la madrugada. La banda que tocaba antes de nosotros era folk europeo. Cuando nosotros salimos a probar sonido, el lugar se vació. Pensé: “Oh, ¿qué pasó aquí? ¿No va a haber nadie?” Se cerró el telón, terminamos de ajustar el sonido, y cuando se abre, todos los palcos estaban llenos, con las banderas de Colombia ondeando.
Wilson (batería): Pues, para mí, siempre habrá un lugar especial para esa primera gira por Sudamérica. Ahí fue donde comenzó mi historia, en 2004. Siempre guardaré un gran respeto por ese momento. Es significativo, sobre todo porque antes de set fue, antes de ser baterista de Masacre, era un fanático de la banda, “Nunca me imaginé que estaría aquí”.
Bueno, hablemos del nuevo álbum, que sé que nos vais a ofrecer dentro de poco algo muy fuerte, y estoy deseando tenerlo en mis manos.
Alex: Bueno, ahora estamos haciendo las maquetas, el demo y estructurando todo muy bien. Hacemos eso mientras viajamos y tocamos. Estamos componiendo, surgen ideas, salen letras, miramos bandas y decimos: “Mira, eso suena bien”, acoplamos algunas cosas a nuestro sonido. Nos influenciamos mucho por lo viejo que hicimos, lo del pasado que tuvo tanto éxito. Buscamos ese ingrediente que suena muy a Masacre para incorporarlo a nuestro sonido. Es más, nos influenciamos de nuestra música para hacer lo nuevo. En los dos álbumes anteriores, estuvimos cantando en inglés y español, y ahora queremos volver a nuestras raíces, cantar en castellano, y sonar un poco más brutal.
Sois una gran inspiración para esas bandas que defienden el cantar en en español, no dejéis de hacerlo. También hay bandas que sacan discos en ambos idiomas. Si toco en Inglaterra, canto en inglés; esa elección de cómo quieres hacerlo va cambiando en el concierto. No es mala idea sacar las dos versiones: primero en español y luego en inglés. Mientras no lo hagan como el “Eat ‘Em and Smile” de David Lee Roth (risas).
Jorge: Nunca he escuchado eso, pero si escuche el “Volumen Brutal” de Barón Rojo en inglés y español. Es una opción que puede estar bien.
Para finalizar, ¿qué mensaje les gustaría dejar a sus seguidores y a todos los fans que los han apoyado durante estos casi 40 años?
Un saludo muy especial a toda la gente de Metal Hammer España. Gracias por abrirnos este espacio y darnos la posibilidad de estar en contacto con toda la gente aquí en Europa. Somos Masacre, ¡anímense a continuar dándonos su apoyo, gracias por todo lo que han aportado a nuestra banda y por el calor que nos entregan en cada concierto! ¡Que Chimba Hijueputa!