Me contaste que el nombre del anterior disco By Royal Decree vino dado por una frase que aparece en la película de Queen… ¿Por qué el nombre de Look at You esta vez?
Pienso que ya desde el inicio de todo teníamos unas cuantas canciones y ninguna de ellas tenía un título. Eran solo demos y es cuando les pones un título estúpido para recordarlas cuando las buscas en el ordenador para trabajar con ellas. No pensamos mucho el tema de los nombres de las composiciones. A veces miras las letras y terminas poniendo el nombre en función de lo que hay escrito. Otras veces haces la música, escribes las letras y ya no te preocupas por las cuestiones de forma como pensar en el nombre del disco o de las composiciones. Llegamos a ese punto en el que ya lo teníamos todo grabado e incluso el disco mezclado. Estábamos mirando portadas y había una de un chico de Canadá, hablamos con el resto del grupo buscando lo más apropiado. Era sólo un boceto y era ese árbol con un ojo y elementos de fantasía…
Tengo que decir que me encanta la portada con ese ojo y un corazón cubierto de flores. Probablemente es una de las portadas más hermosas que habéis conseguido.
Lo sé, se la mostré al resto del grupo y pregunté: “¿Os gusta? ¿Creéis que puede funcionar?”. Era sólo un boceto, pero de allí surgió el título del disco: Look at You Now. Por alguna extraña razón, cuando estábamos hablando sobre el título del disco, miramos los títulos de las canciones y… es que no nos gustaba ningún título de las canciones del disco. Es que quedaban muy pretenciosos y no encajaban para The Flower Kings. Yo estaba mirando en aquel momento el boceto de Adam y la frase de “Look at You Now” se me disparó en mi mente, y me gustaba el hecho de que podía tener múltiples significados. Puede ser como: “Mírate a ti mismo ahora” o “Mira cómo está el mundo ahora”. Es que podía ser cualquier cosa… Es algo que debe interpretar quien escucha la música y lee el título. Otros discos de The Flower Kings tienen unos títulos más obvios como Flower Power, que puedes irte a pensar en los años dorados de los hippies y esa explosión de colores. O The Sum of No Evil, que es un juego de palabras, algo que siempre me encanta hacer. Pero esta vez ha quedado el Look at You Now. Este ha sido el resultado final (risas).
Vuestra última canción, “Look at You Now”, tiene 11 minutos de duración. A la mayoría de las bandas progresivas les encanta terminar con una canción larga y grande para despedir el disco.
Sí… no puedo hablar por las otras bandas, pero sí por mí. Si te fijas en la historia del rock progresivo, no te sabría decir cuál fue la primera banda del estilo. Pero… pongamos que fuera King Crimson con el disco In the Court of the Crimson King. Podríamos calificarlo como el primer disco del estilo, y no hay canciones especialmente largas allí, pero hay muchas canciones entre seis y ocho minutos de duración. Así finalizaban el disco, con el tema que daba título y sus más de nueve minutos. Luego vinieron Yes y Genesis, y estos últimos hicieron el Foxtrot con una canción final larguísima (“Supper’s Ready”). A pesar de que antes ya habían grabado Nursery Crime, sin canciones excepcionalmente larga. Empezaban con algo muy épico y extenso y Yes también empezaban el Close to the Edge con algo largo y épico de más de 18 minutos. Genesis hicieron su The Lamb Lies Down on Broadway con canciones cortas y personalmente creo que este es uno de sus mejores discos. Si tengo que elegir prefiero The Lamb Lies Down on Broadway a Foxtrot. El primero es mucho más grande, por el concepto, la historia y las canciones. Hay mucha más magia puramente británica.
Hay otras bandas también que han hecho cosas similares como The Beatles. Ellos tocaban canciones cortas en Abbey Road, eran muy diferentes entre sí, pero formaban parte de un todo. De alguna manera estaban todas conectadas. Se empezaba con “Something” y se terminaba con “The End”. Y entre medio había grandes canciones. Desde nuestro punto de vista, la duración de una canción no es algo importante. Aunque puede comportarte ciertos problemas dependiendo en que formato quieras meterlo todo. A la gente no le gustan los discos de Rush o de Yes porque haya canciones cortas. Así que no nos preocupa la duración de los temas.
Ya que citas el Foxtrot de Genesis, decirte que recientemente estuve en el concierto de Steve Hackett y tocó varias canciones de ese disco. Lo digo porque tu amigo Jonas Reingold es ex de The Flower Kings y tú estuviste tocando con Hackett hace unos años…
Sí… Jonas está de bajista y yo también toqué el bajo con Steve durante un año, entre 2015 i 2016. Él sigue de gira con Hackett y en la época que estuve yo tocábamos canciones del Foxtrot y también del The Lamb Lies Down on Broadway. Casi que no recuerdo las canciones que tocábamos… “Coastliners” y casi todo el The Lamb Lies Down on Broadway entero. También recuerdo tocar “Cinema Show” y “Firth of Fifth”. Te diría que fueron grandes tiempos. Me encantaban todas esas canciones y estaba feliz que las tocásemos. Fue muy divertido.
Parece que este año es el 25 aniversario de Los Reyes Flores así que… ¿Vas a hacer algo especial en vuestro aniversario?
¿25 años? No lo sé… deberías preguntarle a otra persona (risas). Lo que sí sé es que el primer disco de The Flower Kings fue editado en agosto de 1994. Así que haz las cuentas…
Ah, entonces no…
¡El año que viene!
¡Algo especial habrá que preparar!
Veremos… Si te digo la verdad, no he hecho muchos planes al respecto. Creo que tenemos un crucero de rock progresivo y muy posiblemente haremos algo en Norte América. Y te hablo en cuanto a conciertos ya que hace tiempo que no vamos por allí. Eso es lo que me gustaría hacer además de un nuevo disco, que muy probablemente haremos. Pero por ahora hay disco nuevo y gira europea en octubre. Cubriremos la mayoría de países europeos. Luego veremos qué haremos… De momento sólo hemos sacado una canción, pero la recepción de la misma parece que es muy buena. Habrá otro single pronto.
Espero que paséis por Barcelona.
Oh, eso espero yo también. No he mirado las fechas todavía, pero Barcelona es muy probable, sí.
The Flower Kings soléis terminar los conciertos con “Stardust We Are”, y es la canción más tocada en vivo. Tiene 25 minutos de duración… ¿Cuán importante es esta canción para ti?
Es una canción importante para nosotros porque es importante para nuestra audiencia. A mí me gusta la canción, pero también me gustan otras muchas canciones que tengo. Para un artista siempre te toca enfrentarte a la situación de que hay canciones tuyas que la gente espera que toques. No sabría cómo explicártelo… digamos que es una gran canción para tocar ya que tiene muchos momentos orquestales que la elevan y luego todo luego se apacigua. A mí me gusta cantar muchas veces sin que me apoye el resto del grupo, focalizarlo todo en piano y voz o incluso poder cantar algo de una forma mucho más suave. Es que la mayoría de vocalistas les gusta cantar muy fuerte y gritar y gritar, y ser muy rock n’ roll. Me encanta cantar las canciones más suaves que no las folks o las sinfónicas. Y me gusta así porque pienso que la voz humana en tonos suaves se puede apreciar en ella todos los matices. Si quieres ejemplos de ello, por ejemplo, toma como ejemplo el “Yesterday” de los Beatles. Allí es simplemente la voz de Paul McCartney y una guitarra acústica de inicio. Luego aparece un cuarteto de cuerda en los arreglos. ¡Eso es toda la canción! Pero en todo momento está su voz en el cetro de la composición. A mí me encantan esos momentos, y hay varios de ellos en el disco. Luego está muy bien combinarlos con finales épicos, grandes y muy cargados de orquestación. Estos juegos de alternancias los hacemos muchas veces, y siempre funcionan. Funciona para la banda y funciona para la audiencia, y en “Stardust We Are” hay muchos momentos de los que te digo, es por eso que está casi siempre en el set list. La tocaremos en los próximos conciertos de este año y… luego ya veremos (risas).
Me encanta tu último álbum en vivo con Transatlantic: ¡30 canciones! ¿Estás contento con las reacciones de la prensa y los fans?
Ha sido un gran disco y fue un grandísimo concierto, estoy muy contento del sonido y del sitio en el que lo grabamos, pues era un emplazamiento antiguo, con historia, una plaza clásica en París. De hecho, fue el último concierto de la gira. Fuimos muy afortunados al tener una audiencia fantástica esa noche, y fue excepcional el estar allí. Ya había tocado anteriormente allí con Steve Hackett y ya había ido allí a ver como público a King Crimson en una ocasión. Sabía que la acústica del lugar era muy buena. Fue una cosa que hablamos antes de la gira: el buscar sitios en los que podía sonar muy bien Transatlantic. Yo sugerí el Olympia, y me dijeron que era muy caro. Mike Portnoy y yo apretamos para conseguir el show allí. Yo quería grabar un video en ese lugar y estoy muy contento de que lo pudiésemos llevar a cabo. Salió caro, pero fue una inmejorable forma de terminar esa gira. Es genial terminar un tour con un concierto allí. Lo miro ahora y veo que tocamos muy bien, el público estuvo fenomenal y es un sitio clásico en el que han tocado gente como The Rolling Stones o The Beatles. Fue una gran decisión.
Yo te diría que es un gran disco en disco en directo, por el sonido y especialmente por la reacción de la gente.
Exacto, y te diré que no añadimos nada en el estudio. Especialmente hay momentos que los grupos graban a la gente y van poniendo las reacciones grabadas en algunos tramos del disco, pero es que en este triple disco lo que escuchas es cómo sucedió realmente. Yo no puedo hablar por mis compañeros, pero es que yo no añadí nada de lo que se escucha allí. Las guitarras que escuchas es exactamente lo que yo toqué. Pero es que muchos retoques se dan debido a que, al grabar en directo, puede que tu guitarra no llegue a sonar bien, o suena demasiado distorsionada… suelen ser cosas del sonido más que nada. O lo dejas tal como está o tocas encima, pues puede haber notas equivocadas. Es un poco un proceso al final del cual tienes que conseguir que el video suene bien y tiene que haber una guía, ya sea la guitarra o la voz. Pero en este directo todo lo que escuches es lo que sonó en su día. Sonido de línea directa desde mi guitarra. A veces es que suena mal y hay que hacer algunos trucos para enmendarlo, pero pueden ser detalles insignificantes como la distorsión o el eco. Pero llegué a un punto que mi ecualización era tan buena que sabía que todo lo que iba a tocar serviría para la mezcla final. Estamos hablando que en la mayoría de discos en directo el 90 o 95&% ya te sirve, pero a veces toca retocar cosas posteriormente en el estudio. Pero te diría que audiencia y grupo suena real. Fue genial tener esa acogida tan cálida del público y ellos elevaron el directo. Esas reacciones entusiásticas ayudaron a la banda. Ahora mismo puedo pensar en grupos como Coldplay tocando en grandes recintos en los que hay 50000 personas y su entusiasmo hace que tu trabajo sea muy fácil. En grandes recintos es mucho más fácil que en una pequeña sala con 200 personas aplaudiendo entre canciones. Es que en esos momentos tú te preguntas: “¿Qué podemos hacer para que sonrían o se vuelvan locos?”. Es que a veces lo intentas y no funciona… En fin, que en Transatlantic todo lo que suena es justo lo que grabamos, en un 100% auténtico. ¡Qué maravilla de finalizar una gira en estas condiciones!
Siempre me encanta que escojáis un quinto miembro en la gira, en esta última gira Ted Leonard fue el elegido, pero anteriormente estaba Daniel Gildenlöw de Pain of Salvation. ¿Con qué criterio elegís a tu quinto miembro?
Voy a serte 100% honesto, a mí me encanta la contribución de Daniel Gildenlöw. Si fuera por mí, es una cosa que ya estaría hecha, y obviamente no tengo nada en contra de Ted Leonard, pero Daniel tiene muchísima más energía. La forma con la que toca, como canta… Es un tío un poco loco, pero la energía que desprende Daniel es impresionante. Esta es mi opinión personal, pero somos una banda, así que la decisión se toma entre todos y con Ted siempre funciona todo muy bien.
A mí Daniel me parece un genio, como músico y por la forma que tiene de ver el progresivo actual. Su último disco es un caos matemático imposible, pero bueno, que creo que encaja perfectamente con Transatlantic.
Sí, es que en esa banda todos somos muy diferentes. Hay muchas personalidades diferentes en Transatlantic. Y cuando pienso en las cosas que hemos hecho con Daniel… Recuerdo un vídeo que hicimos con él en Londres en el Sheperd’s Bush y mira, ha sido uno de mis conciertos favoritos. Otra vez banda y público consiguen esa unión especial y todo funciona como debe. Pero es mi opinión… Esa es la vibración que me gusta conseguir cuando estoy sobre un escenario. El tiempo que giramos con Daniel fue fantástico.
¿Cómo ves el panorama musical actual? Parece que hoy en día las bandas no necesitan guitarras… y un mundo sin guitarras se me hace muy difícil de comprender.
Oh sí… ya. Actualmente estoy sentado en mi habitación rodeado de muchísimos teclados. He tenido mudanzas y aquí terminaron los teclados, hay montones de ellos y accesorios de computadoras, sintetizadores, pianos, mellotrones… teclados capaces de hacer grandes orquestaciones, percusiones incluso. Y todo el mundo tiene acceso a ellos. Yo lo hago todo con los teclados, aunque también utilizo la guitarra. Siempre necesito volver a la guitarra, básicamente porque fue mi primer instrumento. También utilizo los teclados con muchísima frecuencia, pero hay algo en la guitarra, y me gusta escuchar las seis cuerdas en mi música. También te digo que soy abierto de mente, y mira, hace unos meses fui a ver a los Depeche Mode. Ellos en algún tema tienen guitarras, Martin Gore las toca en varios temas. Batería aparte, yo creo que el 90% se basa en grandes sintetizadores, y… eso está bien, me parece correcto. Es un tema que se basa más en el cómo uno elige el uso de los teclados. Hay gente muy creativa y puede inventar paisajes sonoros a partir de los teclados. Unos tocan el piano clásico, otros el Hammond… En fin, que yo no me caso con alguna orquestación concreta. La buena música no tiene que ser tocada por unos determinados instrumentos. Hablando en generalidad, a mí me gusta todo tipo de instrumentos. Me encanta la batería, a pesar de que empecé como bajista, me gusta utilizar el violín con los teclados para hacer sonidos dulces, conseguir sonidos de flautas, saxofones, trompetas, trombones y todo ello combinado dentro del estilo jazz. Pero también de un modo orquestal, de big band y luego en terrenos de música clásica. Y luego mezclarlo todo. Tienes cuerdas, metales, maderas y la percusión orquestal. Supongo que no me preocupa el futuro de la guitarra pues yo siempre la tocaré, la acústica y la eléctrica, y luego, todo el resto de instrumentos de cuerda. Incluso el ukelele, que a veces lo utilizo (risas). Todo lo que produzca un sonido es aprovechable, es igual si es analógico o electrónico. No es algo que me cierre en mi caso.