Bandas: Motionless in White + Fit For A King + Brand of Sacrifice
Lugar: Razzmatazz 1 – Barcelona – 4 de febrero de 2025
Promotor: Route Resurrection Fest
Fotos: Alfredo M. Geisse
La mejor manera de saber si una banda de metal está calando hondo en la escena actual no es mirando cifras de reproducciones ni likes en las redes. Para mí el método empírico infalible es vivir desde dentro uno de sus conciertos y navegar entre las acciones y reacciones de la banda, del público y de tu corazón. En base a este método tremendamente científico, puedo afirmar con bastante rotundidad que los norteamericanos Motionless in White son una de las bandas que más fuerte están pegando en la escena del metal contemporáneo. Los detalles se exponen en la crónica que aquí empieza.
Martes 4 de febrero del 2025 elegimos vivir una noche de metal extremo en la sala Razzmatazz de Barcelona. Motionless in White como cabezas de cartel, con su gira “Touring the End of the World Tour: UK/EU”, acompañados de los canadienses Brand of Sacrifice y los tejanos Fit For A King. En nuestro país la promoción ha sido obra de Route Resurrection Fest, que ya nos dejó sin movimiento y en blanco en el Resu del 2023. Barcelona tenía que ser la primera de dos paradas, pero al día siguiente supimos que el pase en Madrid, etiquetado en soldout hace semanas, finalmente se tuvo que cancelar por indisposición de Chris «Motionless» Cerulli. Cierto es que el propio cantante nos explicó, en directo en Razzmatazz, que no se encontraba nada bien.
En la calle ya pudimos comprobar que la cola llegaba más lejos que nunca y, nada más entrar en el recinto, se acumulaba más aglomeración de lo normal en la zona del merchan. Tras superar obstáculos y saludar a conocidos, entramos en la pista que ya se mostraba muy llena. Todo eso a las siete de una tarde de invierno y antes de empezar el primer telonero. “¿Qué está pasando hoy?” recuerdo haber pensado. Y la tarde se convirtió en noche, el metal rugió y la sala acabó rebosando. Incluso en el piso superior se apreciaba mucha gente. Los que os ha tocado estar en la sala grande de Razzmatazz en soldout sabréis de que hablo.
Con Brand of Sacrifice navegamos por las aguas más extremas de la noche
Llegados de Toronto, Brand of Sacrifice subieron puntuales al escenario y nos golpearon con su deathcore técnico y brutal. Las primeras palabras que pronunció su cantante Kyle Anderson fueron: “Open one fucking pit!”, acompañadas de un girar de la mano. A eso en mi país se le llama “ir al grano”.
En un escenario con un fondo con la imagen futurista de su último EP, “Between Death and Dreams” (abril del 2023), con su batería adelantada (cada banda usó la suya) y una pasarela continua delante (la misma para las tres bandas), los canadienses desplegaron toda su rabia sin casi respirar.
Nos explicaron que era la primera vez que tocaban en nuestro país e intentaron repetidamente que se formaran círculos en el público, sin demasiado éxito. Con un setlist de siete temas cortos y directos, como sus títulos:
- “Dawn”
- “Demon King”
- “Lifeblood”
- “Altered Eyes”
- «Exodus”
- “Blinded”
- “Eclipse”
Desarrollaron un sonido extremo y brutal, especialmente por una voz que alternó growls cavernosos y screams punzantes. Pero, al mismo tiempo, incorporaron un teclado con elementos más orquestales que le dio una atmósfera épica y cinematográfica al resultado final.
A diferencia de otras ocasiones, tocaron con la sala ya muy llena para ser los encargados de abrir la noche, pero les costó conseguir desatar la locura entre el público.




Fit For A King exhibe su metalcore personal de estribillos pegadizos
Los texanos Fit For A King fueron la segunda banda en subir al escenario y empezaron su pase en una sala a reventar. Nos explicaron que era la segunda vez que tocaban en Barcelona y entre el público vimos a mucha gente que coreó sus estribillos pegadizos.
Les dieron más rendimiento a las plataformas delanteras, subiendo y bajando sin parar y saltando en posturas acrobáticas. Espectaculares los saltos de Daniel Gailey, guitarra en mano, y sobre todo los brincos y molinos del bajista Ryan «Tuck» O’Leary, para alegría de los fotógrafos y exclamaciones del público. Sobresalientes también los dos en los coros de voces limpias para contrastar con la voz más extrema de un Ryan Kirby con mucha personalidad.
Como imagen de fondo la portada de su trabajo de estudio The Hell We Create (28/10/2022) y con una batería situada en la parte trasera para dejar espacio a la danza continua de los tres músicos delanteros, pero para dificultar la aparición del batería Trey Celaya en las fotografías de la prensa especializada.
Arrancaron con “Vendetta” y con “Technium”, que es uno de los dos sencillos que han lanzado en 2024. Con «Eyes Roll Back” hicieron que todo el público saltara y con “End (The Other Side)” consiguieron abrir un tímido circle pit.
La locura definitiva llegó con “Reaper” donde de repente apareció un montón de gente surfeando. El aterrizaje de los navegantes en el foso se cobró un momento de conflicto entre la seguridad y los músicos, que parecían no estar de acuerdo con el procedimiento.
Con el segundo sencillo del 2024, “Keeping Secrets”, el público se hizo oír mucho cantando ese estribillo limpio. Y continuaron con “Backbreaker” y con “Breaking the Mirror”, hasta llegar a un “Shattered Glass” que convirtió al publico en un mar de brazos en movimiento.
“Tuck” inició las primeras notas de “When Everything Means Nothing” y el público rápidamente lo siguió. Y para acabar, Kirby se despidió pidiéndonos mucho ruido para “God of Fire”.
Fit For A King , o FFAK si quieres usar su nombre abreviado, demostraron que son una banda de metalcore con personalidad. Con un sonido pulido y estribillos pegadizos, pero sin perder la agresividad característica del género.




Motionless in White nos regala un espectáculo impregnado de toda su personalidad
Motionless in White es una banda del siglo XXI, nacidos el 2005 en Pensilvania y con seis trabajos de estudio, siendo Scoring the End of the World el último editado, el 10 de junio del 2022 y el motivo de esta gira que nos ocupa.
Tardaron un poco en preparar el escenario para su actuación y la gente no se movió de sus puestos, esperando pacientemente. En la parte trasera usaron una gran pantalla central y dos laterales más pequeñas, en las que fueron alternando vídeos con muchos momentos filmados en directo. Durante todo el concierto contaron con el soporte del grupo de danza Cherry Bombs. Cuando en la explicación de cada canción citemos la presencia de elementos coreográficos, imaginarios a cuatro chicas que mostraron una variedad de disfraces y aportaron danzas y elementos visuales que encajaron perfectamente con el espectáculo.
Los cincos músicos, como es habitual, también se presentaron disfrazados para la ocasión. Su maquillaje, la estética gótica-industrial, los gestos exagerados: todo formó parte de una narrativa visual que se entrelazó con la música para crear un espectáculo total. Una combinación de brutalidad, dramatismo y estética oscura que nos causó un impacto de los que duran más allá del propio concierto.
Vinny Mauro fue el primero en subir al escenario y saludar desde detrás de la batería. Arrancaron con “Meltdown” acompañados de una coreografía con látigos de fuego. Continuaron con “Sign of Life” en la que todo el mundo cantó el estribillo
Chris saludó al público y nos explicó que no se encontraba demasiado bien. Y Siguieron con la poderosa “Abigail” que nos cubrió de breakdowns agresivos y una energía caótica.
La locura se desató por completo con “Thoughts & Prayers”, con las bailarinas en traje blanco y pistolas de agua. Para pasar a un momento más calmado con un “Masterpiece” que cantó todo el público. Con el ritmo pegajoso de “Rats” nos mostraron la coreografía más sexy, con trajes de cuero cortos, medias rotas y máscaras ratoniles. Y, continuaron con “Voices” para volver a hacer cantar a todo el mundo. “Slaughterhouse” es una de las canciones más brutales y agresivas de MIW y así sonó en directo, con la colaboración de Ryan Kirby. Con “Werewolf” llegaron las vibraciones más ochenteras con máscaras lobo y chaquetas estilo Michael Jackson.
Continuaron con “Reincarnate” con la colaboración de Kyle Anderson, para mostrar un equilibrio brutal entre metalcore y gothic metal. Y tuvimos más coreografías con “Not My Type: Dead as Fuck 2” con cubos de confetis y pompones “Scoring the End of the World” sonó como un himno épico y apocalíptico, con grandes arreglos electrónicos y con banderas. Y con un “Soft” realmente glorioso vimos a todo el público cantar desenfrenadamente. Siguiendo con «Everybody Sells Cocaine» nos mostraron su tono más industrial y cínico. Y con “Another Life”, evolucionaron su lado más melódico y emocional, con una fuerte influencia gótica. La sala se llenó de móviles filmando.
Cerraron el espectáculo con un “Eternally Yours” que se antoja como una despedida perfecta: la banda eternamente entregada a su público, en ese balance perfecto entre agresividad y emotividad. Un titular perfecto de su personalidad.
El efecto que el directo de MIW causó en público es probablemente la muestra más clara de lo mucho que impacta esta banda en la escena actual. Un rio continuo de emociones y de cantar todos los temas, que convierten a los espectadores en parte activa de esa coreografía caótica. Motionless in White nos demostró que el verdadero poder del metal no está solo en el volumen o en la velocidad, sino en la capacidad de emocionar, de canalizar el caos. El reflejo de un principio que parecer ser filosofía de la banda: transformar la brutalidad, el dolor y la oscuridad en una energía compartida y contagiosa.








