Hace pocas fechas se celebró en el Winzik Center de Madrid el Kaos Zone en donde las bandas más representativas del metal más contundente estatal se daban cita con notable éxito, os lo contábamos en la crónica de nuestro compañero Víctor M.Lera. Aprovechando la buena acogida de la cita os ofrecemos una suculenta entrevista con Guillermo Izquierdo en donde se habla largo y tendido del último disco del grupo y todo lo que está viviendo el grupo en la actualidad. Los de Albacete se han labrado una reputación a base de buenos discos y directos de banda fiable, trabajadora y competente donde las haya. El resultado ya lo conocemos todos. Su noveno disco para Century Media, “Aftermath”, sigue la buena estela y nos lo presentan en una extensa entrevista que os ofreceremos en tres partes.
Hola Guillermo, la verdad que no sé por dónde empezar hay varias cosas que me han sorprendido, una, por ejemplo, y es por la que voy a comenzar, el último tema, “Vultures And Butterflies”. Me ha quedado en la mente por la variedad, por la sorpresa, mucho más melódico, no sé, creo que es un tema que puede sorprender y además da un paso un poco más allá como habéis tratado todo en general en esa pieza, ¿ponerla en último lugar es algo buscado?
Sí, a ver, coger el orden de un disco siempre es muy complicado. Mucha gente tiene la manía, sobre todo en los tiempos que corren que ya no se compran demasiados discos, o ya no se escuchan demasiados discos en formato físico, pero especialmente en vinilo, que es el ritual, al final ahí sí que lo escuchas de principio a final. A veces algunas canciones están condenadas a cuando se quedan las últimas o de las penúltimas, o cosas así, se quedan condenadas un poco al olvido, y desde hace unos cuantos discos siempre intentamos que el último tema o los últimos temas sean de los más importantes, por así decirlo, para intentar evitar eso. Desde hace ya tiempo lo estamos haciendo desde “Hidden Evolution” que el último tema es precisamente el del título.
“Farewell”, por ejemplo, que también fue una balada de “Cabaret de la Guillotine”, fue uno de los singles, y sin embargo es la penúltima del disco. Entonces llevamos haciendo bastante tiempo esto ya, y precisamente con este nuevo disco no sabíamos muy bien, o sea, queríamos que todas las canciones fueran la primera. Todas pueden, a nuestro parecer, es que todas las canciones pueden ser singles, y hasta ahora todo el mundo que ha escuchado el disco, como vosotros de la prensa, el 99% de la gente, coincide conmigo. Todas podrían haber sido la primera porque todas tienen algo. Dejarla la última es básicamente porque creo que es una sorpresa para la gente que sabe que Todd La Torre de Queensrÿche colabora en un tema, y todavía la gente no sabe que es una balada, es un baladón. O sea, es una balada heavy, es una balada thrasher, de las de antaño, de las de Testament, de las de Metallica, es muy guay con la colaboración de una de las voces de heavy metal mundial más importantes.
En los primeros discos de un grupo siempre se ve un poco más la inmadurez en el sonido, en la grabación, en las composiciones, y poco a poco se va mejorando con altibajos pero es que lleváis una línea muy constante desde hace ya muchos discos. El Ángelus Apatrida era notable en todos sentidos, Cabaret de la Guillotine lo mismo, este “Aftermath” parece difícil que pueda seguir manteniéndose ese nivel durante tantos y tantos discos y siendo tan regular editando, es decir, 2015, 2018, 2021, pandemia por el medio, 23, es decir, cada dos años más o menos, disco. No sé si es que tenéis esa promiscuidad compositiva o quizás un poco es la excusa para lo que hoy día es el tocar en directo que es la madre del negocio de la música.
Esto último que acabas de decir, por supuesto, eso no se puede ocultar y es así. Nosotros somos una banda que hace ya 13 años que nos dedicamos profesionalmente a esto, esto es nuestro trabajo, de aquí vienen nuestros salarios y de aquí pagamos nuestras facturas y nuestra vida sale de aquí afortunadamente. Entonces, obviamente, donde más dinero consigue una banda es en directo, tocando y vendiendo merchandising, etcétera. Vendiendo discos también, llega un momento ahora mismo que Angelus Apatrida vende un volumen de discos a día de hoy todavía, que parece que no se venden muchos discos, pero vendemos una cantidad de discos que también nos reportan dinero y también nos reportan facturas positivas.
Entonces, claro, la principal razón primero es esa, la segunda es porque es nuestro trabajo, es lo que tenemos que hacer. Espero que no ocurra nunca, pero no hemos tenido una crisis, por así decir, compositiva o una crisis ni existencial ni laboral ni nada en la que necesitemos tomarnos un descanso o un parón, como hacen muchas bandas de varios años o lo que sea y luego vuelven. Muchas veces esos parones luego son fallidos porque vuelven con un disco nuevo y la mayoría de las veces es una pintada en un palo como una caca. Entonces, no nos sentimos así, es que amamos nuestro trabajo, amamos lo que hacemos, amamos la música, amamos el metal y es que no sabemos otra cosa ni queremos hacer otra cosa. Cuando me comentáis estas cosas de más o menos la asiduidad de cada dos, tres años, dos años, puede ser más o menos, sí, suele coincidir un poco con el periodo de gira que estás haciendo, giras de salas, festivales, giras europeas y en este caso ya con giras intercontinentales como en Norteamérica o Asia, Latinoamérica, etc. Cuanto más se dispare también el periodo de giras, más tiempo podemos también estar esperando para poder sacar un nuevo disco, pero no fue nada ni por presión ni por el sello, simplemente nos encontramos con que teníamos suficiente material y que nos apetecía sacar todo ese material adelante y así fue.
Pero sí que quiero hacer aquí una observación de, por ejemplo, las míticas bandas de los finales de los 70, de los 80, la inmensa mayoría sacaban disco cada año. Disco gira, disco gira, disco gira y la mayoría de veces coinciden que en esas épocas en las que sacaban esos discos, por lo menos en mi parecer casi todos, son los mejores discos. Pongo, por ejemplo, el ejemplo que más me viene a la cabeza que es Iron Maiden, desde, para mí desde “Number to the Beast” hasta el “No Prayer”, para mí es lo mejor de Iron Maiden.
Precisamente en cualquier trabajo, por mucho que a uno le guste, a base de los años, de la repetición, de, en vuestro caso, no sé, de los viajes, de, porque esto de ir de aquí para allá y en el caso de Maiden a partir del 85 tuvieron años duros con todo a punto de ir al traste.
Claro, hay muchísimas diferencias en las que no podemos compararnos en ese sentido. Las épocas son completamente diferentes y la manera de todo, o sea nosotros no tenemos el nivel de vida ni el nivel adquisitivo que ya tenía o el poder adquisitivo que ya tendría Maiden entonces. Vendían millones de copias, haciendo sold outs en estadios. Nosotros somos unos currelas que tenemos unos sueldos normales y corrientes con la música y gracias que podemos mantenernos así a día de hoy. Son factores completamente diferentes. Por supuesto que, si tuviéramos que estar disco, gira, disco, gira, disco, gira, yo creo que acabaríamos hasta la polla también. Pero lo hacemos, o sea, me refiero en un año, un año tienes que sacar un disco. Al final lo hacemos en unos periodos en los que nos apetece y nos sentimos a gusto y nos da para superarnos, como has dicho. Yo creo que cada disco nos superamos, lo decíamos cuando hacíamos las entrevistas o cuando hablábamos ya de “Angelus Apatrida” de hacer muy difícil poder superar este disco, como siempre ha ocurrido.
Creo que se ha superado cualquier disco anterior de Angelus Apatrida y con creces en todos los sentidos. Para nosotros es primordial poder hacer esto. Si no creemos que tenemos un material acojonante no lo vamos a sacar. Ya la gente que juzgue, por supuesto habrá peña, que dirá, no, yo prefiero aquí me vuelvo, prefiero tal o cual. Obviamente, pero como conjunto, como global es así. Esa es nuestra premisa y hasta que no nos sentimos preparados como para tener material suficientemente bueno para superar a la anterior, no lo hacemos.
Antes de profundizar un poquito más en los temas y en el tema de las colaboraciones, una muestra de que creo que confiáis mucho en las composiciones que teníais es el hecho de que ya nos anunciasteis que… oye, vamos a parar, nos vamos a meter en el estudio, vamos a dedicar a hacer nuevos temas, hacer un nuevo disco. Sobre eso, ha ido todo como queríais que fuese, la grabación, los ensayos, la producción, etc.
Sí, bueno, nos hubiera gustado tener mucho más tiempo, sobre todo tener más tiempo personal, haber tenido unas pequeñas vacaciones este verano que no hemos podido tener porque verano es una época en la que se toca mucho y no hemos podido descansar demasiado. Aunque sí que hemos tenido algunas semanas, pero sí que me hubiera gustado tener más tiempo, un poquito más, pero para descansar. Cuando terminamos la gira de despedida, entre comillas, en enero y nos planteamos la gira en mayo para Estados Unidos, dijimos, vale, tenemos dos meses en los que tenemos que terminar de darle forma a este disco, tenemos otro mes que es abril para entrar a grabar y en mayo, cuando nos vayamos a Estados Unidos, el disco que se esté haciendo con Zeus en Boston, en Massachusetts, y mientras nosotros nos despreocupamos. Al volver ya empezaríamos con el tema de la promo, de los videoclips, de toda la historia detrás del disco y tranquilamente. Me hubiera gustado tener un par de meses más, pero las cosas salen cuando tienen que salir.
Trabajar con un sello como Century Media también te obliga a tener este tipo de presión, porque no es algo que digas, bueno, yo grabo el disco y cuando esté ya vemos cuando lo sacamos. O sea, la fecha de salida del disco ya estaba dictada antes de entrar a grabar, entonces como tiene que salir todo como un reloj, obviamente puede haber fallos y entonces hablan un plan B, pero el 20 de octubre se dictaminó antes de entrar a grabar. Ya debíamos tener cuando vamos a sacar los singles, cuando vamos a grabar los videoclips, cuando vamos a hacer todo eso. Ya tiene que estar calendarizado, desde febrero, por ejemplo, que te plantas y dices, la hostia, que estrés. Pero bueno, al final va saliendo todo rodado, es una manera de trabajar muy guay. Lo único que estoy en falta es haber tenido un poquito más de tiempo, pero tiempo para desconectar, para mí, para tal, pero bueno, ya tendremos más adelante.
Y, de hecho, habéis trabajado de la misma manera en Albacete, de nuevo, estudio. Quiero decir que en ese sentido un poco familiar todo y que ya sabéis dónde pisáis.
Sí, lo que pasa es que como hemos estado con tantos bolos este verano, no hemos podido… Sobre todo, el tema de la postproducción y el tema de los videoclips y demás. Hemos tenido que trabajar prácticamente contra reloj entre medias, entre concierto y concierto. Porque a lo mejor estamos una semana de festivales en Europa, venimos, tenemos solo un día libre en el que no podemos descansar porque tenemos que ir a rodar. Luego al día siguiente nos volvemos a ir, volvemos la semana siguiente, hacemos dos días de rodaje más. Así es como ha sido todo el verano..
Lo que ha sido la composición, la pre-producción durante los meses de febrero y marzo, sí que ha sido como siempre en casa. Siempre trabajando. El disco ya por sí lo teníamos todo compuesto, pero en la cabeza, era como teníamos todo aquí. Solo nos faltaba poder sacarlo al papel, sacarlo a las pistas, grabarlo en el ordenador. O sea, era como, joder, espero no darme un golpe en la cabeza, que se me olvide el disco porque si no es como no tengo copia de seguridad. Se me va el disco duro y se acabó el disco. Pero bueno, en los meses de febrero y marzo sí que pudimos coger y plasmarlo todo y darles forma a todos los temas en un tiempo récord. Nos sobró tiempo para grabar y todo. Es como, parecía que estaba todo súper rodado. Sería de una manera mucho más natural. Yo creo que gracias a que hemos estado tocando durante los últimos años un montón. Hemos estado tocando más que nunca. Y eso también se nota, se ha notado a la hora de elaborar el disco, pero también a la hora de la propia composición. Son temas mucho más Angelus Apatrida, mucho más complejos, más con todo lo que es la banda. Llevamos dos años tocando temas antiguos y todos los días, al final cuando compones es como tú mismo te influencias o te mismo para componer tu nueva música. Y ha sido muy guay. Creo que el resultado es cojonudo.
Sois muy fieles a grabar en casa, en Albacete y con vuestro técnico de siempre.
Cada uno ensaya en casa por su cuenta menos cuando son temas nuevos que entonces si nos juntamos. Pero al estudio vamos porque lo tenemos aquí en Albacete, que es el estudio de nuestro técnico de sonido, Juanan. Es un estudio que tiene, bueno… está en un chalet, con una barbacoa enorme, con una piscina de puta madre. Y es un entorno que está completamente aislado, pero estás a cinco minutos de casa y nos encanta. El estudio tampoco es nada súper ostentoso. Los cuatro cacharos que tiene son unos cacharos de la hostia, unos plugins de la hostia y un hardware de la hostia. Y sobre todo Juanan, que Juanan es un técnico del copón. Por eso lo hacemos así. El Cabaret sí que lo grabamos nosotros en nuestro propio local de ensayo. Pillamos material y lo hicimos allí. A mí lo de irme a otra ciudad, a otro país o a otro tal para grabar de momento, no.
A mí me mola poder estar aquí, poder dormir en casa con mi pareja, poder comer o cenar aquí o con los amigos. Si estás un día un poco rayado te vas a tomar unas cervezas a tus bares con tu gente. Estás todos juntos, haces una barbacoa, haces cualquier cosa. Es muy guay grabar así con Juanan en Baboon Records. A mí las voces me parecen la hostia poder ir allí durante x días, Juanan y yo solos y oye, vamos a hacer esto y a pegar gritos. Si funciona, bien, que no, oye, vamos a tomar una birra, vamos a hacer esto, vamos a hacerlo tal. Después ya volvemos mañana.